Cada año, cerca de 500 trabajadores de Cellnex Telecom donan un euro de su nómina mensual para financiar proyectos solidarios a través de la iniciativa Euro Solidario. Tras dos años de colecta, y con el apoyo de la Fundación Cellnex, los trabajadores de la compañía han destinado 56.000 euros a impulsar la iniciativa Un huerto para todos, de la fundación Aspasim.
“Lo más mágico de esta iniciativa es que son los propios voluntarios quienes desarrollan las propuestas, que han de detallar exhaustivamente, y quienes deciden el destino de esta suma, que este año ha alcanzado los 56.000 euros”, comenta Àngels Ucero, directora de Sostenibilidad de Cellnex y directora de la Fundación Cellnex, “supone implicación, empatía, ilusión y pasión por aquello en lo que creemos”.
Con los recursos donados por los trabajadores de Cellnex este año, se ha apoyado a una entidad sin ánimo de lucro que vela por el bienestar y la inclusión de personas con discapacidad intelectual grave a través de un huerto ubicado en Collserola. “Se trata de un huerto ecológico, accesible y abierto a todo el mundo que favorece un espacio de inclusión a la inversa, que normaliza y visibiliza las capacidades de las personas a las que la sociedad solamente ve como discapacitadas”, cuenta Rosa María Albarran, project manager de Medio Ambiente en Cellnex e impulsora de la candidatura de la Fundación Aspasim, con la que colabora estrechamente desde hace varios años.
La donación de Cellnex permitirá acondicionar el terreno donde está situado el huerto, así como el aula educativa donde se realizan talleres de horticultura infantil y los accesos para personas con movilidad reducida. La fundación prevé impulsar medidas como incorporar rampas y pasarelas, e instalar sistemas automáticos de riego y sistemas aumentativos de comunicación. También destinará los recursos a ampliar el alcance y la calidad de las actividades y talleres que imparte.
Después de la donación, el equipo de voluntarios de Cellnex ha visitado esta iniciativa de Aspasim, comprobando en primera persona el impacto que tiene en el entorno, el medio ambiente, la educación y la inclusión social. Marc Tort, voluntario del huerto, fue el encargado de explicarles el proyecto, así como descubrirles cada rincón de este huerto en Collserola. Tort también compartió nociones básicas sobre agricultura ecológica, regenerativa, local e inclusiva.
Programa de voluntariado corporativo
Desde hace años, Cellnex apoya las iniciativas solidarias que sus empleados proponen y trabaja en un programa de voluntariado corporativo, ahora canalizado a través de su fundación, donde se ponen en marcha proyectos estrechamente vinculados a su know-how para cooperar con el desarrollo sostenible y la Agenda 2030. “Cada semana, más de 1.800 personas con dificultades económicas y riesgo de exclusión social reciben productos no alimentarios de primera necesidad gracias a nuestra red de voluntarios y entidades colaboradoras”, sostiene Josep Lluís Guiu, responsable del departamento de Sostenibilidad de Cellnex. Esta y otras conclusiones se expusieron en la II Jornada del Voluntariado celebrada por Cellnex y la Fundación Cellnex.
Más allá de las motivaciones sociales que tiene el voluntariado, existe el impacto que tiene para los trabajadores de las propias empresas. Según Voluntare, red internacional para la promoción del Voluntariado Corporativo en Europa y Latinoamérica, más del 76% de los voluntarios afirman haber mejorado su salud física y mental, ya que reduce el estrés e impacta en el crecimiento personal. La entidad también señala que el voluntariado corporativo fortalece en un 30% el vínculo con el propósito de la empresa y mejora el engagement de los empleados hasta un 20%. Asimismo, añade, se trata de una actividad que influye muy positivamente en la integración de políticas de diversidad, igualdad e inclusión en las organizaciones.