“Tengo el honor de ser el hombre más feliz del mundo, porque tengo el mejor trabajo del mundo: ser el alcalde de la mejor ciudad del mundo”. Así ha empezado este martes por la noche Jaume Collboni su conferencia en el Cercle d’Economía, la primera que pronuncia ante los socios de este importante lobby académico y empresarial desde que ocupa el cargo. En su intervención se ha esforzado en marcar, claramente, un antes y un después en las relaciones del consistorio con los diferentes actores económicos y sociales, a los que ha propuesto “un nuevo compromiso” que permita impulsar conjuntamente la ciudad y “recuperar el orgullo de ser barcelonés”.
“Barcelona necesita recuperar la autoestima; lo tiene todo para que le vaya bien”, ha expresado, poniendo en valor su “potente tejido cívico y social, bien trabado y con capacidad de iniciativa” y recordando a figuras como Antoni Vila Casas, que han contribuido decisivamente a tener una ciudad mejor. “Nos faltaba una cosa: tener un buen alcalde. Yo, humildemente, espero serlo”, ha afirmado Collboni ante una audiencia que hacía tiempo que ansiaba un cambio de talante, con Xavier Trias escuchándole en primera fila.
“La ciudad pide diálogo y entendimiento”, “hay que generar confianza y rebajar la crispación para buscar acuerdos con el conjunto de la ciudad y de sus entidades”, “haremos de la normalidad institucional y de las relaciones con todas las asociaciones la divisa de nuestra forma de gobernar”, ha afirmado Collboni en diferentes partes de su discurso, destacando la audiencia que ha mantenido esta semana con el Rey y “la actividad frenética” de reuniones con todo tipo de sectores que llenan su agenda estos primeros cien días. También ha querido dejar claro que “Barcelona no estará sujeta a ninguna coyuntura política” y que su gobierno trabajará con la vista a largo plazo, pensando en proyectos de cara al año 2030 y 2050.
Reunión de los agentes sociales el 22 de noviembre
“El diálogo y la capacidad de acuerdo, no es un signo de debilidad, al contrario, es un signo de fortaleza y de capacidad de generar progreso. Debemos dejar atrás la confrontación y la polarización estéril y dialogar en defensa de los intereses de Barcelona”, ha subrayado justo antes de realizar un primer gran anuncio: la convocatoria de una reunión entre los agentes sociales el próximo 22 de noviembre en la que participarán UGT, CCOO, Pimec y Foment del Treball. “Ponemos de nuevo en marcha el diálogo social en Barcelona —ha expresado– para canalizar la participación de los agentes sociales en todos los retos que tiene la ciudad”.
“El diálogo y la capacidad de acuerdo, no es un signo de debilidad, al contrario, es un signo de fortaleza y de capacidad de generar progreso”
En este sentido, se ha comprometido con el mundo empresarial que trabajará “para generar un marco de confianza institucional y confianza en el marco jurídico” que permita, por ejemplo, el retorno de las empresas que se marcharon en el punto más álgido del procés. También reiteró su objetivo de articular en el pleno del ayuntamiento “una mayoría progresista” para poder gobernar, aunque manifestó su voluntad de “llegar a acuerdos y no cerrar las puertas a nadie”.
El acceso a la vivienda, el “drama social” de la ciudad
El reto más urgente con el que se debe intensificar la “tradicional” colaboración entre la iniciativa pública y la privada es el de la vivienda, que considera “un auténtico drama social” y la “principal fuente de desigualdad” por la falta de pisos asequibles, lo que expulsa a la población. Se ha mostrado de acuerdo en considerar a todo el municipio como una zona tensionada para poder aplicar la normativa de regulación del precio de los alquileres, una medida que cree que “no es la solución, pero que sí es paliativa, ya que urge detener la escalada de precios”. Los socios del Cercle, que trabajan en una nota de opinión centrada en la vivienda, le han hecho saber que no están de acuerdo con este tipo de regulaciones, pero Collboni les ha respondido que “si no hacemos nada, el precio de los pisos seguirá subiendo”. “La no regulación nos ha llevado a una situación de precios disparados”, sentenció.
“Debemos ser capaces de movilizar mucho más esfuerzo público y privado para incrementar la oferta de vivienda y conseguir contener o rebajar los precios”, consideró, reafirmando que su gobierno flexibilizará la normativa que obliga a destinar el 30% de las nuevas promociones a viviendas de protección oficial, una medida aprobada en el anterior mandato y que cree que “no ha dado los resultados esperados”, todo lo contrario, “ha sido contraproducente”. Aun así, no prevé eliminar el 30%, sino consensuar con el resto de grupos municipales una nueva propuesta que contribuya a facilitar el acceso a la vivienda, evitando crear una mayor inseguridad jurídica a los promotores.
Collboni se ha referido a los grandes eventos que contribuirán a generar autoestima y a “expresar la mejor Barcelona en el mundo, a la vez que dejan un importante legado”, como la Copa América, la Capital Mundial de la Arquitectura o las nuevas ferias que vendrán a Fira de Barcelona. En todos estos eventos es clave la colaboración público-privada, que ahora toca “renovar”, pero no por motivos coyunturales, sino “por convicción” y respeto a una larga tradición que constituye una de las “virtudes de la ciudad”.
