La ampliación del recinto de Gran Via de Fira de Barcelona sigue avanzando con la mirada puesta en el tercer trimestre de 2026 como fecha de culminación. La sociedad promotora del proyecto, Fira 2000, ha adjudicado a una unión temporal de empresas formada por FCC y Comsa las principales obras de la ampliación. Se trata de la construcción de la estructura y cubierta del futuro pabellón, con un importe de adjudicación de 74,5 millones —90,1 millones si se agrega el IVA— para la UTE formada entre ambas empresas bajo el nombre de Fira P. Zero.
El concurso, que se lanzó con un valor estimado del contrato de 83,5 millones —101,1 millones con IVA—, recibió cinco propuestas, correspondientes a las UTE formadas por Acciona y Copisa; OHLA, Acsa y Construccions Rubau; Sacyr y Copcisa, y Dragados, Ferrovial y Vopi 4, además de la de FCC y Comsa. La UTE que se ha adjudicado el concurso lo ha hecho por un plazo de ejecución de dos años, al reducir el plazo inicial de 28 meses en 16 semanas con su propuesta.
Con el nombre de Hall Zero, el nuevo pabellón de Fira de Barcelona tendrá el tamaño de una manzana del Eixample y permitirá incrementar la superficie expositiva en un 25%, en una ampliación que cuenta con un presupuesto de más de 320 millones de euros. FCC y Comsa se han adjudicado los trabajos para construir el pabellón después de que lograran también el contrato de las obras bajo rasante, de modo que la nueva adjudicación da continuidad al trabajo llevado a cabo, según fuentes de Fira 2000 consultadas por The New Barcelona Post. Adjudicado hace cerca de un año, el contrato para los trabajos bajo rasante que ya recayó en FCC y Comsa contaba un presupuesto de 45 millones y un plazo de ejecución de 17 meses.
Las obras de Comsa y FCC se desarrollan en el solar que hasta hace unos meses ocupaba la tienda de Porcelanosa en L’Hospitalet, que se ha trasladado a pocos metros para dejar paso al gran pabellón llamado a ser un nuevo símbolo de Fira y un proyecto estratégico para Barcelona y su entorno. Diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito y el estudio barcelonés B720 Fermín Vázquez Arquitectos, el nuevo pabellón contará con más de 60.000 metros cuadrados para espacios expositivos y una superficie construida total de 135.400 metros cuadrados.
Así, con la incorporación de Hall Zero, el recinto de Gran Via pasará de contar con 240.000 metros cuadrados a superar los 300.000, situándose en la élite mundial de los equipamientos para ferias y congresos. Además, el nuevo pabellón, que dispondrá de dos plantas, quedará conectado con el actual recinto desde las alturas, mediante una singular pasarela elevada.
El proyecto se ejecuta a través de la sociedad Fira 2000, controlada en un 52% por la Generalitat. El Ayuntamiento de Barcelona dispone de un 24%, y también participan con un 7,4% cada uno el Ayuntamiento de L’Hospitalet, la Diputación de Barcelona y el Área Metropolitana, mientras que la Cambra de Comerç cuenta con un 1,21%. La sociedad se encarga tanto de la ampliación de Gran Via como de la remodelación del histórico recinto de Montjuïc, presupuestada en 175 millones.
Así, el coste de ambos proyectos asciende a 498 millones —muy por encima de los 333 millones que se estimaron en 2019. Además de recurrir a créditos bancarios y al Banco Europeo de Inversiones (BEI), que pactó un primer préstamo de 110 millones, el proyecto financiero de la iniciativa estableció que las seis instituciones accionistas de Fira 2000 debían realizar unas aportaciones de capital de 157,91 millones de euros durante el periodo 2022-2026 en la misma proporción que su participación accionarial. Además, se incrementó de ocho a doce millones el canon anual que paga Fira de Barcelona a la sociedad anualmente para utilizar los pabellones, que son propiedad de Fira 2000. Todo para ampliar y poner a punto unas instalaciones y un recinto que aspira ya no sólo a jugar en primera división de las ferias y congresos, sino a posicionarse como uno de los indiscutibles favoritos a nivel mundial.