Fiare Banca Ética, una entidad cooperativa dedicada a las finanzas éticas, quiere fortalecer su presencia en Catalunya y ha buscado una mejor visibilidad con una nueva oficina en Barcelona. Abierta a mediados de 2020, en plena pandemia, la instalación se ha inaugurado oficialmente este mes de diciembre como espacio abierto y de encuentro de todos los socios de la entidad.
Sònia Molina, coordinadora de la delegación de Barcelona, explica que esta nueva oficina “invita a la transparencia, que es a lo que nosotros le damos mucha importancia. Queremos un espacio de encuentro con los clientes, nuestras entidades socias y las personas socias. En esta oficina lo que se ha intentado es crear un espacio donde puedan reunirse estas personas socias; esté la oficina abierta o no. Siempre tienen acceso al espacio, en función de sus necesidades”.
Por eso, las instalaciones de Fiare Banca Ética ubicadas en la calle Còrsega se han adecuado bajo criterios medioambientales y de salud, tanto para las personas que fabrican los materiales como para aquellas que las utilizarán, potenciando la eficiencia energética y la sostenibilidad. La nueva oficina, completamente renovada por el estudio sAtt, especializado en arquitectura ecológica, es un local de 297 metros cuadrados en una única planta con acceso directo desde la calle.
La entidad cuenta con más de 3.000 socios y gestiona ahorros por valor de 245 millones de euros en España, donde ha concedido más de 80 millones de euros en préstamos
La cooperativa nació como fundación en 2003 en Bilbao, impulsada por varios grupos interesados en las finanzas éticas y abrió su primera oficina en Barcelona en 2007. Posteriormente, en 2014, empezó a operar como entidad financiera con ficha bancaria del Banco de España y bajo el paraguas de la italiana Banca Popolare Etica.
Actualmente, en el conjunto de España, la entidad tiene más de 3.000 socios y gestiona ahorros por valor de 245 millones de euros. En el último año ha concedido más de 80 millones de euros en préstamos. “Los números reflejan solidez e independencia y nos permiten aumentar el impacto transformador porque evaluamos nuestras acciones no sólo desde el punto de vista económico, sino también con criterios sociales y medioambientales”, recuerdan desde la entidad.
Insisten en que otra forma de hacer banca no es utopía, porque ya existe, y que el dinero que gestionan tiene un impacto positivo en la sociedad, el medio ambiente y la atención a las personas, entre otras vertientes.
El sector en España
En el sector de la banca ética en España, en su terminología más estricta, operan cuatro entidades: Coop57, Triodos Bank, Fiare Banca Ética y Oikocredit. Según el Observatorio de las Finanzas Éticas, estas entidades concedieron préstamos por más de 1.720 millones de euros en 2020, incrementando un 16,02% en relación con el año anterior. Asimismo, la tasa de morosidad de las entidades de finanzas éticas fue del 1,52% durante el año pasado, lo que supone la menor morosidad desde que se recogen datos.
A finales de 2020, casi 190.000 personas físicas y jurídicas fueron clientes de las entidades bancarias y parabancarias de las finanzas éticas. Esto supone un ligero descenso del número de personas usuarias del 2,46% respecto al año anterior.
También con datos del año pasado, el capital social captado por las entidades de finanzas éticas se sitúa ligeramente por debajo de los 190 millones de euros, lo que es fundamental para poder seguir financiando proyectos transformadores de una forma más sólida.