Adolfo Blanco, fundador A Contracorriente Films
Adolfo Blanco, socio fundador de A Contracorriente Films, propietaria de los Cines Verdi. ©Grisphoto

Los cines Verdi saltan a Internet con una plataforma de pago por película

El emblemático complejo multisala de Gràcia lanza una plataforma para poder ver cine online y complementar así los ingresos de las empresas exhibidoras, muy tocadas por la pandemia. Ya hay cien cines que se han adherido a la iniciativa y que disponen ahora de una pantalla más, ubicada en el salón de los espectadores.

Hablar de los cines Verdi es hablar de tardes de cine en mayúsculas. Es hablar de Barcelona. De las calles y plazas de Gràcia. De cinéfilos empedernidos. De buscadores de emociones y de relatos que llenen el espíritu. Es hablar de una historia de ilusión, de innovación y especialmente de superación. Porque el emblemático multisala en versión original ha estado varias veces en la cuerda floja, a punto de desaparecer, pero siempre ha logrado salir adelante, adaptándose a los cambios de hábitos, sorteando las crisis económicas y ahora también una pandemia que de nuevo le ha obligado a reinventarse.

Es una etapa llena de dificultades, con aforos restringidos y con muchos espectadores todavía temerosos de acudir al cine como lo hacían antes. Pero los Verdi tienen la suerte de tener ahora detrás al grupo de distribución cinematográfica A Contracorriente Films, que salió al rescate de las emblemáticas salas en 2014 y que actualmente posee el 100% del accionariado. Gracias a la trayectoria de éxito de Acontracorriente Films y al carácter emprendedor de sus socios fundadores, los Verdi acaban de dar un nuevo paso con el lanzamiento de Sala Virtual De Cine, un proyecto con el que dan el salto a Internet.

Se trata de una decisión de futuro que busca, de nuevo, adaptarse al contexto y a las nuevas generaciones empleando de palanca la tecnología y un elemento muy importante: ahora más que nunca el consumidor está dispuesto a pagar por buenos contenidos sin necesidad de moverse de casa; basta con ver los millones de abonados que han conseguido las grandes plataformas de streaming internacionales.

“Abrimos una nueva ventana de exhibición que no debe ser vista por los cines como una ventana enemiga, sino como el complemento ideal para su negocio. Desembarcamos en el mundo online sin renunciar a un solo espectador en sala”, afirma Adolfo Blanco, socio fundador de A Contracorriente Films.

Abrimos una nueva ventana de exhibición que no debe ser vista por los cines como una ventana enemiga, sino como el complemento ideal para su negocio

Según Blanco, cada vez que un espectador ve una película a través de esta sala virtual genera un ingreso que contribuye al mantenimiento y supervivencia de las salas físicas. Así, Sala Virtual de Cine no es una plataforma exclusiva para los Verdi, sino abierta a todo el sector de la exhibición y actualmente ya hay cien cines de toda España adheridos a la iniciativa.

“Cuando entras en la web y te registras, debes seleccionar cuál es tu cine habitual, lo que permite que ese cine se quede con una parte del precio que pagas por la película. Es un concepto revolucionario que hemos creado este 2020, en plena pandemia, aunque llevábamos ya dos años trabajando en el proyecto”, explica Blanco en una entrevista con The New Barcelona Post.

Adolfo Blanco acumula una trayectoria de más de 30 años dedicados al sector del cine. ©Grisphoto

Según el empresario, la diferencia con las grandes plataformas de streaming es que Sala Virtual de Cine no funciona como un modelo de suscripción mensual, sino que únicamente permite el pago por película visualizada. Otro elemento diferenciador es que se trata también de una ventana de estrenos, ya que algunos films pueden verse de forma simultánea a su debut en los cines.

