Internacionalización y especialización. Estos son los dos motores que guían el plan de crecimiento de Esteve, farmacéutica barcelonesa de capital familiar que en 2023 logró superar los 700 millones de euros de facturación y que va camino de celebrar su centenario en 2029. Hace seis años, la compañía lanzó un nuevo plan estratégico que incorporó distintas decisiones, como la venta de su negocio de genéricos (Pensa) a la japonesa Towa, la compra de la farmacéutica alemana Riemser, la entrada del grupo inversor alemán Lubea en su capital (con una participación del 26%) y, hace pocas semanas, la adquisición de la farmacéutica francesa HRA, que le permite dar un paso al frente en el negocio de los medicamentos para enfermedades raras y graves. En paralelo, Esteve ha reforzado su estructura industrial con la compra de la fábrica de Unión Química Farmacéutica (Uquifa) en Lliçà de Vall (Barcelona) y, ahora, con el anuncio de la próxima construcción de una nueva planta de principios activos en Celrà (Girona).
Staffan Schüberg, consejero delegado de Esteve, lidera la empresa con la ambición de convertirla “en una farmacéutica internacional líder en áreas de medicina especializada”. Para ello, además de las adquisiciones, es clave disponer de nuevos medicamentos de desarrollo propio que lleguen al mercado —como los recién lanzados Inbrija, para el Parkinson, y Velyntra, para el dolor agudo— y que permitan dar cumplimiento a la visión del grupo: mejorar la vida de las personas. Así, la inversión en I+D alcanzó los 38 millones de euros el pasado año, un presupuesto que puede financiarse en buena parte gracias a la buena marcha del negocio de Esteve dedicado a la producción de principios activos farmacéuticos para terceros (contract manufacturing o CMO, en el argot del sector).
Esta división, que tiene como clientes a grandes multinacionales, creció un 18% en 2023 (446 millones de euros) y ya genera el 62% de los ingresos totales de Esteve, que el pasado año alcanzaron los 710 millones, un 10% más. Muy inferior fue el avance del negocio de productos farmacéuticos propios, con unas ventas de 259 millones, un 1,6% más. Los medicamentos de las 110 marcas del grupo, vinculadas a áreas terapéuticas como la oncología, el sistema nervioso central, el dolor y la oftalmología, llegaron a cerca de ocho millones de personas en los 50 países en los que opera la compañía, que cuenta con filiales propias en Francia, Alemania, Italia, Portugal y Reino Unido. Combinando las dos áreas de negocio, el peso del mercado español ya es de solo el 25%; los países del resto de Europa generan el 49% de la facturación y el resto del mundo —especialmente Estados Unidos— el 26%. Las tres áreas geográficas experimentaron crecimientos el pasado año.
La fabricación de principios activos para terceros se disparó como consecuencia de la pandemia sanitaria del covid-19, hecho que se ha traducido en un crecimiento medio de las ventas del 14% en los últimos cuatro años (en 2020 Esteve facturó 476 millones). Mucho más pronunciada, y también gracias al negocio CMO, ha sido la mejora de la rentabilidad, con un incremento medio anual del ebitda del 28% entre 2020 y 2023. Así, en el último año el ebitda ha ascendido a 128 millones (+1%) y el beneficio neto ha alcanzado los 60,6 millones, con un alza del 6%, según ha explicado este jueves la nueva directora financiera de Esteve, Roser Gomila, que se ha incorporado al grupo procedente de Reig Jofré.
“Nuestro objetivo es asegurar un futuro basado en un crecimiento rentable que permita generar los recursos que necesitamos para poder invertir”, destaca Gomila, que afirma que el plan contempla también la posibilidad de seguir creciendo inorgánicamente con adquisiciones gracias al fortalecimiento del balance que se ha conseguido con la incorporación de Lubea al capital. Según Schüberg, esta inversión de Lubea es a largo plazo y, hoy por hoy, no está previsto que esta participación se incremente ni tampoco que se reduzca. “Estamos muy contentos de la relación con nuestro nuevo accionista”, ha señalado el consejero delegado, tras apuntar que, actualmente, tampoco existe un calendario para salir a Bolsa, aunque sí que admite que es una de las opciones de futuro que la compañía tiene sobre la mesa. De hecho, Esteve ya funciona internamente como si fuera una compañía cotizada en términos de gobierno corporativo y de reporting financiero. “Cuando el consejo crea oportuna la salida a Bolsa estaremos preparados, pero, hoy por hoy, no hay plazos ni calendario”, asevera Schüberg.
En un encuentro con la prensa, ambos ejecutivos han admitido que el fuerte crecimiento de la división de CMO ha provocado que el grupo “no pueda satisfacer toda la demanda de APIs (principios activos)” que les llega, por lo que es necesario invertir en ampliar la capacidad de producción. En este sentido, Esteve acaba de lanzar Lotus, un proyecto que tiene como elemento central la construcción de una nueva planta de principios activos farmacéuticos en su complejo industrial de Celrà que permitirá incrementar entre un 10% y un 15% la capacidad de producción global del grupo. La compañía no ha querido avanzar la inversión que destinará a la nueva planta y los detalles del proyecto, que ha explicado que prevé concretar a lo largo del mes de junio. Actualmente, la capacidad de producción del negocio de CMO de Esteve es de 1.000 m³ gracias a cinco fábricas ubicadas en Catalunya (Celrà, Lliçà y Banyeres del Penedès), México y China, país donde tiene 350 empleados. El grupo posee, además, un centro de producción de especialidades farmacéuticas en Alemania y un centro de I+D en Barcelona.
La empresa presidida por Albert Esteve cuenta con una buena situación financiera para afrontar este plan inversor, ya que al cierre de 2023 contaba con una posición de caja cercana a los 400 millones de euros (387 millones frente a los 90 millones de tesorería al cierre de 2022). Además, su volumen de deuda es de solo 112 millones, fundamentalmente vinculada a un crédito a largo plazo con el BEI.
Tras contratar a un centenar de personas en 2023, la plantilla de Esteve supera los 2.000 empleados, de 28 nacionalidades. Las mujeres en posiciones de liderazgo copan el 47%. Esteve utiliza ya el 100% de energía renovable en todos sus centros y se ha propuesto en 2050 convertirse en una empresa con cero emisiones.