El Informe Situación Empresas Familiares Catalanas de Retail, elaborado por Comertia, muestra que el comercio familiar catalán está esperanzado con la evolución que pueden tener los negocios este 2022 y tiene perspectivas favorables para abrir nuevos establecimientos y recuperar la facturación de antes de la pandemia. Sin embargo, el sector se muestra prudente ante las probables consecuencias económicas de la guerra de Ucrania que, de momento, ya ha repercutido en un alza de la inflación y los costes energéticos y del transporte.
Si el consumo mejora, como espera el 67% de los empresarios, la mayoría de las marcas de retail (un 63%) prevé seguir realizando aperturas este año, frente a un 37% que lo descarta. En un contexto comercial afectado por la crisis de la pandemia que obligó a numerosos cierres, los comerciantes ven en la oferta de buenas localizaciones con rentas ajustadas una oportunidad para abrir nuevos establecimientos en el centro de las ciudades y en áreas prime, según ha explicado el presidente de la asociación, David Sánchez, en la presentación del estudio.
Respecto a la recuperación del empleo, en tanto que el pasado año casi una de cada dos empresas redujo plantilla (46,5%) —el 32,6% la mantuvo y el 20,9% la aumentó—, David Sánchez ha reconocido que “se hará razonablemente cuando se recupere el nivel de ventas de la etapa prepandemia” y ha recordado que el sector “ve como un inconveniente la nueva regulación de los contratos temporales (53%) y la desaparición del contrato por obra y servicio (56%) porque facilitaban una gran flexibilidad en una actividad como la comercial en la que la demanda fluctúa mucho”. Sin embargo, en el informe, los empresarios destacan en positivo los nuevos contratos de prácticas (21%) y la prevalencia del convenio del sector (18%).
David Sánchez ha reconocido que la recuperación del empleo “se hará razonablemente cuando se recupere el nivel de ventas de la etapa prepandemia”
Por otra parte, buena parte de los comercios asegura que incrementará el volumen de inversiones para impulsar el crecimiento en este 2022. Prácticamente la totalidad, un 81%, afirma que apostará por la digitalización; un 65%, por la innovación de productos, procesos y servicios, y un 35% tiene previsto mejorar la atracción y retención del talento.
Esto se produce después de que en los últimos dos años la digitalización se haya impuesto en muchas de las marcas. En concreto, el año pasado, el 86,1% de los encuestados asegura que incrementó su facturación a través del comercio electrónico respecto a los datos de 2019. Las marcas catalanas utilizan plataformas electrónicas propias, en un 88% de los casos, un porcentaje que antes de la pandemia se situaba en el 76% y se está demostrando que Whatsapp es un canal incipiente muy solicitado entre los usuarios.
Actualmente, Comertia agrupa 61 cadenas de retail familiares, que suman conjuntamente 4.000 establecimientos, emplean a 35.000 personas y suponen una facturación agregada en torno a los 4.000 millones de euros anuales.
Este año, los principales factores condicionantes que podrían estropear los pronósticos de este colectivo son básicamente el aumento de la inflación, los precios de la energía y materias primas y el alto coste de la logística; y también la amortización y pagos asociados a deudas generadas durante la crisis de la covid.
Las empresas subrayan que se llega a 2022 con un retail que todavía no se ha recuperado de la pandemia: una de cada dos empresas (51%) cerró 2021 con descenso de ventas respecto a 2019 y, el saldo entre aperturas y cierres, deja a los miembros de la asociación con prácticamente el mismo peso comercial, porque se realizaron 73 aperturas, pero se cerraron 66 establecimientos en 2021.
En este sentido, los empresarios de Comertia piden que las administraciones trabajen para garantizar la estabilidad en los precios de la energía, las materias primas y la logística. El informe de Comertia asegura que la principal demanda de los empresarios hacia la política económica de las administraciones —cuya gestión suspenden con un 4,3 sobre 10— tiene que ver con la esperada reforma fiscal.
Los empresarios de Comertia piden que las administraciones trabajen para garantizar la estabilidad en los precios de la energía, las materias primas y la logística
También demandan una mejora de la competitividad del sector energético, el reparto equitativo de los fondos europeos en las empresas familiares y la mejora del funcionamiento del mercado laboral. Asimismo, quieren que se recupere el límite de 3.000 euros para las transacciones en efectivo, ahora establecido en 1.000 euros.
Sin embargo, en cuanto al alquiler de locales comerciales, pidieron que la limitación extraordinaria de la actualización anual de la renta de los contratos de arrendamiento de vivienda sea aplicable igualmente a los contratos de locales comerciales.
