Superordenador MareNostrum5
El MareNostrum 5, el nuevo superordenador del BSC. © Maria Aladern/ACN

El BSC vuelve a dar un salto de gigante con la puesta en marcha de su quinto superordenador

El MareNostrum 5 abandona la capilla de la Torre Girona para poder crecer. La nueva infraestructura científica dispone de una potencia 10.000 veces superior a la primera versión que se instaló en 2004.

El Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) ha vuelto a dar este jueves un salto de gigante con la puesta en marcha de su quinto superordenador, con mayor capacidad de cálculo y memoria. “Hoy es un gran día para la ciencia”, ha celebrado su director, Mateo Valero, acompañado en la inauguración por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. La nueva infraestructura científica tiene una potencia 10.000 veces superior a su primera versión, instalada en la capilla de la Torre Girona en 2004, y permitirá avanzar en la resolución de problemas científicos y afrontar algunos que hasta ahora no se podían ni plantear. “Permite a los investigadores soñar, hacer cosas que nunca habrían podido imaginar”, ha remarcado Valero.

El quinto superordenador que se instala en la capital catalana ha supuesto una inversión de más de 200 millones de euros a cinco años. Está financiado por un consorcio formado por la Comisión Europea, quien ha asumido el 50% del presupuesto, y los gobiernos de España, con el 35%, Turquía, con casi el 10%, y Portugal, con el 5%. Cada contribuyente va a disponer de horas de funcionamiento de la máquina para desarrollar sus investigaciones según su contribución. La selección de los proyectos, en general, se hace por acceso competitivo, lo que implica que se realicen uno de cada tres. La participación de otros países se explica porque, por separado, no tienen capacidad para tener una infraestructura de estas características, pero, formando parte de un consorcio, pueden tener acceso a toda la máquina durante un determinado periodo de tiempo. El número de proyectos que el sistema podrá asumir aumenta respecto al MareNostrum 4.

El MareNostrum 5 ha estrenado también una nueva ubicación para poder encajarse ampliamente, ocupando dos plantas de la sede del BSC inaugurada hace más de dos años, en una superficie de 800 metros cuadrados. En la sala completamente blanca donde habita el superordenador, con filas de torres y cables, reina el silencio. Los destellos continuos de las luces verdes que emite la máquina indican que está en marcha. Son las únicas pruebas visuales que reflejan los problemas que debe estar resolviendo, aunque lo hace a una velocidad que ninguna persona es capaz ni de imaginar. Básicamente, porque la nueva infraestructura tiene capacidad de realizar hasta 314.000 billones de cálculos por segundo, lo que equivale a más de 380.000 ordenadores portátiles. Por si no fuera poco, para hacer los cálculos que el MareNostrum 5 completa en una hora, un portátil tardaría 46 años. Y, más allá de su potencia de cálculo, si se piensa en la memoria de la que dispone, el quinto superordenador del BSC puede almacenar casi 1.300 copias de todos los libros catalogados a lo largo de la historia —un total de 170 millones—.

El MareNostrum 5 ocupa dos plantas de la sede del BSC inaugurada hace más de dos años, en una superficie de 800 metros cuadrados

Las cifras abruman y cuesta hasta llegarlas a visualizar. En estos casos, dejando de lado los muchos ceros, mejor pensar en qué trabajan todas esas torres que parpadean sin cesar. “Estamos aquí para ayudar a resolver los problemas que tiene la sociedad”, ha indicado Valero. Algunos de ellos son la creación de un gemelo digital del cuerpo humano, con el objetivo de mejorar la medicina, o de la Tierra, para estudiar mejor el impacto del cambio climático y prever sus posibles efectos. También tiene que servir para simular parques eólicos, calculando exactamente dónde hay que colocar los postes para sacar el mayor partido del viento que sopla; diseñar aviones completamente eficientes en el momento del despegue; estudiar nuevos materiales y formas de energía como la fusión nuclear; idear ciudades más inteligentes; proteger idiomas como el castellano, el catalán, el vasco y el gallego, y, como no, para avanzar en el campo de la ahora omnipresente inteligencia artificial. Para los que sigan escépticos, hace años, el superordenador permitió desarrollar una máquina que predecía la posibilidad de encontrar petróleo, más tarde, fue utilizada por Repsol, a quien reportó centenares de millones de beneficios y de ahí que haya contribuido en la financiación de la nueva sede, llamada BSC-Repsol Building.

