“Swab es una feria de formato boutique en la que prima la calidad más que la cantidad y es un reflejo de lo que está sucediendo en el sector del arte internacional”, ha declarado el director y fundador del certamen Joaquín Diez-Cascón.
Con esta frase, Swab convocó, del 27 al 30 de septiembre en el Pabellón Italiano de Barcelona, a cerca de 300 artistas consagrados y emergentes provenientes de más de 60 galerías de los cinco continentes. Desarrollada a partir de diferentes programas, la feria se consolida como referente para conocer la vanguardia de arte independiente actual, su vínculo con la ciudad y su relación con el mundo.
El programa General, el más importante y maduro de la feria, ha incluido este año las propuestas de 32 galerías entre las que se encontraban las más representativas de Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia o Palma de Mallorca. Junto a ellas, la mirada internacional ofrecida por galerías de países como Rusia, Alemania, Perú, Argentina, México o Filipinas. “Se ha tratado de propuestas atrevidas e increíbles que potencian el arte internacional”, ha declarado Carolina Diez-Cascón, directora de proyectos de Swab.
Como parte de sus estrenos, este año la feria ha presentado el programa The Cactus and The Desert, comisariado por el reconocido curador independiente cubano Omar López-Chahoud. En esta instancia, seis galerías invitadas de Nueva York han presentado sus propuestas bajo un denominador común: cómo el cactus –metáfora del hombre– puede vivir en condiciones extremas y cómo se adapta a ellas. Los artistas, todos nacidos entre los años 85 y 95, han expuesto su propio acercamiento a esta temática a través de trabajos pictóricos que aludían a la magia, lo tribal, el contacto con la tierra o la vuelta a los orígenes.
“Buscamos un formato de feria de tamaño medio como sucede en otras ferias celebradas en San Francisco, Londres, París, México, Copenhague o Puerto Rico y en la que participan entre 20 y 80 galerías y los artistas jóvenes quieren estar ahí”. (Joaquín Diez-Cascón, director y fundador de Swab)
Por su parte, el programa On Paper no ha dejado indiferente a nadie con su clara atención en el papel como relato y, también, como reflejo de una nueva era. “Pensábamos que estábamos en una era totalmente digital pero el papel es la técnica más tradicional, habla y tiene protagonismo”, ha expresado Carolina Diez-Cascón.
El programa ha reunido un total de siete proyectos en los cuales los artistas han realizado su propio análisis de lo digital desde el papel. Las propuestas incluyeron miradas tan interesantes como el uso de aplicaciones meteorológicas expresadas mediante la transformación que sufre el papel al dejarse en la intemperie. El efecto climático interfiere en el aspecto que este cobra y posteriormente se materializa en una obra artística de gran trascendencia.
Swab Seed, en su cuarta edición, ha ofrecido un lugar para mostrar el trabajo de plataformas artísticas independientes que están modificando la escena artística contemporánea y que se diferencian del modelo de galería tradicional. Colectivos de artistas, pop-ups, galerías itinerantes e, incluso, galerías online provenientes de Nueva York, Ciudad de Querétaro, Londres, Bogotá, Lisboa, Okinawa, Bali o Barcelona han sido protagonistas en este escenario.
Para esta edición, My First Art Fair ha permitido apadrinar y traer a la ciudad las propuestas de tres galerías: Las Palmas (Lisboa), Storage Capacité (Alemania) y High Gallery (Polonia). Todas ellas inauguraban su participación en una feria internacional.
El programa Performance, que aboga por el apoyo a las prácticas artísticas performativas, se ha unido por primera vez en su cuarta edición, con la Diputación de Barcelona. Un jurado formado por Alexandra Laudo, Joan Morey e Imma Prieto, ha seleccionado seis artistas cuyas performance recorrerán, después, otros espacios de Cataluña.
La segunda edición del programa Ephemeral ha estado comisariado por Caterina Almirall en colaboración de las Fábricas de Creación de Barcelona: Hangar, La Escocesa y Fabra i Coats. Bajo el título Softbodies, not ahead but inside, las instalaciones presentadas por seis artistas han abogado por la exploración del mundo, la relación con la pieza, la identidad, el anonimato o la ecología. Una experiencia única para los visitantes a quienes se les invitaba a explorar, participar y formar parte de ellas.
“Swab es una feria que transmite las tendencias actuales. La vuelta a la naturaleza, a la pintura, el grabado, la cerámica o al tapiz”. (Joaquín Diez-Cascón, director y fundador de Swab)
La inclusión por primera vez del programa Reading ha sido otra de las novedades con las que ha cerrado el certamen. Este espacio pop-up dentro del Pabellón Italiano ha sido concebido como un punto en el que dar cabida a una fructífera selección de material editorial producido por artistas autogestionados de Suecia o Estonia. Un espacio para responder a la, cada vez más, relevancia que adquieren los libros y revistas entendidos como obras de arte y piezas de gran valor artístico.
Las jornadas contaron además con la entrega de destacados premios y una alianza única con el Bulli Fundation en el espacio gastronómico de la feria. Para los niños, la propuesta estuvo concedida de la mano de Plom Gallery Barcelona y una agenda de eventos fuera de feria formó parte de esta edición.
Con piezas que iban desde los pocos euros hasta la más costosa que ascendía los 23.000 euros, cerca del 75% de las galerías han vendido parte de sus obras. En este contexto, destaca, además del papel del coleccionista tradicional, el nuevo coleccionista joven. Personas que tienen entre 30 y 40 años y desean hacerse con una pieza de arte contemporáneo. Para todos ellos ha habido propuestas de vanguardia en Swab.