Hay muchas películas que en sala tienen un período de exhibición muy corto y que rescatamos rápidamente en Sala Virtual de Cine, les damos continuidad, ya que los cines tienen un número de salas y sesiones limitadas”, apunta Blanco. Habitualmente, cuando se estrena una película los cines tienen una ventana o periodo protegido para la exhibición en exclusiva de 112 días. Sin embargo, el sector está cambiando y la rigidez de estas normas que han definido una era también se va difuminando.

“No se trata de eliminar la ventana de protección en todas las películas —argumenta Blanco—, sino de hacer trajes a medida; lo evaluaremos caso a caso, porque hay películas que claramente no requieren de un periodo tan largo de protección, porque en las salas no necesitan exhibirse tantos días”. Uno de los films que se estrenará de forma simultánea en las salas físicas y en la virtual es la película documental italiana Fellini de los Espíritus.

Imagen de la página web de Sala Virtual de Cine.

En Sala Virtual de Cine pueden encontrarse películas de oferta, al precio de 1,99 euros, y también grandes clásicos, a 2,99 euros. Los estrenos pueden visualizarse en casa pagando 6,99 euros. Otro de los puntos fuertes de Sala Virtual de Cine será la oferta de documentales de arte de alta gama, un segmento de mercado muy de nicho que los Verdi han logrado fidelizar con éxito.

Es un modelo de negocio solidario con nuestros cines y abierto a todo el sector

Según el socio de A Contracorriente Films, la plataforma es como una sala más de los cines asociados, ya que pueden exhibir en ella las películas que ya han retirado y seguir obteniendo así ingresos. “Es un modelo de negocio solidario con nuestros cines y abierto a todo el sector”, asegura Blanco, que añade que se trata de un complemento para las salas que permite llegar también a esos espectadores que no van al cine. “Hacemos accesible cualquier película a cualquier espectador”, enfatiza.

Superar el año más difícil

Los Verdi han lanzado este proyecto en un año marcado por los decretos que han cerrado, abierto, vuelto a cerrar y vuelto a abrir las salas por el coronavirus. “Un cierre más y nos matan. Las consecuencias de la pandemia para el sector del cine son tremendas. La gente debe entender que las salas son seguras y que el aforo está limitado al 50%”, subraya.

Blanco, sin embargo, admite que los Verdi están mejor de afluencia que otras salas, ya que se nutren “de un público joven, muy inquieto intelectualmente y fidelizado”. El multisalas está estrechamente ligado con la vida social y cultural de Gràcia y ejerce de locomotora para muchos negocios de la zona, especialmente de los bares y restaurantes próximos a las salas. “Son miles las personas que nos visitan cada semana; si estamos cerrados, en el barrio se nota”, considera Blanco. En junio, para celebrar la primera reapertura con el barrio comercializaron entradas a precios populares, a 2,90 euros, con la asistencia de 10.000 espectadores en solo siete días.

Los Verdi proyectan películas en versión original desde 1987. ©Grisphoto

A Contracorriente Films ha podido compensar la caída de espectadores en sus salas —poseen nueve en Barcelona y 17 en Madrid— con el incremento de la demanda de películas por parte de las grandes plataformas de streaming. La pandemia ha disparado el consumo de horas de televisión y la empresa distribuidora ha vendido muchos más films de lo habitual a estas compañías online, que necesitaban ampliar su catálogo. Así, la compañía prevé cerrar el ejercicio de 2020 con unos ingresos similares a los de 2019, todo un logro con todo lo que ha ocurrido.

A Contracorriente Films, una historia de éxito

El grupo A Contracorriente Films, con sede en Barcelona, facturó 26 millones de euros el pasado año y está considerado como la principal distribuidora de cine de capital español. Hay que tener en cuenta que el 86% del sector está controlado por las distribuidoras de películas de las majors americanas, es decir, de los grandes estudios de Hollywood. Del 14% restante,  A Contracorriente controla un tercio del mercado, lo que la convierte en la mayor de las distribuidoras independientes o desvinculadas de las major (controla una cuota global del 4%). Su catálogo de clásicos, como La Dolce Vita de Fellini, supera los 1.500 títulos.

