Mural literario Mercè Rodoreda
Mural literario con Mercè Rodoreda como protagonista. © V. Z. González

Historias (y otras aventuras) en el mapa literario de la ciudad

Barcelona es el escenario de mucha de nuestra literatura, así que os invitamos a recorrer la ciudad a través de unos cuantos libros

En 2015, la UNESCO reconoció a Barcelona como Ciudad de la Literatura, entrando a formar parte de un grupo selecto de 42 ciudades que apoyan de un modo especial este arte. Pero podemos remontarnos unos cuantos siglos atrás y ver cómo la capital catalana ha sido escenario y telón de fondo de grandes obras literarias, y testigo del paso y creación de autores que han contribuido en hacer de nuestro municipio un personaje importante.

Os invito a descubrir algunos ejemplos moviéndonos por los distritos de la ciudad.

Horta-Guinardó

Empiezo esta ruta en mi distrito, en la cooperativa cultural y librería Rocaguinarda porque es uno de los lugares que más frecuento y porque hace unos años se encargaron de reimprimir El senyor Joanet del Guinardó (Rocaguinarda) de Carles Sindreu i Pons, una novela cómica y costumbrista que retrata deliciosamente el barrio. Aquí, además, tienen libros de vecinos escritores como Carlos Zanón —uno de los que mejor convierte a la ciudad en personaje—, que en Yo fui Johnny Thunders (RBA Libros), trae al protagonista de vuelta al barrio, hacia la zona de Horta, a enfrentarse con algunos de sus fantasmas pasados, o en Carvalho: problemas de identidad (Planeta), localiza en la Plaza Maragall el despacho del protagonista.

Esta zona de la ciudad, también fue situada en el mapa gracias a Juan Marsé, que se crió subiendo y bajando sus cuestas, y la usó como telón de fondo para la acción de muchos de sus libros, como La oscura historia de la prima Montse (Lumen), Ronda del Guinardó (Lumen), Esa puta tan distinguida (Lumen) o las tropelías de su personaje el Pijoaparte en Últimas tardes con Teresa (Lumen). Es la novela de la joven escritora Maria Guasch, Els fills de Llacuna Park (L’Altra Editorial), de las más recientes que se ambientan en el Guinardó.

Vila de Gràcia

Una de las grandes historias que transcurren en el barrio es la de la Colometa, la protagonista de La plaça del Diamant (Club Editor), de Mercè Rodoreda, que siente y padece los diferentes trasiegos de su vida en esta vila. Recorrer sus pasos es bien sencillo, pues Rodoreda nombra las calles y establecimientos por donde transita su personaje, desde la misma plaza, pasando por la Rambla del Prat o el Mercado de la Llibertat. Pero fueron también poetas quienes recogieron el sentir de Gràcia y sus plazas, como Enric Casasses con su Plaça Raspall (Edicions 62), David Castillo que hace referencia a la Plaza del Sol en los versos de Determinisme, o Miquel Pujadó y su oda a Les places de Gràcia. En Els Búfals de Joan Vinyoli, se menciona el corazón del barrio, la Plaza Vila de Gràcia o Rius i Taulet, y hay aún otra plazoleta más literaria si cabe, como es la Plaza Rovira i Trias, telón de fondo para El embrujo de Shangai (Lumen) de Marsé. Y si algo ha quedado del espíritu libertario del distrito es la cantidad de librerías en las que perderse durante horas, como son La Memòria, Taifa, Ona, Casa Anita, Haiku, Cap i Cua, Saturnàlia y tantas otras.

De la frontera que separa a los barrios de Gràcia y Sant Gervasi, y las diferencias entre ambos, fue el gran Josep Pla quien las retrató en Barcelona, una discussió entrañable (La Butxaca), además de los cambios que éste último sufrió con las demoliciones de las torretas que lo poblaban.

