Una de las primeras acciones de la alcaldesa Ada Colau cuando llegó al Ayuntamiento de Barcelona en 2015 fue la paralización de la ampliación de La Maquinista, que despertaba críticas tanto de entidades comerciales como de asociaciones de vecinos. Lo hizo después de que el anterior gobierno municipal, liderado por Xavier Trias, llegara a un acuerdo con los promotores del centro comercial, Unibail Rodamco Westfield (URW), que contemplaba ganar 42.000 metros cuadrados y levantar edificios residenciales de hasta 25 plantas, y que el pleno municipal aprobara la consiguiente modificación del plan general metropolitano. Las discrepancias entre el ejecutivo de Colau y los promotores de La Maquinista se acabaron judicializando.
Seis años más tarde este conflicto se ha desencallado, gracias a un proceso de mediación que empezó en 2018 y acaba de culminar en un convenio entre el consistorio y URW. Los detalles del acuerdo se han presentado este viernes e incluyen cambios sustanciales en el planteamiento que se había aprobado originalmente. Se contempla la transformación de un total de 92.000 metros cuadrados, reduciendo el crecimiento del centro a 21.000 metros cuadrados y destinando la superficie restante —los 21.000 metros cuadrados que antes iban a crecimiento comercial— a vivienda, zonas verdes, equipamientos, comercios locales y movilidad sostenible. También se dejan atrás las grandes torres de pisos que se querían construir, favoreciendo la integración con el entorno.
“Es un acuerdo bueno para la ciudad”, ha valorado la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz, acompañada por la responsable de URW en España, Marilyne Mesiano. Una vez firmado el convenio, los promotores tendrán que suspender y retirar los contenciosos abiertos contra el consistorio, y se encarará la redacción del plan de mejora urbana y una nueva modificación del plan general metropolitano. Todo esto se empezará a tramitar de aquí a tres meses. La previsión es tener la tramitación completa de cara a finales de año.
URW, también propietaria del centro comercial de Glòries y el Splau de Cornellà, invertirá un total de 250 millones de euros en esta ampliación, una cifra ligeramente superior a la prevista en 2015. De esta inversión, dos millones de euros irán a fomentar nuevos medios de transporte, como la bicicleta, el coche eléctrico o el carsharing. El aparcamiento tendrá 860 plazas en dos plantas subterráneas, 1.200 menos que las previstas hace seis años. También se habilitarán nuevos carriles bici y carriles bus, además de mejorar los accesos. Asimismo, los promotores asumirán la urbanización del entorno de La Maquinista.
Con la suma de 21.000 metros cuadrados, La Maquinista llegará a los 121.000 metros cuadrados, convirtiéndose en el centro comercial más grande de Catalunya. Actualmente, trabajan 3.300 empleados. El nuevo centro sumará 1.000 puestos de trabajo. Para las obras, se calcula que se contratará a 500 trabajadores.
En cuanto a la vivienda, habrá un total de 65.000 metros cuadrados destinados a este uso, sumando 15.000 metros cuadrados más respecto al acuerdo original. Esto supondrá la construcción de hasta 812 pisos nuevos, de los cuales 518 serán libres y 294 protegidos —representan el 36% del total—. Ya no se construirán edificios de 25 plantas, como se había previsto en 2015, y la altura máxima será de 17 plantas. “La ciudad necesita menos Diagonal Mar y más Illa Diagonal”, ha defendido Sanz, apostando porque la edificabilidad se integre mejor en la ciudad y los barrios.
Asimismo, el Ayuntamiento incorporará suelo público en esta operación urbanística, adyacente al ámbito comercial, para poder garantizar que se reducen las alturas de los nuevos edificios. El espacio libre que quedará por la reducción de la ampliación también servirá para ubicar oficinas, espacios de cotrabajo y gimnasios, con 5.000 metros cuadrados, y comercios locales, con 1.000 metros cuadrados.