El chino es una lengua fantástica para jugar con los dobles significados. La diferencia entre el carácter escrito y la sílaba oral que le corresponde permite abrir un mundo de significados con los que los hablantes de esta lengua pueden referirse a otros conceptos sin hablar de ellos directamente. Esto es precisamente lo que explica por qué, durante estas fechas, se comen pastelitos de arroz, rollitos de carne y lubina crujiente. Bienvenidos a un mundo en el que todo tiene un significado paralelo y centenario.
Empecemos por la lubina, uno de los clásicos gastronómicos nivel sopa de galets. La palabra china pez (yu) se pronuncia al igual que el término extra, entendido como superávit monetario. Los chinos comen pescado al empezar el año porque, mientras lo hacen, pueden pronunciar la frase nian nian you yu (año tras año, consigo pescado, o abundancia). Esta lubina se suele servir con salsa agridulce, un recordatorio, tal vez, de que la vida no siempre es de color rosa.
Los rollos de primavera, por su parte, sólo se cocinan durante esta época. Su nombre, chun juan, proviene del hecho de que al Año Nuevo se le conoce como Fiesta de la Primavera o chun jie. Comerlos aporta fortuna porque, visualmente, los rollos parecen barras de oro. Es lo mismo que ocurre con los jiao zi (mal llamados con el término japonés gioza), que recuerdan a los yin yuan bao, es decir, a los lingotes de oro que se utilizaban como moneda en la China tradicional.
Los dobles significados que facilita el chino explican por qué, durante estas fechas, se comen pastelitos de arroz, rollitos de carne y lubina crujiente
Está claro que el crecimiento monetario y personal es muy importante en la mesa china. Por eso, uno de los postres estrella es el nian gao o pastel del año. Esta pasta de arroz trae salud y buena suerte en el trabajo porque se pronuncia como la frase crecer cada año. Al acabar la comida, además, es habitual que los mayores de la familia den a los más jóvenes un hongbao o sobre rojo, que pone de relevancia que no sólo el dinero, sino también los colores, son cruciales.
No es casualidad, en este sentido, que el rojo reine en los restaurantes chinos barceloneses durante estos días. Este color los protege de la bestia Nian (Año), que sólo teme al fuego, al ruido y a esa tonalidad sangrienta. Por eso, en los desfiles hay petardos, las calles se iluminan con farolillos y todo el mundo se viste de rojo. Fijaros, además, en un carácter girado a las puertas de los locales. Se trata de felicidad (fu) colocado del revés (dao), en un juego metalingüístico que podría traducirse por que llegue la felicidad.
“Todo esto está muy bien”, pensaréis. “Pero, ¿dónde puedo probar buena gastronomía china en la ciudad?”. Pues os podría recomendar restaurantes chinos visitados por comensales chinos, como Liuyishou, Uniko, He Cheng o Da Zhong, o bien apuntar clásicos de la merienda como son Chinese Tofu Magician o Q Tea. Pero ya que esto va de darle la vuelta a significados y hacer nuevas relecturas, os propongo hacer el ejercicio a la inversa: ¿Qué buscan los chinos, cuando vienen a Barcelona?
Una de las mejores formas de explorarlo es a través de una de las apps más populares actualmente, Xiaohongshu (sorpresa de colores: esta app se traduce por El pequeño libro rojo). El mundo gastronómico que reina aquí está protagonizado por tapas, helados y, especialmente, tartas de queso. En el primer caso, locales como La Flauta, El Glop o Cremat 11 están a menudo presentes, pero quien se lleva todos los honores es Cervecería Catalana, que ha sabido enamorar a los visitantes a base de tapas mediterráneas.
El viajero chino tiene cada vez más presente la gastronomía barcelonesa y, además, la comparte entre millones de usuarios
Es interesante señalar que se trata de establecimientos que normalmente no están en los listados de nuestros medios o guías (recordemos que en China no acceden a Google ni creen mucho en Michelin, a quienes acusan de imponer un sabor occidental al resto del mundo). Sin embargo, son bien conocidos y mediáticos los locales dulces con más likes: DelaCrem y Jon Cake. Curiosamente, o quizás no tanto, son dos de los establecimientos barceloneses que generan más colas.
También Bubó y Granja M. Viader aparecen en plataformas como Mafengwo, donde Via Veneto, Botafumeiro, Moments y, más recientemente, Aleia, cuentan con buenas críticas. Y es que el viajero chino tiene cada vez más presente la gastronomía barcelonesa y la comparte entre millones de usuarios. Los mismos que este mes de febrero darán la bienvenida al Dragón de Madera con grandes comidas familiares, caligrafías para atraer la buena suerte y mucho, mucho rojo.