El teletrabajo había sido durante años el futurible del que todo el mundo hablaba, pero poca gente acababa poniendo en práctica. En el conjunto de la Unión Europea sólo un 3,5% de los asalariados trabajaban habitualmente desde casa en 2019, una cifra que se reducía al 2,1% en el conjunto de España según datos de Eurostat.
Sin embargo, la situación dio un giro de 180 grados a mediados de marzo, cuando, a raíz del estallido de la pandemia, infinidad de empresas, independientemente de su tamaño y sector, se vieron con la necesidad de continuar con su actividad fuera de los espacios laborales.
Bien entrado el año 2021, hay indicios de que el teletrabajo ha venido para quedarse, al menos a corto plazo. La necesidad de mantener ciertas medidas de profilaxis basadas en el distanciamiento social hasta que lleguemos a niveles suficientes de vacunación, así como de reducir presión a los flujos de movilidad al transporte público, fuerzan a las empresas a mantener el teletrabajo, aunque sea de forma híbrida.
Por otra parte, gracias a la digitalización de la economía, los nuevos modelos de negocio requieren una escasa o nula presencia física en el país donde se encuentran los consumidores y cada vez son más los profesionales que eligen ejercer su profesión de manera remota mientras recorren el planeta. La figura del nómada digital es hoy un perfil profesional en auge.
Gracias a la digitalización de la economía, los nuevos modelos de negocio requieren una escasa o nula presencia física en el país donde se encuentran los consumidores y cada vez son más los profesionales que eligen ejercer su profesión de manera remota mientras recorren el planeta
Países con ambición y una mirada estratégica han decidido aprovechar la coyuntura para captar talento digital. La fórmula preferida para legalizar el desembarco de estos profesionales ha sido la emisión de visados digitales, que permiten a su titular la residencia oficial en un país y el trabajo virtual en otro.
Alemania fue pionera en crear el visado para nómadas digitales, uno para trabajadores independientes (Freiberufler Visat), que puede extenderse durante un período de hasta tres años, y otro denominado Working Holiday Visa, para estancias de menos de seis meses.
Estonia, lanzaba, en agosto del año pasado, el Visado Nómada Digital, que permite trabajar en el estado báltico durante doce meses. Además, y desde el año 2014, Estonia cuenta con el programa e-Residency que permite convertirse en residente digital en el país y fundar una empresa o establecerse como trabajador autónomo, con unas condiciones bastante menos costosas a la de los autónomos en España. Lo mejor de todo es que puedes realizar todos los trámites desde el sofá de casa, gracias al alto grado de digitalización administrativa del país.
Nuestros vecinos de Portugal han diseñado recientemente un Visado de Residente Temporal que pueden emplear autónomos y empresarios sin límites de nacionalidad. Permite a su titular permanecer en el país durante más de un año. Las autoridades lusas han diseñado dos tipos de visados para nómadas digitales: una para trabajadores autónomos y otra para emprendedores, que exige presentar un contrato firmado con una incubadora de startups en Portugal.
¿Y Barcelona, cómo de atractiva es para este nuevo perfil de profesionales? El sector del talento digital ha crecido durante los meses de pandemia y ha generado 6.000 nuevos puestos de trabajo, según Barcelona Digital Talent, mayoritariamente vinculados al Big Data, la programación o la gestión de infraestructuras. Con el eslogan “Move your desk, change your life”, el Ayuntamiento acaba de lanzar una campaña para captar nómadas digitales. Por su parte, Turismo de Barcelona ha impulsado el programa “Workation” con la vocación de desestacionalizar el sector turístico e integrar el nómada digital en la vida cotidiana de la ciudad. En este sentido, el programa incluye cuatro productos: alojamiento, seguro médico (con asistencia gratuita en hoteles y atención primaria a Quiron Hospitality), una tarjeta especial para acceder a 25 museos durante seis meses y acuerdos con clubes deportivos, transporte y movilidad. Regular el hogar compartido −y no prohibirlo− también sería un paso en la buena dirección.
Más allá de la calidad de vida y las facilidades administrativas, uno de los principales factores que hacen que un trabajador opte por establecerse en un país o en otro es, evidentemente, la tributación. La mayoría de los países someten a tributación las rentas obtenidas en su territorio por parte de los residentes fiscales en otro país, al tiempo que gravan las rentas obtenidas por sus residentes fiscales en cualquier territorio. Sólo la existencia de un convenio para evitar la doble imposición suscrito entre ambos estados evitará que una misma renta sea grabada por partida doble.
Más allá de la calidad de vida y las facilidades administrativas, uno de los principales factores que hacen que un trabajador opte por establecerse en un país o en otro es, evidentemente, la tributación
En España, una persona física es considerada residente fiscal si permanece más de 183 días en territorio español durante el año natural o radica en España el núcleo principal de sus actividades o intereses económicos, de forma directa o indirecta. La titularidad de inmuebles, de negocios, de participaciones en sociedades españolas y, en general, de cualquier fuente de riqueza o patrimonio, podrá ser considerada por las autoridades para impedir a su titular perder su condición de residente fiscal, a pesar de haber dejado de residir habitualmente en España. En definitiva, los nómadas digitales se enfrentan a un complejo entramado de normativas internas y convenios bilaterales que deben conocer para cumplir con sus obligaciones tributarias.
Algunos países, sin embargo, ya están haciendo esfuerzos para ser más competitivos a ojos del talento digital. Croacia anunció el año pasado que autorizaría trabajar en remoto y residiendo legalmente en el país, a pesar de tener contrato con una empresa domiciliada fuera de las fronteras del mismo. También abría la puerta a trabajar sin tributar por IRPF en Croacia, aunque sin opciones de beneficiarse de los servicios médicos excepto los cubiertos por una póliza privada. Portugal, a través de su “Régimen de Residentes no habituales”, permite tributar por un tipo reducido del 20% durante diez años, siempre que dichas rentas procedan de actividades de carácter científico, artístico o técnico.
La pandemia ha favorecido la consolidación del teletrabajo y muchos profesionales han visto el momento perfecto para cambiar de residencia, buscando zonas con mejor clima, menos contaminación, una mejor oferta cultural y gastronómica, eventos de su sector y en definitiva, mejor calidad de vida. En este contexto, Barcelona reúne la mayoría de los ingredientes óptimos. De hecho, ha ocupado la primera posición del ranking Nomad List durante mucho tiempo. Hablamos de profesionales altamente cualificados, que probablemente no sólo vivirán y consumirán en nuestro territorio, sino que fundarán proyectos empresariales, asesorarán startups locales o se convertirán en miembros de sus consejos ejecutivos. Son un activo destacado, especialmente en un ecosistema de innovación en fase de maduración.
Hablamos de profesionales altamente cualificados, que probablemente no sólo vivirán y consumirán en nuestro territorio, sino que fundarán proyectos empresariales
Pero incluso más allá de los límites de la capital, muchas localidades de Catalunya podrían aprovechar las oportunidades del teletrabajo para atraer talento e inversión, contribuyendo al equilibrio territorial. Es lo que acaba de hacer Irlanda, poniendo en marcha una estrategia para favorecer el trabajo remoto en les zonas rurales y creando 400 working hubs en pueblos irlandeses.
La covid-19 ha acelerado algunas tendencias en el mundo del trabajo que obligan a las administraciones públicas a trabajar con celeridad y perspectiva de futuro. En los próximos años viviremos una carrera sin precedentes para atraer talento digital y tecnológico y parece evidente que lo tenemos todo a favor para aprovecharla. ¿Estaremos a la altura?