Mercè Rodoreda
Recorrer los pasos de la Colometa en La plaça del Diamant es bien sencillo, pues Rodoreda nombra las calles y establecimientos por donde transita. © Fundació Mercè Rodoreda

Sant Gervasi

Aquí nació, vivió y se inspiró Rodoreda, hasta que llegó su exilio. Cuando volvió a España, compró un piso en el mismo barrio, muy cerca de su casa natal, aunque terminara instalándose en Romanyà de la Selva. Ella misma contó en el prólogo de Mirall Trencat (Club Editor), que aquel entorno donde creció es el que conformó el aspecto de la casa y jardín de la familia protagonista de su novela, pero también de otros de sus libros. Se inspiró en el parque que había donde hoy está el Turó de Monterols, antigua finca del marqués de Casa Brusi, y tomó la torre Farriols de modelo y muchos de los elementos de la casa para crear la vivienda de los Valldaura, alguno incluso aparece en La plaça del Diamant (en concreto, el cuadro de las langostas); y el palomar de su casa natal, la torreta con jardín propiedad de su abuelo, es un espacio físico y con carácter emocional que aparece como motivo en dos de sus libros, al que acuden Cecília y Colometa, las protagonistas respectivas de El carrer de les Camèlies (Club Editor) y La plaça del Diamant.

Pero no quiero dejar la zona sin nombrar de nuevo a Marsé y sus Últimas tardes con Teresa, pues es aquí en donde se reúnen los protagonistas de su libro, en el Cristal City, un local bar-librería que él mismo frecuentaba junto a otros escritores de la talla de Gabriel Ferrater, Jaime Gil de Biedma, o el también vecino del barrio José Agustín Goytisolo, quien escribió los versos de Un día estabas cantando en su pisito de la calle Balmes.

Juan Marsé
En Últimas tardes con Teresa, los protagonistas se reúnen en el Cristal City, un local bar-librería que él mismo Marsé frecuentaba. © Lisbeth Salas

Sarrià y Les Corts

Los inicios como escritor de Carlos Ruiz Zafón van ligados a la zona alta y a su libro Marina (Planeta), una novela juvenil de aprendizaje, que comienza con su personaje protagonista, Oscar Drai, adentrándose en un caserón abandonado de Sarrià. Y si bajamos hacia la zona de Les Corts, y como contraste literario, podríamos nombrar un clásico del humor como es Lo mejor que le puede pasar a un cruasán (Destino), de Pablo Tusset, que sucede a caballo entre Sarrià y Les Corts, con una hilarante historia de misterio que debe resolver un treintañero holgazán e inadaptado.

Eixample

El entramado cuadriculado de Ildefons Cerdà no sólo ordenó la ciudad en manzanas de casas regulares, sino que hizo que muchos autores se preguntasen qué sucedía tras las ventanas. Si alguien fue capaz de contarnos esas historias ocultas fue la dramaturga Lluïsa Cunillé en Barcelona, mapa d’ombres (Edicions 62), un texto teatral que hace un zoom al interior de un piso clásico del Eixample para contarnos la decadente historia del matrimonio propietario y sus inquilinos.

El entramado cuadriculado de Ildefons Cerdà no sólo ordenó la ciudad en manzanas de casas regulares, sino que hizo que muchos autores se preguntasen qué sucedía tras las ventanas

Pero si hay dos grandes novelas que abarquen esta parte de la ciudad como ninguna son Nada (Destino) de Carmen Laforet y La ciudad de los prodigios (Seix Barral) de Eduardo Mendoza, ambas reflejando momentos de tránsito histórico importante. La primera, que transcurre recién acabada la Guerra Civil, se mueve entre un piso de la calle Aribau donde se respira la opresión que ejercen sus residentes, y Plaza Universitat, que representa el espacio de refugio y liberación al que acude a estudiar Andrea, la protagonista. En el libro de Mendoza, que se sitúa entre las dos exposiciones universales de Barcelona, se cuenta el ascenso de un personaje paupérrimo, en una revisión actualizada de la novela picaresca.

Hay aquí también una frontera invisible antes de bajar a la zona de Ciutat Vella que se refleja gustosamente en La ley de los justos (Grijalbo) de Chufo Llorens, donde los personajes de diferentes clases se mueven entre ambas zonas como sombras.

