El Dante de Micó y Acantilado

La editorial Acantilado publica una traducción de la divina ‘Comedia’ de Dante a cargo de José María Micó (Barcelona, 1961), que trata de no desvirtuar el lenguaje poético original, respetando la estructura interna de la obra cosida a partir de los conocidos tercetos endecasílabos y sin obsesionarse por la rima. De esta forma, el relato mantiene su estilo dantesco y sin necesidad de recurrir a las notas a pie de página

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o siempre somos conscientes de la riqueza cultural y humanística que representa para Barcelona ser capital literaria, tanto en catalán como en castellano. Nuestra ciudad no únicamente acoge la sede central de uno de los grandes grupos editoriales del mundo, Planeta, y la sede en España del grupo Random House (ambos grupos integran importantes sellos antaño independientes gestados en la capital catalana), sino que nuestra singular cuadrícula ortogonal alberga las sedes de decenas de editoriales independientes como Anagrama, L’Altra Editorial, Libros del Asteroide, Página Indómita, Comanegra, Salamandra, Plataforma Editorial o Acantilado entre otras muchas. Cada una con su perfil determinado y su catálogo singular, el alma de toda casa editorial.

Esta última, Acantilado, es la encargada, entre otras cosas, de recordarnos de vez en cuando la importancia de leer a los clásicos: Montaigne, Séneca, Lord Chesterfield, G.K. Chesterton o Shaftesbury son solo algunos de los muchos maestros editados por el sello barcelonés sobresaliente por sus cuidadísimas ediciones. Un catálogo dotado de una gran personalidad que incluye las obras de grandes figuras de la literatura moderna como Georges Simenon o Stefan Zweig. El sello, creado por Jaume Vallcorba y continuado hoy en la misma cultura y valores por Sandra Ollo, está estrechamente ligado a la idea de alta cultura, a la mejor tradición de la literatura europea y, cada vez más, al amplio “reino del saber” con la incorporación de cada vez más ensayos que abarcan las distintas ramas del conocimiento: desde la física y la matemática, hasta la historia y la filosofía. Una variación temática que refuerza la vocación de humanismo europeo y renacentista de la propia casa.

Más inteligente sería reconocer que los clásicos nunca vuelven porque siempre están. Leer a los clásicos es leer sobre nosotros mismos, sobre nuestra naturaleza ondoyante, a la que hacía referencia Montaigne, y que quizás la poesía sea la única capaz de capturar

Este espíritu sanamente renacentista se refuerza con la incorporación al catálogo de una nueva traducción de la Comedia de Dante Alighieri (1265-1321), con traducción a cargo del catedrático de literatura José María Micó (Barcelona, 1961). Una traducción de los versos de Dante -escritos desde el exilio- que quiere ofrecer una versión cercana y al mismo tiempo fiel. Traducir poesía es siempre una empresa ambiciosa, más cuando se trata de estrofas tan leídas y conocidas como las del autor florentino. Micó ha optado por una traducción que trata de no desvirtuar el lenguaje poético original, respetando la estructura interna de la obra cosida a partir de los conocidos tercetos endecasílabos y sin obsesionarse por la rima. De esta forma el relato mantiene su estilo “dantesco” y sin necesidad de recurrir a las notas a pie de página.

El incunable de Dante ha logrado el propósito con el que fue escrito: perdurar, superar la barrera del tiempo que todo lo desgasta. Todo, menos a los clásicos, a los que, cada generación está destinada a volver una y otra vez. ¿Por qué volver a Dante? ¿Por qué volver a los clásicos? Más inteligente seguramente sería reconocer que los clásicos nunca vuelven porque siempre están. Leer a los clásicos es leer sobre nosotros mismos, sobre nuestra naturaleza ondoyante, a la que hacía referencia Montaigne, y que quizás la poesía sea la única capaz de capturar.

En sus versos, Dante traza los complejos contornos de la condición humana. Aproximarse a la Comedia -aproximarse a cualquier clásico– es aproximarse a la vida. Dante descubre al lector los sinsabores e injusticias a los que están sometidos los hombres en la Tierra, y también le recuerda que siempre hay espacio para la salvación; una salvación que el autor siempre asocia con gran agudeza a lo individual. La lectura de los sucesivos cánticos a través del infierno, purgatorio y paraíso nos recuerda como nuestra existencia es dura pero siempre alberga esperanza.

Para Micó, la Comedia es el zénit de la perfección en la literatura europea de la época: un ejemplo de obra con estructura cerrada, perfectamente planificada, donde también hay espacio para el humor. Un libro que remarca el sentido y fuerza de la imaginación humana que todo lo puede. Por los diferentes círculos concéntricos de la obra de Dante transcurren los diferentes arquetipos de la condición humana, siendo, como sucede con El Quijote de Cervantes, un poderoso manual ético y moral. Como señalaba Micó durante la presentación del libro, todos estamos representados en los versos de Dante, donde hablando de su propia experiencia consigue capturar las esencias de toda experiencia humana.

También la edición se ha pensado en esta misma línea de aproximar y hacer accesible la lectura de la Comedia. Es por ello que la editorial ha apostado por una edición compacta utilizando papel fino –el libro casi parece un misal – de altísima calidad que permite incorporar los 14.233 endecasílabos de la obra en un solo volumen; una edición manejable, pensada para leer, no para ser contemplada en una librería. La traducción de Micó ha puesto el énfasis en hacer el relato accesible a cualquier lector o lectora, lo que permite una lectura sin notas al pie, más limpia, que sí incluye una útil relación de los personajes de la obra, un eje cronológico de la vida de Dante, así como una breve introducción a cada una de las partes. Una edición de lujo para una obra eterna que bucea en el alma humana y nos hace explorar esos recodos de nuestra condición frágil y voluble por naturaleza, a la que solo podemos acceder de la mano de los maestros de la literatura.