Collboni también ha anunciado que la Guardia Urbana ha incrementado su plantilla, hasta sumar 3.500 efectivos, una cifra que supone “un máximo histórico” y que se verá también reforzada con el despliegue de otros 216 Mossos d’Esquadra. “Poner orden en el espacio público y el incremento de la seguridad son políticas básicas”, ha dicho, proclamando que el consistorio “va muy en serio en contra de los incívicos”. También sacó pecho por la baja tasa de paro en la ciudad, del 5,7% frente al 7,9% de Madrid, y por los resultados que ya está dando el plan Barcelona Green Deal impulsado cuando era teniente de alcalde.
Barcelona, capital europea del chip
En esta nueva etapa, enfatizó, “Barcelona debe decir sí; o, en todo caso, decir por qué no. Tenemos que atrapar las oportunidades al vuelo, como habíamos hecho siempre”. Ha sido en este punto cuando se ha referido a la gran oportunidad que cree que la capital catalana tiene ahora sobre la mesa: “hacer un cambio de escala y convertirse en una de las capitales europeas del chip”, en referencia a la necesidad de que tiene Europa de producir localmente chips y semiconductores para no tener que depender de Asia. Ha recordado que la ciudad ya tiene equipamientos como el supercomputador Marenostrum o el sincrotrón Alba, además de empresas con Cisco o ferias como el ISE y el MWC. “Debemos ir a por todas y no dejar pasar ni una oportunidad”, reiteró, recordando el proyecto que ya se ha presentado para poder acoger una sala blanca de diseño de chips aprovechando los recursos de 12.000 millones de euros procedentes de los fondos Next Generation del Perte Chip.
“Barcelona debe decir sí y atrapar las oportunidades al vuelo”
Collboni también ha anunciado que el Ayuntamiento de Barcelona incrementará en este mandato de 20 millones a 60 millones la inversión en los fondos Barcelona Accelera y Barcelona Deep Tech, que creó en el marco de la agenda económica Barcelona Green Deal para invertir en sociedades de capital riesgo privadas que invierten en empresas tecnológicas emergentes. “Hay que hacer un mayor esfuerzo en favorecer la capitalización de las startups y scaleups de la ciudad”, ha destacado, recordando que esta inversión pública inicial de 20 millones ha levantado una inversión privada de 100 millones.
A preguntas de los socios del Cercle d’Economía, sobre la ampliación del Aeropuerto del Prat ha considerado que “el debate está mal planteado” y que primero debe debatirse socialmente cuál es el modelo económico de futuro que se quiere para Barcelona y para el conjunto de la región metropolitana. “No hablemos de las pistas, hablemos primero sobre qué modelo queremos. ¿Queremos estar mejor conectados al mundo para atraer mejor talento y turistas de mayor calidad?”, se ha preguntado, respondiendo que si se quiere esto, es necesario tener las máximas conexiones directas con ciudades de Estados Unidos y Asia para ir a buscar este perfil de visitantes. “No hay que tirar la toalla, hay que replantear el debate y ganarse la opinión pública”, concluyó, ofreciendo su apoyo al presidente Pere Aragonès “para poder abordar este debate” de país.
Ampliar el ámbito y las competencias metropolitanas
Collboni se felicitó por las recientes declaraciones del Gremi d’Hoteles, que anunció el inicio de una nueva etapa que no pasa por priorizar el volumen sino la calidad de los visitantes. “Por fin”, ha dicho el alcalde, recordando que “Barcelona es una ciudad con turismo, no una ciudad turística, puesto que tiene una economía diversificada”.
“Barcelona es una ciudad con turismo, no una ciudad turística, puesto que tiene una economía diversificada”
Por último, ha reivindicado cambios en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), con el fin de incrementar su marco de competencias y su ámbito territorial de cara a 2030. En su opinión, la mayoría de los grandes retos que tiene Barcelona son retos que requieren una respuesta metropolitana por parte de la Barcelona de los cinco millones y, por este motivo, es necesario ampliar el ámbito a la corona que va de Vilanova y la Geltrú hasta Mataró, pasando por Terrassa y Sabadell, y traspasar al ente metropolitano competencias como las infraestructuras y la promoción económica.
El alcalde ha terminado su intervención confesándose como un “optimista nato” y mostrándose convencido de que “la ciudad irá como un cohete” si las cosas se hacen bien y se logra liberar toda su energía.
Han acudido a escuchar a Collboni empresarios, académicos y directivos como Jaume Guardiola, Teresa Garcia-Milà, Salvador Alemany, Pau Relat, Lluis Salvadó, Javier Faus, Daniel Fernández, Núria Cabutí, Josep Martínez Vila, Ramon Pastor, Carlos Cuatrecasas, Miguel Trias, Joaquim Coello, Maite Barrera, Mateu Hernández, Miquel Roca, Jordi Moix o Oriol Alba, entre muchos otros.