La plaza Urquinaona cuenta con un nuevo símbolo. La estatua El Saltador, de Jordi Díez, rinde homenaje a la ciudad encarnando valores universales como la tolerancia y el coraje, según su autor. El artista internacional ha inaugurado su nueva obra, que se erige bajo la Torre Urquinaona, en el lateral de la plaza junto a Roger de Llúria.
La escultura representa un saltador de trampolín en el instante en el que empieza a entrar en el agua, después de la caída. Se sumerge en una superficie de acero que ya le cubre hasta medio torso y que salpica metal a su alrededor.
La superficie que recibe al saltador simboliza el mapa de la capital catalana, lo que para el autor representa “una invitación a penetrar en la profundidad de Barcelona con espíritu nuevo”. Propone a los ciudadanos adentrarse en “una dimensión más valiosa de la ciudad desde el compromiso y la determinación”.
La figura, que parece haber saltado desde lo alto de la Torre Urquinaona, mide tres metros de alto y es de acero inoxidable. La pieza, realizada íntegramente por Jordi Díez en un año, está inspirada en el saltador de trampolín británico Tom Daley. La iniciativa ha sido promovida y financiada por The 19h Hole del Grup Enjoybcn, que cuenta con un espacio para profesionales en la Torre Urquinaona.