La fundación Sique continúa creciendo. La entidad puso en marcha su actividad hace cerca de dos décadas, focalizada en dar respuesta a las necesidades de personas con discapacidad intelectual o con problemas de salud mental en el ámbito habitacional y en el ocio, y desde entonces ha ido sumando líneas de actividad y recursos residenciales.
Con el apoyo del Institut Català de Finances (ICF), la fundación ha comprado y rehabilitado dos viviendas en Badalona para destinarlos al alquiler social y facilitar un hogar a seis personas con discapacidad intelectual. Esta iniciativa, enmarcada dentro del programa Apoyo a la Autonomía al Propio Hogar, ha sido posible con la financiación de 168.000 euros de la banca pública de promoción de la Generalitat de Catalunya a través de un préstamo ICF Economía Social.
El ICF dirige estos préstamos a empresas y entidades sociales, que suelen tener dificultades para conseguir financiación para sus inversiones. A través de una garantía limitada del Fondo Europeo de Inversiones (FEI) y con el apoyo del programa europeo InvestEU, el ICF pone más financiación a disposición del sector social catalán.
Con este apoyo del ICF, Sique prevé que los pisos estén listos en octubre. La entidad fue impulsada en Badalona precisamente por familiares de personas con discapacidad, que forman su patronato junto a otros profesionales. Pese a que nació en Badalona, cuenta con usuarios de todo el entorno barcelonés, que ascienden actualmente a entre 150 y 170 personas.
Pese a que ha ido ampliando sus líneas de actividad, la fundación nació enfocada en el ámbito habitacional, ya que otras entidades de Badalona ya ofrecían servicios ocupacionales y de centro de día. “Nuestra intención inicial era resolver el asunto de la vivienda, y empezamos creando nuestro hogar-residencia”, un antiguo hotel en desuso que reformaron ya con el apoyo del ICF, como explica el gerente de la fundación, Samuel Esturo.
Luego fueron sumando servicios, enfocados también a personas con discapacidad con más autonomía que vivían por su cuenta, a los que la fundación ofrece visitas domiciliarias de apoyo. En paralelo, y con más usuarios, la entidad crea unidades de convivencia en pisos que pone a su disposición.
Estas unidades de convivencia, de un máximo de tres personas, reciben apoyo y supervisión a su medida por parte de la entidad, “en función de lo que necesiten, ya sea del ámbito de la salud, de compras o de tareas del hogar”, detalla Esturo. En esta modalidad residencial, la fundación cuenta con 50 usuarios, que se suman a otras 12 de su hogar-residencia.
Sique creó hace una década una agencia de viajes especializada en personas con discapacidad
Pero los servicios de la entidad no acaban aquí. También ofrece servicios de tutela a personas con discapacidad que necesitan tutores legales, ámbito que cuenta con 45 personas atendidas. Y va más allá: el ocio es otro de los pilares principales de la fundación, con talleres deportivos y de actividades como música, teatro, percusión y danza.
También en el ámbito del ocio, Sique organiza grupos de actividades y excursiones para los fines de semana, que suman actualmente a más de 90 personas. Además, cuenta con club de basket y de fútbol que compiten con otros clubes y, pese a que el perfil de usuario de la entidad es fundamentalmente adulto, impulsa casales infantiles para escuelas de educación especial.
La fundación, que también dispone de servicio de psicología, ha ido diversificando su actividad, hasta incluso organizar un mercado solidario anual en mayo, en el que más de 300 empresas colaboran con sus productos, que van desde la ropa al vino y que recauda unos 40.000 euros en cada edición.
Pero eso no es todo: para conseguir más recursos para su actividad, Sique incluso ha creado una agencia de viajes especializada en personas con discapacidad. Impulsada hace diez años, trabaja ahora con unas 50 entidades dirigidas al colectivo, y por ella pasan unas 3.000 personas al año. La agencia genera un tercio de los ingresos anuales de la fundación, unos 300.000 euros, que se suman a fondos de la Generalitat para ponerlos al servicio de las personas con discapacidad intelectual y sus familias.