La ópera se representará del 4 al 21 de enero en el Liceu. ©Toni Bofill

El Liceu inaugurará 2023 con una nueva producción de ‘Tosca’ que firma Rafael R. Villalobos

El director de escena hace más atemporal la ópera de Puccini al incluir el universo de Pier Paolo Pasolini y Caravaggio

El Gran Teatre del Liceu estrenará 2023 con una nueva producción de Tosca, de Puccini, con el sello de Rafael R. Villalobos. El joven director sevillano mantiene Roma como epicentro de la historia, pero ésta se convierte en una reflexión más atemporal sobre las estructuras de poder y las virtudes revolucionarias del arte y el amor.

La ópera que se representará del 4 al 21 de enero en el Liceu es una coproducción con el Teatro de la Maestranza de Sevilla y la Ópera de Montpellier y se estrenó en junio 2021 en La Monnae de Bruselas. Ahora llega a Barcelona con Maria Agresta, Sondra Radvanosky, Michael Fabiano, Vittorio Grigolo y Željko Lucic como voces principales.

La historia original de Tosca transcurre en Roma en 1800, donde el personaje de Cavaradossi es un liberal –por tanto, partidario de la Revolución Francesa y de Napoleón Bonaparte–, mientras que Scarpia es el jefe de la policía del Vaticano, un agente político al servicio del régimen absolutista del Papa, informa Pau Cortina, para ACN.

En la producción de Villalobos, ambas posturas ideológicas se hacen más atemporales, y Cavaradossi es un defensor de la emancipación individual y de los derechos humanos, mientras que Scarpia es un cómplice de la intolerancia que representa la tentación fascista. Tosca, a su vez, es una joven creyente y obediente que un día comienza a hacerse preguntas y a no seguir más la corriente.

Para reforzar este simbolismo, Villalobos ha decidido acompañar la acción con personajes, obras de arte y situaciones que refuerzan la tesis de que el poder tiene miedo al arte. Además, el director se sirve de dos nombres principales: el pintor barroco Caravaggio y el director de cine y escritor Pier Paolo Pasolini –asesinado en 1975–, como un alter ego del propio Cavaradossi, en una de las diversas “capas” de lectura que le gusta incluir al director de escena.

“Es una producción clásica en su concepción, pero al mismo tiempo va añadiendo capas sobre qué significa ser artista en Roma, cómo la ciudad entierra en su interior tres realidades (capital de Italia, sede del Vaticano y capital de la moral de Occidente) y cómo las relaciones político-religiosas y artísticas se van mezclando a lo largo de los siglos. Más allá del melodrama, Tosca es una obra política”, concluía Villalobos este jueves en rueda de prensa.

Tosca es una coproducción con el Teatro de la Maestranza de Sevilla y la Ópera de Montpellier. ©Toni Bofill

Así pues, la producción de Villalobos pone de relieve el miedo a Dios como herramienta de dominación política y de manipulación social en un drama donde la música subraya la psicología de los personajes. Una partitura en la que Puccini alcanzó el nivel más elevado de truculencia: une las bajas pasiones de la ópera verista y el expresionismo con el canto de la tradición italiana.

Tosca es una de las óperas más representadas en el teatro de la Rambla, y ahora vuelve bajo la dirección escénica de Rafael R. Villalobos con un extenso reparto que incluye los nombres de Maria Agresta, Sondra Radvanosky, Michael Fabiano, Vittorio Grigolo y Željko Lučić, entre otros. El encargado de dirigir la Orquesta Sinfónica y el Coro del Gran Teatro del Liceu será el director Henrik Nánási.

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