El Sail Team BCN navegando.
Miembros del equipo femenino Sail Team BCN entrenando de cara a la competición.
DENTRO DE LA COPA DEL AMÉRICA

El Sail Team BCN se prepara para pasar a la historia con vocación de continuidad

El equipo femenino y juvenil que competirá en la Copa del América entrena en su nueva base en el Port Vell, con la mirada puesta en empezar a navegar con el barco de la competición a partir de la semana que viene

Han tenido que pasar 174 años para que la Copa del América incluya una categoría femenina. Y se estrenará, casualmente —o no— en Barcelona. Las cinco regatistas del equipo femenino no sólo competirán en la primera edición de la historia de esta categoría, sino que lo harán en el primer equipo que participa en la Copa del América representando a Barcelona. Lo harán junto a los integrantes del equipo juvenil, con siete chicos y una chica que abrirán camino a nuevas generaciones de regatistas en la que será la tercera edición de la categoría joven en la Copa del América. A todos ellos les entrena la campeona del mundo Mónica Azón, que confía en que esta será la primera edición del Sail Team BCN, pero no la última: “Queremos que el proyecto que ha nacido del equipo siga en la próxima edición de juniors y mujeres”.

El equipo, formado por unas 20 personas en total, se ha instalado recientemente en la base, que está ultimando su puesta en marcha. Formada por contenedores de mercancías reciclados que ya no servían para el transporte marítimo, la base empezó a construirse en julio, y los deportistas hacen vida desde finales de agosto en el espacio, ubicado cerca del Ineos Britannia, que ya compite en las regatas eliminatorias, y del antiguo Imax, ahora revivido para acoger el centro divulgativo America’s Cup Experience.

Tras unos días al margen de la competición para coger aire para unas semanas que serán intensas, los regatistas empezaron a llegar a la base el lunes, y el equipo ha quedado al completo este jueves, con la energía al máximo para encarar el reto de participar en la primera Copa del América con representación barcelonesa. Para sus entrenamientos, mantendrán una rutina y un ritmo similar al que seguían en Sitges, donde el equips ha estado instalado hasta hace cerca de dos meses, cuando se trasladó a Barcelona. Desde entonces y hasta que la base ha estado lista, el equipo ha operado desde el Real Club Náutico de Barcelona.

Ahora, la base está prácticamente lista, y ya con los regatistas preparados para seguir preparándose para sus respectivas regatas: primero vendrá la juvenil, del 17 al 26 de septiembre, y después la femenina, del 5 al 13 de octubre, ambas con el renovado Port Olímpic como epicentro. Los contenedores marítimos reciclados de la mano de la catalana 2ndChance Containers albergan el simulador con el que entrenan los regatistas, así como salas de reuniones y otras instalaciones, además de una cubiertas de placas fotovoltaicas que abastece a una base que aspira a ser “sostenible, con cero emisiones y cero utilización de plástico”.

Los contenedores que dan forma a la base también incluyen espacio para material para el barco con el que entrenan, un catamarán que vuela, el GC32. Es el barco con el que entrenan, pero no el barco con el que competirán: el AC40. Los seis equipos invitados a la regata juvenil y a la femenina no practicarán con esta embarcación hasta pocos días antes de que arranque la competición, con cuatro días de entrenamiento cada uno en total. El resto de equipos invitados, que competirán con los otros seis de la categoría total de Copa del América, están en las mismas condiciones, excepto el sueco Artemis Racing, que sí dispone de su propio barco.

Así, los equipos de Canadá, Alemania, Australia y Países Bajos se encuentran en la misma situación que el Sail Team BCN, y es que comprar un AC40 está al alcance de pocos: su precio oscila entre los dos y tres millones de euros, a los que se suman elevados costes por cuestiones logísticas. Al no disponer de barco propio, el equipo del Sail Team BCN no requiere una estructura tan amplia como la de los equipos de la 37 Copa del América, que disponen de más de un centenar de profesionales, cuatro veces más que la formación barcelonesa: “Como la organización es la que proporciona el barco, no tenemos que tener desarrolladores ni equipo de diseño; tampoco necesitamos equipo de tierra, porque lo pone también la organización. Lo que tenemos que hacer es que los regatistas entrenen”.

Miembros del Sail Team BCN en el simulador.
Regatistas del equipo femenino del Sail Team BCN entrenando en el simulador.

Y entrenar es lo que hacen. El equipo sigue rutinas de entrenamiento que empiezan pronto: a las 8.30 de la mañana ya están en la base para un primer briefing. Después, un equipo va al simulador, mientras que el otro destina la mañana a la preparación física y teórica. Estas sesiones han incluido diversos cursos promovidos por la organización de la Copa del América, que van desde cuestiones de reglamento y normas hasta primeros auxilios y salvamento marítimo, en el que aprendieron cómo actuar en caso de accidente y cómo salvar a otra persona si se diera el caso. “Son embarcaciones que conllevan un riesgo y debes saber actuar para poder ayudar a un compañero o a ti mismo”.

Después de una comida de todo el equipo, toca salir al mar, en sesiones que a menudo han incluido acercarse a los equipos de la 37 Copa del América para verles entrenar. “Son días muy intensos, de más de 12 horas de trabajo”, relata Azón. La rutina cambiará cuando empiece la competición juvenil: entonces, los junior competirán y las regatistas del equipo femenino les darán apoyo técnico, y después se intercambiarán los papeles cuando terminen los jóvenes y empiecen las mujeres: “La idea es mantener a todo el equipo aquí”.

Equipo juvenil del Sail Team BCN.
Los integrantes del equipo juvenil del Sail Team BCN, preparados para salir al mar.

Este periodo será intenso para todos los miembros del equipo, pero para una lo será todavía más, si cabe: Neus Ballester forma parte tanto del equipo juvenil como del femenino. De hecho, es la única chica del equipo junior, formado también por Albert Torres, Marcos Fernández, Martín Wizner, Conrad Konitzer, Nico Martin, Jaime Framis y Antonio Torrado, todos entre 18 y 26 años.

Además de Ballester, las regatistas que pasarán a la historia por participar en la primera Copa del América femenina desde el Sail Team BCN serán Támara Echegoyen, Maria Cantero, Silvia Mas y Paula Barceló. Las regatistas comparten un apartamento, mientras que los miembros del equipo juvenil han optado por alojarse en el Barcelona Intenational Sailing Center (Bisc), ubicado en el Port Olímpic. Para desplazarse, el equipo tiene un medio de transporte favorito: la bicicleta.

A pocos días de poder empezar a testar el AC40, el Sail Team BCN está focalizado en su propia evolución, y no tanto en la de sus competidores. Los equipos invitados pudieron medirse con el resto de ellos a través de regatas online con el simulador. “No es lo mismo que el AC40, pero los resultados fueron buenos”, revela Azón.

El equipo se marca un objetivo claro: clasificarse dentro de los equipos invitados y pasar de fase, en la que los tres mejores invitados y los tres mejores de la Copa del América competirán para decidir los dos que se disputarán al final. Pero, en el caso del Sail Team BCN, lo importante no es sólo el resultado, sino también el legado, y que el equipo tenga continuidad en próximas ediciones de la Copa del América: “Si todo ha sido para una edición esporádica, sería una lástima. Es importante que todo lo que ha aprendido esta generación de mujeres y jóvenes perdure para la próxima edición”.

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