El consorcio empresarial que lideran QEV Technologies y BTech para optar a la reindustrialización de las factorías que ha dejado inoperativas la marcha de la multinacional nipona Nissan, en la Zona Franca de Barcelona, ha definido su estrategia industrial para los próximos años, si se adjudican el proyecto.
El consejero delegado de QEV Technologies, Joan Orús, ha concretado que dentro de tres años estarían produciendo 100.000 vehículos eléctricos anuales y tendrían una plantilla de 1.000 personas, la mayoría formada por los antiguos trabajadores de Nissan —ahora hay unas 1.400 personas que están en paro—. Para el también fundador de QEV, “el sueño” de reindustrializar la antigua Nissan “no es por la fábrica, los robots o las líneas de ensamblaje; es porque hay más de 1.000 personas que saben hacer vehículos”. “Nuestro proyecto quiere ser el segundo paso de la cultura del automóvil que existe en nuestro país, con una industria que no podemos perder y a la que queremos dar continuidad”, dijo.
Orús ha dado detalles este miércoles de la estrategia de la compañía y de sus planes para la planta de Nissan, a partir de 2023, durante un acto en Nissan Zona Franca, en el que ha presentado la marca de vehículos comerciales eléctricos Zeroid —una gama de cinco modelos de furgonetas eléctricas destinadas a empresas de reparto de última milla y un autobús urbano—, sobre la que girará su proyecto para las factorías de Zona Franca. Mientras BTech, según Orús, se encargará de relanzar la marca Ebro, inicialmente con la fabricación de un modelo elèctrico de pick up. En concreto, Zeroid prevé alcanzar los 60.000 vehículos anuales en tres años, mientras que la ingeniería de Martorell Btech añadiría los 40.000 vehículos restantes.
Los impulsores del proyecto, llamado hub de descarbonización o hub de electromovilidad D-Hub, han reclamado “rapidez” a los gobiernos para cerrar lo antes posible los flecos pendientes de la mesa de reindustrialización de Nissan y empezar a fabricar en 2023. “Lo único que queremos es agilidad, negociaremos con quien sea pero que sea rápido”, ha dicho Orús. Señaló que su intención sería poder contratar este próximo junio entre 100 y 200 trabajadores de Nissan para empezar a preparar las líneas de ensamblaje.
El lanzamiento y producción de la marca Zeroid supondrá una inversión de 200 millones de euros en tres años, que QEV Technologies prevé obtener con varias ampliaciones de capital que darían entrada a nuevos socios y que se sumarían a los entre 100 y 150 millones que el hub ha pedido a las administraciones —a través, entre otros instrumentos, de los recursos europeos del PERTE VEC– en ayudas, financiaciones y préstamos a largo plazo. El coste global del proyecto del hub de QEV y Btech alcanza los 800 millones de euros.
Los planes de negocio de QEV pasan por la comercialización de los cinco modelos de vehículos industriales eléctricos por un precio que oscilará entre los 20.000 euros y los 120.000 euros para las unidades mayores y con mayor autonomía de batería. La gama va de una autonomía de 40 kilómetros/hora a los 140 kilómetros/hora, y de una carga de 700 kilos al máximo de 4.500 kilos.
Plataformas para autobuses y deportivos de competición
Asimismo, QEV Technologies prevé potenciar la plataforma que ha diseñado para autobuses eléctricos urbanos con acuerdos empresariales con compañías fabricantes de carrocerías —“con importantes marcas existentes en nuestro país”, insistió Orús— para internacionalizar su comercialización. De hecho, el consejero delegado recalcó que el hub de descarbonización tendrá el máximo de proveedores locales y nacionales posible. “De momento, las baterías eléctricas habrá que importarlas de China y Corea, pero a la espera de que estén desarrolladas las fábricas nacionales”, manifestó y avanzó que están en conversaciones para un proyecto en Valencia, con Power Electronics.
El consejero delegado Joan Orús —que lanzó la compañía en 2013— confirmó que QEV mantendrá su sede corporativa en Montmeló, muy próxima al Circuit de Barcelona-Catalunya, donde centralizará las oficinas técnicas y de desarrollo de los modelos, tanto de la marca Zeroid como de la línea motorsport, los modelos deportivos eléctricos fabricados por QEV Technologies destinados a competición. De hecho, fue una de las firmas impulsoras de los campeonatos de rallycross como la Fórmula E y compite en el Extreme-E. Aunque también ha desarrollado modelos de vehículos eléctricos para terceros, como Cupra o Hispano Suiza –con la serie limitada del modelo Carmen Boulogne–.