“Bienvenido, ya estás en casa”, anuncia el cartel lumínico situado en la entrada del vestíbulo del nuevo Yurbban Ramblas Boutique Hotel. Una frase que resume la esencia del lugar de forma honesta y directa, puesto que se convierte en un verdadero refugio para el viajero en pleno corazón de Barcelona.
Su emplazamiento, en la parte alta de La Rambla y junto a la fuente de Canaletas, lo convierte en un privilegiado dentro del universo hotelero, puesto que regala vistas a la mítica rambla barcelonesa en 23 de las 43 habitaciones de las que consta el hotel. El proyecto, fruto de una reforma integral de un edificio catalogado de 1889, debiene el tercer hotel de la marca Yurbban en Barcelona y entra a ampliar la cartera de habitaciones que el grupo catalán Smart Rooms Company tiene bajo sus diferentes marcas Yurbban, Uma House, Uma Suites y The Spot for Living
Se trata de todo un reto gestado en plena pandemia que ha revolucionado al propio grupo. “Durante la pandemia sufrimos mucho y tuvimos dos opciones, escondernos y esperar a que pasara la tormenta o intentar buscar nuevas oportunidades a fin de mantener la misma estructura. Como los ingresos bajaban, necesitábamos el doble de proyectos para seguir y decidimos buscarlos. Fruto de ello surgieron varias cosas, una de ellas es el Uma Pau Claris, un hostal cerca de Plaza Urquinaona, y el Yurbban Ramblas. Para este último estuvimos negociando cerca de un año y como resultado hoy tenemos el hotel y próximamente el restaurante, la antigua cervecería Baviera, que actualmente está en fase de reforma”, explica Oriol Serra, fundador y CEO de Smart Rooms Company.
El proyecto de interiorismo del nuevo Yurbban Ramblas es obra del estudio barcelonés WIT Architect, con Carla Navas y Victor Molina a la cabeza. Los artífices, destacan la mezcla de matices modernistas e industriales, con claras reminiscencias a Barcelona, para crear un interiorismo relajado y acogedor, donde los huéspedes puedan sentir que se alojan en su propio apartamento, alejado del concepto tradicional de hotel. Siguiendo esta idea, la entrada del hotel a pie de calle pasa desapercibida, el mostrador de recepción se convierte en una mesa común compartida por el personal y los huéspedes, las zonas comunes devienen espacios serenos que invitan a disfrutar de una lectura o una charla amena, como si del salón de su casa se tratara.
Una vez en las habitaciones, el empleo de la madera, una iluminación sutil y detalles de diseño vanguardista e innovador aportan mayor confort al espacio. Eso sí, como reconoce Iñigo Orbaneja, director del hotel Yurbban Ramblas, “nuestro máximo lujo es que estamos en la Rambla. Si te tumbas en la cama —otro lujo— ves a la gente pasar a la vez de que disfrutas de un envidiable silencio”.
Para darle el alma local al hotel, a lo largo de todo el establecimiento se exhiben obras fotográficas donde Barcelona juega un papel protagonista. De la mano de la fundación Photographic Social Vision, la colección Barcelona Street Photography ofrece un amplio abanico de puntos de vista sobre la esencia de la ciudad, captados a través de las cámaras de artistas locales como Maite Caramés, Alicia Omedes, Renata D’Angelo y Bonaventura Durall. “Siguiendo el lema de Yurbban de Live as a Native, tratamos de reproducirlo desde diferentes ámbitos, sea desde el cultural, a través de diferentes disciplinas artísticas (fotografía en Yurbban Ramblas o esculturas en Yurbban Passage), al gastronómico, ofreciendo productos de Km 0. Y es que con este hotel queremos reivindicar y recuperar la esencia catalana en el corazón de la Rambla”, comenta Gabriela Fernández, directora de márketing de Smart Rooms. En línea con ello, el nuevo restaurante con el que contará el hotel y cuya apertura está prevista para verano, toma las raíces catalanas para dar forma a una propuesta gastronómica de proximidad, “una cocina catalana y a la brasa”, tal como apunta el propio CEO del grupo.
La expansión de Smart Rooms Company
Paralelamente a las nuevas aperturas en la capital catalana, hace escasos meses el grupo ha dado el salto a Estados Unidos abriendo su primer hotel, el Uma House by Yurbban South Beach, en Miami. “Para nosotros entrar en el mercado estadounidense ha sido una gran oportunidad. Hemos creado sociedad allí, tenemos una pequeña estructura con la que queremos seguir creciendo”, comenta Oriol Serra. Con apenas dos meses operando, la acogida “ha sido brutal”, superando cualquiera de las expectativas más optimistas. “Si bien es cierto que acostumbramos a ver Estados Unidos como un mercado muy desarrollado al que poco hay que enseñarles, creo que hay un hueco que podemos ocupar siguiendo nuestros valores de responsabilidad social y medioambiental basados en una misión: hacer feliz a la gente, tanto a los clientes como a los inversores, pasando por el propio equipo”, explica Serra.
Esta nueva aventura estadounidense se suma a la oferta en living (con residencias de estudiantes y co-living) que tiene el grupo en Colombia, ampliando su cartera en más de 1.000 habitaciones. Una cifra que en breve verá aumentarse con la apertura de un nuevo Yurbban en Palma de Mallorca, prevista para este verano, y con la volutad de la compañía de afrontar el futuro con vistas a nuevos mercados. “Actualmente, estamos en tres países. Operamos desde Barcelona, con la idea de ir creciendo por el resto de España, Portugal y luego Europa; en Bogotá, con proyección por Latinoamérica; y Miami, con voluntad de expandirnos también por Estados Unidos”, detalla Serra.
Una década de trayectoria
Smart Room Company acaba de celebrar su décimo aniversario. A lo largo de esta década la compañía se ha visto azotada por el atentado en la Rambla, las manifestaciones posteriores al 1 de octubre y la pandemia de la covid-19, que supuso un cierre temporal de los establecimientos. Sin embargo, a pesar de la adversidad y de afrontar “unos inicios muy duros y complicados”, la actividad siguió adelante con una fuerte apuesta por el lifestyle hotelero en la capital catalana que a día de hoy se traduce en nuevos activos y una clara proyección de futuro.
“La marca Barcelona se ha estancado un poco, pero a la vez creo que a los catalanes nos falta un poco de ambición y creernos que tenemos una ciudad potente. Se habla mucho del turismo de calidad pero parece como si hubiera una contradicción entre aquello en lo que se está apostando y lo que se quiere. Para ello, debe definirse muy bien lo que se quiere y, en este sentido, creo que la vinculación público-privada debe ir de la mano”, apunta el CEO de Smart Rooms.
A pesar de la adversidad y de afrontar “unos inicios muy duros y complicados”, la actividad siguió adelante con una fuerte apuesta por el lifestyle hotelero en la capital catalana
“Al sector hotelero a menudo se nos ha demonizado como los culpables de la gentrificación o de otros males que pueda sufrir Barcelona. Sin embargo, se trata de un promotor que contribuye a que se conozca la ciudad, que la gente nos visite y que se desarrollen otros tejidos y otras industrias. Creo que en la ciudad deben establecerse una serie de bases como la limpieza y la seguridad y, a partir de aquí, buscar proyectos y ser ambiciosos”, añade Serra.
Mientras eso ocurre, el nuevo Yurbban Ramblas resulta un buen punto de encuentro para disfrutar siendo y sintiéndose como un local. Y de paso, como ocurre con todo aquel que bebe de la fuente de Canaletas, quien bebe de Yurbban Ramblas vuelve a Yurbban y vuelve a Barcelona.