Aunque el MareNostrum 5 se haya marchado de la capilla de la Torre Girona, la misma que fascinó a Dan Brown, su anterior casa está muy cerca y se ve desde el mirador que se ha habilitado para visitar el superordenador, al que acuden 20.000 personas cada año, entre ellas, alumnos de Primaria. “Somos el único centro de supercomputación que tiene infraestructura visitable. Forma parte de nuestra misión. Queremos generar vocación y que todos entendamos a qué se dedican nuestros impuestos”, defiende el director asociado del BSC, Pep Martorell. Además, la capilla no se quedará huérfana y seguirá teniendo inquilinos. Según señala Valero, prevén instalar procesadores de cualquier tipo, tanto cuánticos como no, pero, eso sí, de origen local: “No la vamos a abandonar. Es un emblema que nos ha hecho muy famosos y la vamos a convertir en un santuario de la tecnología europea”.

No es una voluntad aislada y el BSC espera que el próximo superordenador, en el que ya están trabajando, esté integrado por primera vez por tecnología europea. “Hay una nueva ilusión de tener un mundo abierto y colaborativo en hardware y software. Aunque hoy inauguramos el MareNostrum 5, estamos pensando desde hace dos años cómo será el MareNostrum 6. La carta que le pedimos a los Reyes Magos es que los procesadores sean europeos, diseñados en Barcelona con una spin-off del BSC, OpenChip”, ha avanzado Valero. Esta empresa emergente trabajará para diseñar un chip de bajo coste, de alta potencia de procesamiento y bajo consumo de energía, pero lo más importante será que generará productos de código abierto.

Pedro Sanchez Mateo Valero MareNostrum 5
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el director del BSC, Mateo Valero, inaugurando el MareNostrum 5. © Moncloa

Una infraestructura diversa para responder a las necesidades de los investigadores

El superordenador que se acaba de inaugurar está formado por dos máquinas diferentes, lo que permite resolver muchos tipos de problemas. “Las necesidades de los usuarios cada vez son más complejas y diversas, y esto no va a parar. Tenemos las mejores máquinas del mundo porque su complejidad se acerca a lo que piden los investigadores”, ha remarcado Martorell. La compañía tecnológica Eviden fue el proveedor seleccionado para suministrar el nuevo superordenador, en el que se incorpora tecnología de otras compañías como Lenovo, IBM, Intel y Nvidia. También ha participado en la instalación la consultora alemana Partec.

El nuevo superordenador del BSC está formado por dos máquinas diferentes, lo que permite resolver diferentes tipos de problemas

La primera máquina del MareNostrum 5 es un sistema de propósito general, dedicado a la computación clásica, con capacidad para ejecutar múltiples tareas de forma simultánea. Entregado por Lenovo, será el más grande del mundo de sus características. La segunda máquina es un sistema acelerado, diseñado para avanzar en modelos de inteligencia artificial. Fabricado por Eviden, está formado por miles de procesadores de última generación de Nvidia y cada uno de ellos dispone de más del doble de potencia que todo el MareNostrum 1, que ocupaba la capilla entera. Con la mezcla de estos dos sistemas, el BSC se convierte en el único centro de supercomputación europeo que consigue dos entradas entre las 20 primeras del Top500 de Linpack, el ránking que clasifica a los 500 superordenadores más potentes del mundo.

No serán las únicas dos máquinas que formarán el MareNostrum 5 y se prevé la llegada de dos más. Se caracterizarán por ser de menor tamaño e incluir tecnologías aún incipientes pero que se espera que acaben siendo las de futuro. “El objetivo es tener todas las tecnologías posibles para preparar la ciencia para cuando sean las dominantes. Adoptar una tecnología que no está claramente instalada permite a los investigadores desarrollar los programas necesarios para cuando sí lo esté”, ha señalado el director de Operaciones del BSC, Sergi Girona Turell. Su puesta en marcha está prevista para finales de 2024.

Interior MareNostrum 5
El MareNostrum 5 está formado por dos máquinas, una de propósito general y otra acelerada. © Maria Aladern/ACN