Después de nueve años cerrado, el característico edificio del Imax del Port Vell ha reabierto puertas. No lo ha hecho como cine, sino como el primer centro de divulgación del mundo de la Copa América, competición marítima que se celebrará en la ciudad por primera vez el verano que viene. Eso sí, se sacará provecho a su inmensa pantalla ovalada, en la que muchos recordarán haber visto películas hace tiempo.
El America’s Cup Experience servirá para explicar los entresijos de esta regata, la prueba deportiva más antigua del mundo y una de las que tiene un mayor impacto económico y mediático, solo por detrás de los Juegos Olímpicos y los mundiales de futbol. El espacio abrió hace unos días y se podrá visitar hasta mayo de 2025 —seis meses después del fin de la competición—, momento en el que acabará la concesión y se podrá retomar el proyecto de una segunda sede para el Liceu en esos terrenos. Con una zona de libre acceso y otra de pago, el recorrido para verlo todo es de unos 40 minutos. El horario será de lunes a domingo de 10 de la mañana a 9 de noche, adaptándolo a la demanda y la época del año, con la previsión de reducirlo en invierno.
Detrás del America’s Cup Experience está la sociedad AC House Barcelona, creada por los empresarios Josep Gurri, Xavier Andrades y Enrique Ordoñez, y con el apoyo del fondo Stoneweg. Tras una inversión de 7 millones de euros para poner al día el espacio y adaptarlo al nuevo uso, los promotores prevén atraer a 8 millones de visitantes, de los cuales entre 1 y 1,2 millones de visitantes creen que comprarán entrada. Para la edición de Barcelona, en términos globales, se calcula que la competición dejará 1.200 millones de euros en la ciudad y creará 19.000 puestos de trabajo.
El centro de divulgación da la bienvenida con dos foils, unas alas marinas a las que los barceloneses se acabarán acostumbrando en los próximos meses. Es este elemento lo que permite que los barcos que compiten en la Copa América vuelen por encima del agua, aunque cueste imaginárselo. Los foils reciben a los visitantes acompañados por una réplica del histórico trofeo que se llevan los ganadores.
Superada la entrada, a mano izquierda, está la zona expositiva abierta al público de manera gratuita, la más interesante. Con capacidad para 500 visitantes, aquí se explica cómo funciona la regata y se presentan a los seis equipos participantes de la edición del año que viene, poniéndoles cara y viendo los colores que llevará cada uno, a falta de que llegue el material del equipo francés, el último en sumarse a la regata.
En la zona de libre acceso también se dan detalles sobre cómo serán los barcos de la 37a edición de la Copa América, más allá de los foils, y se cuentan curiosidades como por qué sus velas son negras y no blancas, anticipándose a la sorpresa que tendrán algunos cuando vean las primeras carreras. La respuesta se encuentra en el material con el que están hechas, hilos de fibra de carbono, que, además de ser de color oscuro, son uno de los materiales con mayor capacidad de carga. En esta parte del centro, también está la tienda con los productos oficiales, con precios que van desde los 30 euros por una gorra y 35 euros por una camiseta de manga corta a los 70 euros por un polo de manga larga.
Una vez vista la parte gratuita, se puede continuar la visita. Por un precio de 15 euros, se accede a diferentes espacios en los que conocer más detalles de la competición. Hay entradas reducidas, por 12 euros, para mayores de 65 años y estudiantes, y un pack familiar de 48 euros, con cuatro pases.
En primer lugar, hay una experiencia inmersiva que se sumerge en el mar para contar la evolución que han seguido los barcos. Luego, sigue una sala presentada como túnel del tiempo en la que diversos monitores repasan la historia de la competición a lo largo de 172 años. Es el paso previo para volver a sentarse en las butacas del Imax, con espacio para 435 espectadores. En este caso, se entra para ver un corto documental de 9 minutos hecho por Mediapro, con el que se quiere transmitir la épica detrás de cada día de competición.
Una sala con diversos monitores repasa la historia de la competición a lo largo de 172 años, paso previo para volver a sentarse en las butacas del Imax
A partir de octubre, el centro expositivo de la Copa América contará con dos simuladores de los barcos que utilizarán los equipos en la competición. Con capacidad para 10 personas cada uno, emularán las sensaciones que viven los regatistas, a base de movimiento, pero también de realidad virtual y sistemas de aire y agua. Para acceder a este nuevo espacio, se tendrá que comprar otra entrada, con un precio de 8 euros. Habrá la opción de una entrada conjunta de 20 euros. Además de los simuladores, se prevén incorporar nuevas zonas en los próximos meses como una para niños. También se está estudiando la posibilidad de retransmitir las regatas desde la pantalla del antiguo cine Imax.
Para terminar, el centro de divulgación contará con dos restaurantes. Uno lo llevará el cocinero Albert Ventura, del Coure Barcelona y Andorra, y abrirá el próximo 12 de septiembre. Estará en la planta superior del edificio, con una terraza con vistas al Port Vell y a una de las bases de los equipos participantes, el Ineos Britania. El segundo restaurante ya está en marcha y se encuentra a pie de mar.