Jean Paul Gaultier ha transformado el CaixaForum en una explosión visual, con vestidos icónicos que reviven escenas de películas que muchos tienen gravadas en la retina, desde clásicos universales como La ventana indiscreta o Un tranvía llamado Deseo hasta títulos más cercanos, como La máscara del Zorro o La mala educación de Pedro Almodóvar, con quien el diseñador ha trabajado reiteradamente. La exposición Cine y moda por Jean Paul Gaultier no solo sirve para entender la figura de este enfant terrible sino que también permite ahondar en las relaciones que la moda mantiene con el cine, la principal influencia de Gaultier. Eso sí, sin querer ser exhaustivo, tan solo dejándose llevar por los referentes que ha tenido el diseñador, para saber más de él y admirar un poco más el show que cine y moda ofrecen.
La muestra se organiza a través de cinco espacios, con un planteamiento circular y manteniendo una puesta de escena digna de una pasarela. Hasta el 23 de octubre, después de pasar por París y Madrid, se podrá ver en Barcelona un conjunto heterogéneo de más de 100 piezas de ropa, con cerca de 70 looks, recurrentemente acompañados por fragmentos de 90 películas y un centenar de carteles, fotogramas y fotografías. En su mayoría, proceden de la colección de La Cinémathèque française, con quien el CaixaForum ya colaboró en las muestras Arte y cine o, más recientemente, Vampiros. La evolución del mito. Los vestidos de Gaultier se acompañan por otros de diseñadores como Coco Chanel, Balenciaga, Pierre Cardin, Manuel Pertegaz y Hubert de Givenchy.
El recorrido de Cine y moda por Jean Paul Gaultier empieza con las tempranas influencias del diseñador, claramente marcadas por sus abuelos. El melodrama Falbalas de Jacques Becker (1945) invade la primera sala, con escenas, velos y vestidos que sirven para presentar por qué Gaultier acabó siendo Gaultier. En los días sin colegio, su abuelo le dejaba ver películas. La que más le marcó fue Falbalas. La descubrió cuando tenía tan solo 13 años. La historia del protagonista, un famoso estilista parisino, se acabó convirtiendo en una epifanía de lo que él quería ser. No sorprende que la exposición esté dedicada a la memoria de la cineasta Toni Marshall, hija de la actriz Micheline Presle, la protagonista de ese largometraje tan esencial en su carrera.
En esta sección, también hay corsés, una de las grandes señales de identidad del diseñador francés. Y todo fue gracias a su abuela. Con ella, enfermera de profesión, empezó a valorar esta pieza de ropa interior, lo que le llevó a luego sacarla al exterior para ser mostrada, como elemento liberador para la mujer. Tanto la popularizó que artistas como Madonna la hicieron suya. Uno de sus corsés se expone en el CaixaForum.
Después de estas pinceladas de las raíces de Gaultier, bastante oníricas, la exposición conduce a un paraíso para cinéfilos, en el que se mezclan vestidos y escenas de múltiples películas. No han sido escogidas al azar y sirven para mostrar cómo han evolucionado los roles de género en las pantallas, muchas veces precursoras de lo que acaba viniendo socialmente. Desfilan, aunque estáticamente, femmes fatales como Marilyn Monroe —con uno de los vestidos que llevó en Eva al desnudo— , Sara Montiel, Rita Hayworth o Sharon Stone —sí, está expuesto el vestido de Instinto Básico—, pero también vaqueros viriles como John Wayne o tipos musculados como Sylvester Stallone. Aún así, en este espacio, se empiezan a ver cómo los estereotipos se van rompiendo, con figuras como Coco Chanel, Marlene Dietrich o Marlon Brando.
Esas pequeñas grietas eclosionan en la siguiente sala, en la que el diseñador despliega un abanico de trangresiones, ajenas y propias. Desde The Rocky Horror Picture Show, Querelle y Jane Birkin hasta el vestido con pubis de lentejuelas y plumas de avestruz que diseñó para Gabriel García Bernal en La Mala Educación. También se muestran sus creaciones para otras películas de Almodóvar, en las que aparece una de sus grandes musas, Rossy de Palma. Una admiración compartida que le valió a la actriz española ser una de las modelos de su desfile de despedida. Precisamente, De Palma ha comisariado un ciclo de películas con motivo de la exposición, que se podrán ver a partir de mediados de septiembre. En total, ha seleccionado cinco largometrajes que considera esenciales para entender las relaciones entre moda y cine. En muchos, coincide con Gaultier. Entre ellos, está la película con la que lo trabajó por primera vez con él, Kika.