Hasta el 19 de septiembre, todavía estáis a tiempo de ver —aunque decir ver es quedarse muy corto— Urban Nature, una xxx de Rimini Protokoll. Escribo xxx deliberadamente porque aún ahora, veinticuatro horas después de verla o vivirla —o lo que sea— en el CCCB, donde se estrenó mundialmente el pasado 2 de julio, no sé cómo calificar la experiencia: película transitable, recorrido inmersivo, instalación interactiva, performance, montaje teatral… En Urban Nature hay un poco de todo esto y seguramente de mucho más.
El objetivo principal del proyecto es reflexionar sobre la ciudad o las ciudades; para ello, el CCCB ha optado por un formato o suma de formatos que, al mismo tiempo, también invita a reflexionar sobre la superación de las narrativas tradicionales en los espacios museísticos. El uso de los recursos digitales y una precisa sincronización de los diversos elementos que componen Urban Nature convierten lo que a priori podría ser una simple visita en una sorprendente performance con múltiples interacciones del todo insospechadas.
Detrás de Urban Nature está, como he dicho, Rimini Protokoll, una compañía alemana, reconocida internacionalmente, formada por los directores de teatro Helgard Haug, Stefan Kaegi y Daniel Wetzel que hace más de dos décadas que desarrolla proyectos de teatro experimental. Para Urban Nature han contado con la colaboración del escenógrafo Dominic Huber con quien, previamente, ya habían desarrollado una serie de proyectos que abordan temas de carácter social, a menudo controvertidos, a través de la combinación de lenguajes y disciplinas.
El uso de los recursos digitales y una precisa sincronización de los diversos elementos que componen Urban Nature convierten lo que a priori podría ser una simple visita en una sorprendente performance con múltiples interacciones del todo insospechadas
Sobre el fondo de Urban Nature prefiero no extenderme demasiado en este artículo. Principalmente, para no condicionaros la visita —doy por descontado que después de leerme buscaréis fecha para ir al CCCB— y porque de esta manera la experiencia os sorprenderá tanto como a mí. Solo os adelantaré que el relato de Urban Nature parte de siete historias reales, las vidas de siete ciudadanos muy diferentes entre ellos, pero que tienen algo en común: Barcelona.
Urban Nature invita a reflexionar sobre la gestión de los recursos naturales en una gran ciudad como la nuestra, el derecho a la vivienda, la irrupción de la nueva economía y los nuevos modelos de trabajo, las desigualdades sociales, los peligros… Creo que el CCCB ha acertado de lleno produciendo este proyecto y programándolo precisamente ahora cuando el confinamiento, el toque de queda o la limitación de las interacciones derivadas de la pandemia del covid-19 han alimentado un cierto discurso anti-ciudades o, como mínimo, nos han hecho reflexionar sobre si la urbe es el espacio más propicio para nuestra realización personal. Yo sigo pensando que sí.