[dropcap letter=”G”]
onzalo Goytisolo (Barcelona, 1966) ha encontrado su hueco en el retrato. Es un pintor virtuoso y reconocido, que ha expuesto en algunas de las galerías con más tradición y renombre de Barcelona, como la Sala Parés o la Fundación Vila Casas. Tiene una larga y sólida trayectoria, siempre como artista figurativo, que incluye espectaculares paisajes de la ciudad y retratos, muchos retratos.
Se considera un mercenario del arte. “En el mundo de la creación contemporánea donde prima la noción de renovación constante, me dedico al género más carca que existe, el retrato por encargo”, se excusa Goytisolo. Pero sus retratos de empresarios, políticos y familias burguesas de Barcelona son, además de una forma noble de ganarse la vida, un necesario testimonio de una sociedad y una época. Por su paleta han pasado conocidos políticos como José Montilla, Celestino Corbacho o Jorge Fernández Díaz con su familia, empresarios como Josep Vilarasau, Ricard Fornesa o Juan Rosell y escritores como Juan Marsé, Pere Gimferrer o Juan Goytisolo.
Hijo de Luis, sobrino de Juan y José Agustín, pertenece a una de las sagas más notables de las letras hispanas. La todopoderosa agente Carmen Balcells le encargó un retrato en 1994. “Por cariño”, dice Gonzalo. Le hizo unas cuantas fotos sentada en una mesa de la agencia. Tenía muy poco tiempo para la sesión y las rodillas empezaban a molestarle en aquella época. Así que la sentó un una mesa que resultó que era la misma en la que de pequeña se subía para bailar ante su familia. Y ahora la misma mesa le servía para tapar unas piernas que empezaban a flaquear. “Estas cosas pasan”, asegura el pintor, que antes preparaba “escenografías” para fotografiar a sus retratados pero últimamente prefiere que la realidad le sorprenda.
Goytisolo cita a algunos nombres, como Marcos Palazzi, Xavier Rodés, Xevi Solà, Josep Segú, los hermanos Santilari; amigos y compañeros de generación. Y asegura que hay una marca Barcelona muy potente, pero que necesita apoyo e impulso. Son muchos los exponentes de un nuevo realismo que se debería potenciar y exportar.