El Mobile World Congress (MWC) sigue pisando fuerte el acelerador. La feria tecnológica, la más importante que se celebra en la ciudad, ultima los detalles de su próxima edición con la previsión de que todo sea “más grande y mejor”, en palabras de Mats Granryd, director general de la GSMA, la asociación encargada de organizarla.
Después de superar sobradamente las expectativas el año pasado, situándose de nuevo por encima de la frontera de los 100.000 congresistas, el salón espera que este año la asistencia vuelva a aumentar. Contribuirá la participación de los congresistas asiáticos, a la espera de acabar de ver si participa DeepSeek, la compañía china que ha puesto patas arriba la economía internacional con su modelo de IA más barato en comparación con sus competidores estadounidenses.
Eso sí, como hace años que repiten los organizadores, el foco del MWC no está tanto en crecer por crecer, que tampoco resta, sino en atraer a aquellos directivos de más alto nivel. Es decir, los que tienen poder de decisión para cerrar acuerdos y asegurar inversiones para las principales multinacionales tecnológicas de todo el mundo. “Vamos a ser más, pero esto no es lo importante, sino traer a la gente correcta”, remarca Granryd.
Lo que también crecerá será el impacto económico que dejará el MWC en la ciudad. Si en 2024 fue de unos 500 millones de euros, se prevé que suba “significativamente” este año, tal y como subraya el consejero delegado de la GSMA, John Hoffman. Se llegará hasta los 540 y 550 millones de euros. La estimación que anualmente se da para cuantificar lo que supone el salón incluye tanto el gasto en la economía anfitriona debido al MWC como los impuestos que recauda el Gobierno con su celebración. Desde la llegada del Mobile a Barcelona, en 2006, ha dejado unos 7.000 millones de euros.
Desde el lunes 3 de marzo hasta el 6 de marzo, unos 2.700 expositores participarán en esta edición del MWC en la que la inteligencia artificial volverá a ser la gran protagonista. “Puedes sentir la misma energía que hubo cuando emergió la industria del móvil. Todo es posible y va a pasar”, expone Hoffman. Algunos expositores vendrán por primera vez como Alibaba Cloud, China Unicom, Databricks, Indra, KDDI Spherience, Liberty Global o Siemens. Los preparativos de los expositores más grandes como Huawei y Ericcson empiezan semanas antes. Así lo ha detectado el Integrated Systems Europe (ISE), el otro gran salón tecnológico de la ciudad que no puede acabar de llenar todo el recinto ferial por la coincidencia con el MWC.
Con todo, el Mobile está completamente lleno. Más cuando el 80% de los estands ya se reservaron antes de que acabase la anterior edición. Están exprimiendo cada metro cuadrado del recinto ferial, recalca Hoffman. Por ello, los organizadores del Mobile miran con ganas al proyecto de ampliación de Fira Gran Via, con la mirada puesta en 2027, cuando estará terminado un nuevo pabellón con el que se llegará a una superficie total de 300.000 metros cuadrados. Este año se ha podido salvar, ganando espacio con el traslado del Talent Arena hasta el recinto de Montjuïc, pero el año que viene habrá que tirar de imaginación, con estructuras externas o con más expositores de más de un piso.
Los artilugios que enseñarán los estands se complementarán con 1.200 ponentes, entre los que estarán la vicepresidenta de la Comisión Europea Teresa Ribera, el consejero delegado de Multiverse, Euan Blair, el presidente y consejero delegado de Lenovo, Yang Yuanqing, el presidente de FCC, Brendan Carr, o la consejera delegada de Agility Robotics, Peggy Johnson. Un 40% de los ponentes serán mujeres.