El Paseo de Gràcia se renueva tras la pandemia

Las recientes aperturas comerciales demuestran que el eje más cotizado de la ciudad sigue brillando

El pasado mes de enero conocimos que la maison Cartier ha inaugurado una boutique temporal en Casa Batlló que permanecerá abierta hasta junio, el tiempo que se extenderá la renovación de su tienda barcelonesa situada en la misma vía, Paseo de Gràcia.

A esta pop-up se suman otras aperturas recientes de comercios de alto nivel. Por ejemplo, Balenciaga, Moncler, Golden Goose y Tiffany & Co subieron la persiana de nuevos comercios tras el confinamiento. En 2020 Nike abrió su tienda más grande en España. A finales del 2019, Inditex reforzó su posición en la ciudad con la reapertura de una macrotienda Zara que ha pasado a tener 4.000 metros cuadrados (1.500 más). Todo en la misma ubicación.

La mayoría de nosotros conocemos que el elegante Paseo es uno de los más caros de España, ya que aquí se encuentran muchas de las joyas del modernismo catalán, como la propia Casa Batlló, o La Pedrera, bajo un hermoso dosel de árboles que invita a pasear e ir de shopping. Debido a la llegada de la pandemia del coronavirus y la caída de turistas, algunos comercios lo han pasado mal, pero las recientes inauguraciones demuestran que la milla de oro sigue brillando a prueba de crisis.

La nueva maison Cartier cuenta con 300 metros cuadrados divididos en dos espacios. En el primero, se exponen las colecciones de joyería de la firma. En el otro, se realizarán encuentros culturales a través de los que se establecerá un diálogo entre las diferentes fuentes de inspiración que unen a la marca con el edificio histórico de Gaudí.

El comercio se encuentra en la primera planta de la Casa, a la que se llega en ascensor. Una experiencia que es propia en ciudades como Tokio, donde las tiendas no siempre están en los bajos a la vista de los peatones, y que refuerza la experiencia del lujo, ya que el cliente no es visto cuando entra o sale de hacer sus compras.

La historia del Paseo de Gràcia siempre ha estado muy vinculada al comercio. En el pasado, fue una vía que comunicó Barcelona con el barrio de Gràcia y después pasó a ser un espacio de ocio y residencial, cuando el urbanista Ildefons Cerdà planteó el Eixample a finales del siglo XIX.

Cuando los burgueses establecieron aquí sus viviendas, los comerciantes entendieron que no podían perder a sus grandes clientes, trasladándose a este lugar, donde abrieron emblemáticas firmas.

Siempre digo que las calles se modifican según la vida de sus locales comerciales. El Paseo de Gràcia siempre ha sido una vía de mucho glamour que dejó de relucir en comercio durante unos años por la apertura de los bancos, productoras de cine como Warner Bros y concesionarios de coches en 1950. Estos comercios no invitan a los turistas ni a los residentes a pasar sus horas libres.

Con los años está recuperando su identidad y se ha convertido en una de las arterias de lujo más importantes de España y de toda Europa. Parte de su éxito es la amplia selección de marcas que se ofrece en una misma vía, el cuidado de los escaparates y la profesionalidad de los trabajadores de las boutiques que ofrecen un servicio de lujo.

Más de 160 tiendas llenan de vida este Paseo para que visitarlo sea toda una experiencia. Marcas históricas españolas como Gonzalo Comella y Furest apostaron durante muchos años por este emplazamiento. Algunas como Santa Eulalia llevan abiertas más de medio siglo. Su apuesta demuestra la historia retailer local y que no es una vía solo para turistas.

Una amplia variedad de restaurantes y bares completan la oferta de la zona. El Pasaje de la Concepción, calle que se encuentra entre el Paseo de Gràcia y Rambla Catalunya, concentra restaurantes de alto nivel, como Pur, Petit Comitè, Boca Grande, Tragaluz o Harry’s.

Desde mi punto de vista, para continuar su buena evolución, sería ideal reforzar la dinamización comercial y acercar las tiendas a los eventos de la ciudad. La apertura de un comercio como Eataly aportaría mucho dinamismo, ya que es un enorme templo gourmet de la gastronomía italiana que está triunfando en muchas ubicaciones del mundo.

También sería muy positivo recuperar la esencia de algún comercio como el que fue Vinçon, un referente internacional de diseño que cerró sus puertas en junio de 2015. Trabajar la iluminación del Paseo de Gràcia reforzaría la sensación de seguridad tras la caída del sol.

 

Tags from the story