Volvemos del periodo de vacaciones y nos encontramos un acontecimiento deportivo de primer nivel que, por primera vez, pasa en Barcelona: la Copa del América de Vela. Mientras volvemos a las pantallas de los ordenadores, a las rutinas laborales y preparamos el calendario de las extraescolares de los hijos, la ciudad navega a velocidad de crucero y con una agenda llena de retos.
Una buena cartografía de la ciudad, con la identificación de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades nos ayuda a fijar el rumbo y a definir la ruta. La Copa del América es una primera oportunidad. Nos permite posicionar la ciudad ante el mundo para liderar la economía azul, que ya factura en Barcelona unos 4.000 millones de euros y genera más de 15.000 puestos de trabajo.
Las actividades económicas vinculadas al sector marítimo de la ciudad son muy relevantes: logística, servicios náuticos y marítimos, diseño e innovación y retrofit de barcos, investigación y diseño de nuevas embarcaciones, ingeniería punta, electrificación de muelles y de barcos, pesca y comercio de proximidad, nuevas infraestructuras y un gran Port de Barcelona como tractor económico.
Un ejemplo de innovación es el caso de la empresa americana Triton Submarines que, siguiendo el ejemplo de Narcís Monturiol y su submarino Ictineu (1859), diseña y construye submarinos para expediciones científicas, y ha encontrado en Barcelona el espacio óptimo para probar sus prototipos . Barcelona le garantiza una infraestructura portuaria eficiente, la tecnología y conocimiento para certificar los sistemas de seguridad, y una costa con profundidades de mil metros a menos de 12 millas náuticas para hacer pruebas.
La Copa del América es pues la oportunidad para mostrar algo más allá de la competición deportiva: la infraestructura renovada, la tecnología punta, la apuesta por la electrificación de los muelles, el conocimiento de los profesionales con una facultad de Náutica de primer nivel y los centros de investigación vinculados, la eficiencia logística y el dinamismo de la ciudad.
El mar es uno de los recursos naturales estratégicos, y la ciudad de Barcelona ha fijado rumbo: un nuevo polo económico para la ciudad en el horizonte. Sin duda, Barcelona vive este 2024 una rentrée a toda vela con una competición excepcional y con un rumbo claro en el punto de mira.