El Mobile World Congress (MWC) superó las expectativas y se volvió a situar por encima de la frontera de los 100.000 asistentes en la edición de este año, una meta que consiguió por primera vez en 2016 y de la que se había alejado con la pandemia. El crecimiento de los congresistas se acompañó de un nivel cada vez más alto de los ejecutivos que participan en el salón, con la mitad de los asistentes con un cargo directivo o superior, una apuesta que los organizadores de la feria han ido reforzando en los últimos años.
Olvidándose poco a poco del parón que provocó la covid, el Mobile consiguió otro hito en la edición 2024, superando por primera vez un impacto económico de más de 500 millones de euros, concretamente, situándose en los 502 millones de euros. La estimación que anualmente se da para cuantificar lo que supone el salón incluye tanto el gasto en la economía anfitriona debido al MWC como los impuestos que recauda el Gobierno con su celebración.
A partir de un informe de la GSMA, organización que se encarga de organizar el salón, se ha concluido que la cifra de este año más que duplica la que se obtuvo en la primera edición que se hizo en Barcelona, hace ya 18 años, en 2006. Con todo, la feria suma más de 6.300 millones de euros aportados a la economía local desde que llegó a la capital catalana.
Más allá del desembolso que supuso el salón, se contrataron a más de 9.200 trabajadores temporales para dar respuesta a las necesidades de la propia GSMA, pero también de Fira de Barcelona y de las empresas participantes. En total, desde 2006, se estima que el MWC ha generado más de 160.000 empleos a tiempo parcial, muchas veces, los primeros trabajos de jóvenes que llenan la hucha trabajando durante una semana.
“El MWC y Barcelona es la combinación perfecta de innovación, colaboración y éxito mutuo. Sin el apoyo de la ciudad anfitriona y de la gente de Barcelona, no podríamos organizar un evento tan exitoso, año tras año”, ha valorado John Hoffman, consejero delegado de la GSMA, quien hace pocos días se ha despedido de su hasta ahora director general, Mats Granryd. “El anuncio del impacto económico del MWC en Barcelona es un mensaje de confianza en la ciudad y es una prueba de nuestro éxito compartido. Tras 18 años de relación, podemos afirmar que el MWC es mucho más que un congreso para Barcelona, y que Barcelona es mucho más que una ciudad para la GSMA”, ha añadido el teniente de alcalde de Economía de Barcelona, Jordi Valls.