Salón Náutico 2023
El Salón Náutico prevé más de 50.000 asistentes este año.

El Salón Náutico anima el Port Vell en una edición casi estival

Los asistentes llenan un paseo marítimo caluroso en la 61 edición del evento organizado por Fira de Barcelona. Un total de 240 expositores participan este año, entre ellos, un modelo de Fiat 500 acuático y un velero completamente eléctrico.

Nadie se esperaría que en el Salón Náutico hiciera tanto calor. Siempre cae en el puente del 12 de octubre y, aunque el Port Vell invita a buenas soleadas, lo de este año supera cualquier expectativa. Los sombreros de paja playeros que regalan algunos expositores se han convertido en el aliado imprescindible de esta edición, protegiendo un poco a los asistentes en estos últimos días de un verano extremo y eterno. Se huele la crema solar de los que han venido más preparados y han sido más previsores. Hasta hay estands que la venden.

La 61 edición del Salón Náutico, organizado por Fira de Barcelona, arrancó el miércoles con la participación de 240 expositores y la previsión de atraer más de 50.000 asistentes hasta el domingo. Pronto empezaron a llegar posibles compradores de los veleros y yates amarrados en el puerto de la ciudad, conocedores del ritual que les obliga a descalzarse antes de subir a cualquier barco que les haya llamado la atención.

El salón presenta una amplia variedad de veleros y yates, con 160 embarcaciones en la muestra flotante, 20 menos que el año anterior por la convivencia del salón con las bases de los equipos de la Copa América, ya instalados en el puerto para entrenar para la regata del año que viene. Por ello, se ha reducido a la mitad el espacio ocupado en el Moll d’Espanya.

Asistentes descalzados Salón Náutico 2023
Asistentes del Náutico descalzados para entrar a curiosear en uno de los barcos expuestos.

A pesar de esta afectación y la que tendrá el año que viene, con un cambio de la fecha sobre la mesa, el presidente del Náutico, Luis Conde, se muestra convencido de que la competición generará un movimiento en la ciudad muy pro náutico. “Lo tuvimos con los Juegos Olímpicos, con los que Barcelona dejó de estar de espaldas al mar y pasó a mirarlo. Ahora es cuestión de meterse en el mar, de decir cómo aprovecho este mar que tengo, cómo lo mantengo, cómo lo limpio, cómo lo disfruto… Ahí estamos nosotros”, explica en una entrevista con The New Barcelona Post.

En ese sentido, en las aguas del Moll de la Fusta, están las embarcaciones de vela. Entre ellas hay una completamente eléctrica, una incipiente tendencia en el sector que aún tardará en generalizarse, especialmente, por la dificultad de dotarse de una extensa y capilar infraestructura de carga. Aún así, la catalana Noster muestra que hay alternativas con un velero que se carga con el movimiento de la hélice y también se ayuda de placas solares incorporadas en la cubierta, consiguiendo una autonomía de entre cuatro y diez horas en función de las revoluciones del motor.

Radicada en el Port Balís, en Sant Andreu de Llavaneres, la empresa se dedica al alquiler de barcos mediante el pago de una cuota. Cada velero lo utilizan diferentes usuarios, que se reparten el calendario, con el objetivo de maximizar el uso y evitar que solo se utilicen algunos fines de semana en verano. Después de probar este fórmula con dos veleros convencionales, acaba de empezar a comercializar el primer eléctrico, con un precio de 800 euros mensuales y amarrado en Sitges.

Más allá de la electrificación, una de las sorpresas de este año en el salón Naútico es la versión acuática de un Fiat 500. Algunos se habrán asustado cuando han visto un modelo rojo de este popular coche italiano moviéndose por las aguas del Moll d’Espanya, imaginándose ya lo peor pero fallando en el análisis. Como si circulara por la carretera, la embarcación está pensada para moverse por el hábitat acuático y hacerlo con facilidad gracias a un motor de gasolina. Un timón con forma de volante va marcando su dirección, mientras que una caja con tres marchas —adelante, punto muerto y atrás— lo hace moverse. Se ha imitado la carrocería, incluyendo los retrovisores y las luces, e incluso decorando los laterales con manecillas. Pero, en la parte inferior, se desvela el engaño, con un casco que permite su versión marítima.

Fiat 500 acuático Salón Náutico
El modelo acuático del popular Fiat 500. © theNBP

El Fiat 500 acuático se trata de una edición limitada ideada por el astillero italiano Car off Shore y distribuida en Catalunya por Prodrive. El precio se sitúa en los 70.000 euros y se dirige a negocios que quieran promocionarse, como una discoteca de Ibiza que lo ha utilizado este verano, o que lo quieran destinar al alquiler, pero también a particulares. No requiere ninguna titulación. Después de probar con los Fiat 500, adaptarán también a su hermano mayor, los Abarth.

El Fiat 500 acuático se trata de una edición limitada ideada por el astillero italiano Car off Shore y distribuida en Catalunya por Prodrive

Otras marcas que participan en el salón son Fountaine Pajot, Lagoon, Yamaha o Zodiac. Nunca falla la gallega Rodman, preparándose para su 50 aniversario en 2024 y habiendo asistido siempre a la cita barcelonesa. Desde sus astilleros en la ría de Vigo, traen los modelos que exponen en el Náutico por carretera hasta llegar al Port Vell, donde los desembarcan. Entre los expositores también se cuela la nueva marca MiM Ocean, impulsada por el jugador de futbol Leo Messi, con su perfil dibujado en las velas de estos catamaranes de lujo, y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). Su barco Barcelona se hace un hueco entre veleros exclusivos. Es el que utilizan los estudiantes de grados como Tecnologías Marinas e Ingeniería en Sistemas y Tecnología Naval para hacer un poco de práctica entre mucha teoría, haciendo excursiones mientras aprenden a poner las velas o a hacer nudos.

Lo que no ha se podido ver en este salón Náutico es el anunciado estreno de una de las principales novedades del America’s Cup Experience, el centro de divulgación de la Copa América ubicado en el antiguo Imax. Después de diversos retrasos, el espacio esperaba inaugurar este fin de semana los simuladores de los barcos que utilizarán los equipos de la regata en el litoral barcelonés el año que viene, con una precio de 8 euros que se tienen que sumar a los 15 euros de la entrada general. Habrá que esperar unas semanas más para la puesta de largo de uno de los principales atractivos para entender en qué consiste esta competición de la que tanto se habla estos días en el salón.