Intensidad máxima en Banco Sabadell en la recta final del año. Después de romper las negociaciones para integrarse dentro del grupo BBVA —no se puede hablar de fusión, porque la diferencia de tamaño de las dos entidades es abismal—, el banco afronta ahora un relevo en la cúpula directiva ante la decisión de Jaume Guardiola de jubilarse.
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Con 63 años y una larga trayectoria bancaria, Guardiola llevaba tiempo buscando el momento oportuno para dar paso a un nuevo liderazgo en el banco catalán, donde durante trece años ha hecho tándem con el presidente Josep Oliu. Guardiola llegó al Sabadell en 2007, cuando sucedió a Juan María Nin, y ahora ha considerado que es el momento de irse porque el banco necesita elaborar un nuevo plan estratégico que le permita seguir en solitario. Una vez jubilado, Guardiola mantendrá la vinculación con la entidad como presidente de Banco Sabadell México.
“Desde su incorporación en 2007, Jaume Guardiola ha desarrollado un papel fundamental como artífice del crecimiento y consolidación del banco, hasta convertirlo en una de las mejores franquicias de España. Sin su labor, dedicación y visión, sería imposible de abordar esta nueva etapa”, expresó Oliu.
El consejo de administración del Sabadell ha elegido este jueves a César González-Bueno como nuevo consejero delegado. Hace más de 20 años que se dedica a la banca y es muy conocido por haber fundado ING Direct España, que a finales de los años 90 revolucionó el sector con un nuevo modelo de entidad sin oficinas que consiguió rápidamente una buena clientela gracias a productos innovadores como la Cuenta Naranja.
Según fuentes de la entidad, González-Bueno no trabajará desde Madrid, sino que su intención es liderar el banco desde Catalunya, es decir, ocupando los mismos despachos que hasta ahora Guardiola tenía en la torre de la Diagonal de Barcelona y en la sede corporativa de Sant Cugat del Vallès.
En paralelo a este relevo, también habrá cambios en el rol de Josep Oliu. El veterano banquero ejerce una presidencia ejecutiva, pero se prevé que el próximo año dé un paso al lado y deje en manos del nuevo consejero delegado todas las funciones ejecutivas para centrarse en su rol más institucional y de presidente del consejo de administración. Esta modificación de las funciones de Oliu no está directamente relacionada con el relevo del consejero delegado, sino que es un proceso que se cuece desde hace tiempo y que responde a una exigencia del Banco Central Europeo, que no quiere que las entidades tengan un presidente ejecutivo. Esta modificación para separar las funciones directivas de la presidencia se aprobará en un próximo consejo de administración, dando así cumplimiento a la hoja de ruta pactada con el regulador europeo.
El nuevo consejero delegado de Sabadell ya estaba vinculado hasta ahora al banco, ya que desde el pasado mes de marzo es consejero de TSB, la entidad que el grupo financiero compró en Reino Unido y en la que ahora quiere desinvertir. Padre de cuatro hijos, González-Bueno además de ser consejero delegado de ING en España y Portugal formó parte del comité de dirección global del banco holandés y también dirigió la creación y venta de EVO Banco y el reflotamiento de Novagalicia.
Según Banco Sabadell, el nuevo consejero delegado deberá diseñar y liderar un nuevo plan estratégico que se hará público durante el primer trimestre de 2021 y que tendrá como objetivo prioritario completar el proceso de transformación digital e intentar no mal vender la filial británica. Su mandato, sin embargo, puede ser corto si al final Sabadell retoma las negociaciones con BBVA, un escenario que no se descarta por la presión de los mercados y los reguladores.
Según Oliu, González-Bueno “es un perfil idóneo por su exitosa trayectoria liderando procesos estratégicos de innovación, digitalización y reestructuración”. Hasta que el Banco Central Europeo no dé luz verde al nombramiento, se abre un período de transición que implica que González-Bueno y Guardiola trabajarán conjuntamente varias semanas.