Carmen Laforet
Carmen Laforet ambientó Nada en pleno Eixample, entre la calle Aribau y Plaza Universitat.

Raval, La Rambla y el Gòtic

Vamos a condensar esta zona de la ciudad porque la cantidad de libros que transcurren por estas calles es ingente y merecerían un capítulo a parte. Empezaremos nombrando a Francisco Casavella quien en su primera novela El triunfo (Anagrama), nos habla de la época de esplendor del mal llamado Barrio Chino, o diversos autores extranjeros como Jean Genet, quien en Diario del ladrón (RBA Libors), relata sus experiencias de juventud prostituyéndose en el Raval, o Carrer Robadors (Columna) de Mathias Enard que describe pictóricamente una de las peores calles del barrio. Nombres claves como el de Maruja Torres o su gran amigo Terenci Moix forman parte del mapa literario de esta zona. Y es Manuel Vázquez Montalbán quien recurre una y otra vez a dar de comer a su detective Pepe Carvalho en la mítica Casa Leopoldo.

Nombres claves como el de Maruja Torres o su gran amigo Terenci Moix forman parte del mapa literario de esta zona

La Rambla y sus calles cercanas también son escenario de muchas vidas, literarias y de escritores, y fuente inagotable de inspiración. Por ellas se mueven Geroge Orwell en su Homenaje a Catalunya (DeBolsillo); Roberto Bolaño con su novela Amberes (Alfaguara); los escritores que frecuentaban el Ateneu; Federico García Lorca; y quizás los protagonistas de La sombra del viento (Planeta) de Carlos Ruíz Zafón hubiesen sido concebidos en la mítica librería de la calle Canuda —hoy desaparecida—, el particular Cementerio de los Libros Olvidados de su autor.

Y me quedo corta con tantos nombres que dejo fuera, pero La catedral del Mar (Grijalbo) de Ildefonso Falcones, ilustra la zona del Gòtic y del Born con una minuciosa maestría para contarnos un trocito de la historia de la ciudad, y Estudi en lila (La Magrana) de Maria Antònia Oliver inaugura por las calles alrededor de ésta catedral la novela de la primera investigadora de la literatura catalana.

Carlos Ruiz Zafón Palau de la Música
Los protagonistas de La sombra del viento quizás fueron concebidos en la mítica librería de la calle Canuda —hoy desaparecida—, el particular Cementerio de los Libros Olvidados de su autor. © David Ramos

Poblenou, El Besòs y el Maresme

En esta zona limítrofe, donde el mar y el río marcan el paisaje, también encontramos testigos literarios en sus calles. Empezando por las calles más céntricas del Poblenou con una trama oscura, con No hay que morir dos veces (Planet) de Francisco González Ledesma. Pero el más destacable es Carrer Bolívia (Edicions 62) de Maria Barbal, la historia de dos emigrantes andaluces que se instalan en el barrio en busca de un futuro mejor, durante la década de los 60. Con él, podemos recorrer algunas zonas justo en el momento en que se estaban urbanizando y ser partícipe del sentir de aquellos que vinieron, como muchos padres y abuelos nuestros. También podemos nombrar Carrer Marsala (Empúries) de Miquel Bauçà, novela sobre un intelectual que pretende vivir aislado del vecindario, y Los príncipes valientes (Tusquets) de Javier Pérez Andújar, quien con maestría convierte al río Besòs en un personaje más, describiendo el paisaje de su desembocadura al mar.

Javier Pérez Andújar
Javier Pérez Andújar, con maestría, convierte al río Besòs en un personaje más. © Laura L.B

Permitidme, finalmente, una pequeña licencia poética, puesto que no puedo cerrar este mapa sin hablar de Cervantes y El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (Alfaguara), quizás la obra más importante de nuestra literatura y en donde aparece nuestra ciudad. Y es que justo antes de entrar en Barcelona, el hidalgo y Sancho Panza tropiezan con un bandolero llamado Roque Guinart, inspirado al parecer en Perot Rocaguinarda. Ya sabéis, como la librería de mi distrito, Horta-Guinardó.