Los profesionales extranjeros que viven en Barcelona y trabajan en alguna de sus cada vez más startups o multinacionales continúan viéndola como una ciudad cosmopolita y atractiva donde mudarse. Los conocidos como expats valoran como puntos a favor su calidad de vida, clima, ubicación, sistema de salud, transporte público y oferta cultural, gastronómica y deportiva. Eso sí, se siguen manteniendo insatisfechos con las trámites administrativos que tienen que completar para establecerse, como la obtención del NIE, y los impuestos que tienen que pagar, considerándolos demasiado altos en comparación con otras capitales. También creen que ha mejorado la situación política en comparación con los años anteriores, aunque la siguen considerando un poco mala.
Así se desprende de la sexta edición del Talent International Monitor, encuesta bienal realizada por la asociación Barcelona Global en colaboración con Banco Sabadell. Más de 1.000 personas han participado en el informe, procedentes de 90 países, además de unas 200 empresas, centros de investigación, universidades, cámaras de comercio e instituciones culturales. Los diferentes aspectos valorados se puntúan del 1 al 7: las notas son negativas del 1 al 3; neutrales si obtienen un 4, y positivas del 5 al 7.
Todos los factores citados anteriormente facilitan la atracción de talento internacional a la capital catalana, cada vez más demandante de unos perfiles tecnológicos que no consiguen generar las universidades locales para dar respuesta a la eclosión de empresas emergentes. Según el estudio, se ha mejorado la satisfacción entre los expats respecto a la capacidad de contratar a trabajadores de otros países, pasando de un 4,9 sobre 7 en 2019 a un 5,2 en 2023. En ese sentido, se mantiene estable la recomendación que hacen de mudarse a la ciudad a otros compañeros, con 5,2 puntos de 7. Y, además, el 48% de los encuestados dice no tener planes de marcharse.
Aun así, los profesionales extranjeros preguntados por Barcelona Global empiezan a encontrarse con las mismas dificultades que los locales. “En realidad, no hay tanta distancia entre lo que piensan muchos de estos internacionales y los barceloneses nacidos aquí, porque una vez que viven en Barcelona sufren los mismos problemas”, remarca la presidenta del lobby empresarial, Maite Barrera.
Los ‘expats’ también rechazan el turismo de masas y les cuesta cada vez más alquilar o comprar un piso, dándole a esta cuestión la nota más baja del estudio (2,6). Según el informe, un 78% de los encuestados viven en el centro de la capital catalana, una opción desde hace tiempo poco realista para los barceloneses cuando se quieren independizar. Añadiendo la inflación, está empeorando su valoración del coste de vida, pasando de un 3,8 en 2019 a un 3,3 en 2023, bajada más acusada si se compara con 2017, cuando obtenía un 4,1. Además, el 74% no está contento con su salario. El estudio señala que un 49% tiene sueldos por encima de los 50.000 euros, lejos del sueldo medio de los todos los residentes de la ciudad, que se sitúa en los 32.000 euros.
Lo que también ha empeorado considerablemente es su percepción de seguridad. Si en el 2017 conseguía una buena nota (5,1), esta cuestión empeoró en 2019 y 2021 (4 y 4,3, respectivamente), y ha bajado aún más este año, situándose en un 3,7. Tanto esta cuestión como las dificultades para encontrar casa están empezando a afectar ligeramente su opinión general sobre las condiciones de vida en la capital catalana, bajando de un 5,5 a un 5,4.
“No hay tanta distancia entre lo que piensan los internacionales y los barceloneses nacidos aquí”, expone Maite Barrera
A pesar de las malas notas en el precio de la vivienda y la seguridad, los expats continúan puntuando muy bien Barcelona, incluso en aquellos aspectos a veces poco valorados por los locales. Un ejemplo de ello es el transporte público: lo ven como eficiente dentro de la ciudad y mejoran la opinión que tienen de él, pasando de un 5,6 sobre 7 en 2019 a un 5,9 en 2023. También ha subido la satisfacción con la conexión internacional de la ciudad a través de su aeropuerto, consiguiendo un 6, la nota más alta en el informe elaborado por Barcelona Global.
Además, una de las principales preocupaciones de los profesionales preguntados por el lobby empresarial es la calidad del aire de la ciudad, cuestión incluida por primera vez en el Talent International Monitor. La puntúan con un 3,5, mostrándose un poco insatisfechos, por lo que piden “urgentemente” políticas públicas para reducir la contaminación y valoran positivamente iniciativas impulsadas por el Ayuntamiento como las supermanzanas. También piden mejorar la conexión de transporte pública entre Barcelona y su área metropolitana, más si siguen subiendo los precios de la vivienda en el centro, e impulsar soluciones de movilidad sostenibles. El 58% de los encuestados utiliza el transporte público, y los que utilizan el coche y la bicicleta están casi empatados, con un 18% y un 15%, respectivamente.
Medidas a tomar
A partir de las opiniones recogidas en esta encuesta, Barcelona Global orienta sus actuaciones y sus demandas a la administración. El objetivo es seguir atrayendo lo que la asociación denomina como “talento de impacto”, es decir, profesionales “generosos y no egoístas, que quieren contribuir a la sociedad y les preocupan cuestiones como el medio ambiente y la calidad del aire”, en palabras de Barrera.
En primer lugar, la asociación reclama mejorar la fiscalidad y la simplificación y digitalización de los trámites administrativos, así como dar más a conocer medidas ya existentes en ese ámbito, como el International Welcome Desk. También aboga por fomentar la colaboración público-privada para dar una respuesta al encarecimiento de la vivienda, generando más oferta que frene el alza de precios.
El informe recomienda potenciar sectores como la sostenibilidad, la cultura, la tecnología y el ecosistema de startups, pero también la educación. En ese sentido, el lobby empresarial ve como prioritario impulsar un colegio internacional asequible y incrementar la internacionalización de las universidades.