Con una plantilla de cien trabajadores, la empresa nació hace once años como una spin off de Notro Films, una distribuidora que Adolfo Blanco había fundado tras dejar el grupo Planeta y que vendió al grupo audiovisual Vértice 360. Tras la venta, todo el antiguo equipo de Notro volvió a emprender con A Contracorriente Films, una empresa que mantiene el ADN de la distribución, pero que se ha verticalizado y ha entrado también en producción —ha coproducido 24 películas— y en exhibición. Pertenece a varios socios, siete de los cuales trabajan en el grupo y hay otros de perfil más financiero.

La película francesa Intocable fue el gran éxito de la distribuidora catalana.

En su actividad original, distribuyen unas 25 películas al año, es decir, gestionan un estreno cada dos semanas. Su foco es el cine europeo comercial y el denominado cine feel good, es decir, el que da buen rollo. La cadena Cinesa es su principal cliente. Su gran campanazo fue la distribución de la película Intocable, que se convirtió en la cinta europea de habla no inglesa más taquillera.

A Contracorriente estrena hoy El Padre, la película más importante del año para la empresa, ya que está protagonizada por dos grandes: Anthony Hopkins y Olivia Colman. Es un film que en casi todo el mundo distribuye Sony, pero que en España pertenece a la empresa catalana.

A Contracorriente Films distribuye la película El Padre.

En 2012, A Contracorriente entró en el sector de la exhibición con la compra de los cines Conde Duque de Madrid, a los que en 2014 se sumaron los Verdi, por lo que hoy explotan un total de 26 salas.


LOS VERDI, EL LEGADO DE UN VISIONARIO, ENRIC PÉREZ FONT

Los cines Verdi nacieron en 1987 de la mano de Enric Pérez Font, un visionario apasionado del séptimo arte y, en especial, del cine de autor que apostó por instalar en Gràcia el primer multicines de Barcelona en versión original. En la ciudad había otras salas especializadas en la proyección de películas no dobladas, como el Capsa o el Casablanca, pero tenían sólo una pantalla.

El carismático interior de los Cines Verdi. ©Grisphoto

Tras el éxito inicial, los Verdi crecieron al pasar de cinco a nueve pantallas al alquilar un inmueble contiguo, con acceso por la calle Torrijos, el denominado Verdi Park. Las salas sufrieron diversos altibajos, con años mejores que otros y sorteando diversas crisis. En 2013, sin embargo, se encendieron las luces de alarma y se publicaron muchos artículos apocalípticos en la prensa barcelonesa que auguraban el cierre del complejo de Gràcia por la delicada salud de la empresa. Y fue entonces cuando A Contracorriente films acudió a la llamada de salvación de los Verdi, que eran, por cierto, uno de los mejores clientes de la distribuidora.

Adolfo Blanco recuerda muy bien lo difíciles que fueron las negociaciones para el plan de rescate del multisalas. “Tiré la toalla varias veces”, asegura, pero si los Verdi cerraban “era una catástrofe para A Contracorriente, porque perdíamos una de nuestras principales ventanas. Había que intentarlo”.

Logramos sacar a los Verdi de la UCI a base de remar y remar y ¡ahora va y llega la Covid!

Y así fue como, gracias al apoyo de Triodos Bank —que ya había concedido un balón de oxígeno al fundador de los Verdi—, del Institut Català de Finances (ICF) y del Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC), A contracorriente se convirtió en el accionista mayoritario de los cines. “Logramos sacar a los Verdi de la UCI a base de remar y remar y ¡ahora va y llega la Covid!”, exclama Blanco.

Hace un año, Enric Pérez salió del accionariado de los Verdi, que ahora tiene un único accionista. La empresa, además, ha asegurado el futuro del complejo al adquirir también el inmueble que alberga las salas, con el apoyo financiero de nuevo de Triodos Bank y el ICF. Este año, A Contracorriente Films ha ganado la 6ª edición del Premio Triodos Bank, que organiza anualmente la entidad europea.