El Hospital de Sant Pau y el Barcelona Health Hub (BHH) se han unido para impulsar un centro que sirva para acelerar las validaciones clínicas de nuevas soluciones tecnológicas aplicadas a la salud. Estará ubicado en el Recinto Modernista de Sant Pau, donde también se encuentra el BHH, nodo de innovación que reúne a startups y corporaciones bajo un mismo techo. La doctora Mar Gomis-Pastor será la directora del centro.
“El reto es ganar tiempo”, señala Òscar Garcia-Esquirol, director médico del BHH y cofundador de Mediktor, empresa emergente que ofrece un asistente médico con inteligencia artificial (IA). En ese sentido, Garcia-Esquirol vio cómo su propuesta tardaba nueve meses y medio en superar un paso clave para su comercialización, el comité de ética. “A las startups les cuesta llegar a los pacientes, lo que provoca que muchas acaben muriendo por el camino antes de obtener resultados”, agrega Gomis-Pastor. También servirá para que a Sant Pau lleguen tecnologías validadas y de calidad, remarca la doctora, así como para cambiar su cultura, hacia una más innovadora y digital.
El funcionamiento del nuevo centro consistirá en que el BHH recibirá propuestas de tecnologías que necesitan ser validadas clínicamente y llegar a los usuarios para los cuales se han creado, desarrolladas tanto por startups y compañías como por otros hospitales. Algunos ejemplos de estas nuevas soluciones pueden ser aplicaciones móviles para mejorar el riesgo cardiovascular o la calidad del sueño; sensores para medir la temperatura; el uso de la IA para mejorar el método de triaje en las urgencias, o gafas de realidad virtual para determinados procesos médicos en los que el paciente sufre y necesita relajarse.
Una vez filtradas por el BHH, llegarán al Hospital de Sant Pau, donde profesionales y pacientes probarán la seguridad y la eficacia de las nuevas soluciones tecnológicas. La unidad liderada por Gomis-Pastor, formada por unas cinco personas, se encargará de coordinar el proceso, con el apoyo de un comité científico asesor. Si se supera el ensayo clínico, el desarrollador de la tecnología obtendrá la validación por parte de un centro sanitario de referencia. El último paso será la adopción de la innovación en el día a día de Sant Pau u otros hospitales.
La inversión para poner en marcha el centro ha sido de 455.000 euros, aportados por la fundación privada del Hospital de Sant Pau. Se espera que la nueva unidad de validación sea autosostenible, teniendo en cuenta que los desarrolladores de tecnología pagarán por el servicio prestado, con un rango de precios que puede ir desde los 75.000 euros hasta los 250.000 euros, dependiendo de la dificultad o el alcance del ensayo clínico.
Tanto el centro sanitario como el BHH esperan una alta demanda. Durante este 2022, ya prevén hacer cuatro validaciones a partir de septiembre. De cara al año que viene, esperan sumar cinco más. Asimismo, se trabaja con la idea de exportar el planteamiento desarrollado en Sant Pau, creando una red de hospitales nacionales e internacionales que también formen parte de los ensayos clínicos. “Barcelona se posiciona así como un polo de salud digital a nivel europeo y mundial”, defiende Garcia-Esquirol, “con buenos profesionales, un ecosistema tecnológico e inversores”.
