Los cruceristas que desembarcan en Barcelona siguen creciendo, y en el primer semestre de este año llegaron un 3,9% más respecto al año anterior, alcanzando los 1.065.172. Sin embargo, no todos los cruceristas son iguales: nada tiene que ver aquel que llega a puerto, visita la ciudad de modo exprés en unas horas y vuelve a zarpar, con aquel que va a bordo de un crucero que o bien llega o bien parte de la capital catalana. Y es que los pasajeros de cruceros que tienen Barcelona como base gastan más en la ciudad, ya sea en hoteles para las noches previas o posteriores, como en restaurantes, visitas y tiendas.
El Port de Barcelona hace años que tiene el punto de mira puesto en estos visitantes, y esta apuesta se ha materializado con un 2024 de récord de cruceros con puerto base en la ciudad. En este periodo, el 83% de los 323 cruceros que han pasado por la capital catalana la han utilizado como puerto del que zarpar o en el que cerrar el viaje. “Es una cifra muy positiva que no existe en ningún otro puerto de Europa; estamos a años luz”, ha reivindicado el presidente del Port, Lluís Salvadó, junto al director general de la infraestructura, José Alberto Carbonell.
“Es un salto cualitativo con el que avanzamos hacia un modelo singular en Europa, en el que tenemos la capacidad de atraer a los cruceros con más valor añadido y menos impacto en la ciudad”, ha destacado Salvadó, que ha detallado que, mientras que los cruceristas de tránsito se han reducido en un 0,9%, los de puerto base han aumentado un 12%. “Estamos tratando de definir un modelo que se adapte a la postura de la sociedad de que hay que reducir el impacto sobre la ciudadanía y ampliar el valor añadido”, ha agregado el presidente del Port, que ha recordado la labor de la infraestructura para trasladar a los cruceros a muelles alejados del centro de la ciudad.
El aumento de cruceristas se ha producido pese a una reducción del 6,6% de las escalas de cruceros a la ciudad, y es que las embarcaciones han llegado “más llenas” y superando el 80% de ocupación, lo que conlleva que se reduzca el impacto por pasajero y a la vez que la ciudad obtenga más retorno por embarcación. Lo mismo ocurre con otro segmento que también aporta valor añadido al puerto: la llegada de embarcaciones premium y de lujo, que se han incrementado en un 10% en un semestre marcado por la Copa del América.
La competición, que se desarrollará de agosto a octubre, ejerce de revulsivo para el ecosistema portuario y de la náutica, y ha acelerado una apertura del Port a la ciudad que Salvadó ha garantizado que seguirá ampliándose durante los próximos años. En un semestre que ha incluido las primeras jornadas de puertas abiertas del puerto, se han ejecutado múltiples transformaciones y obras que han incluido desde nuevos paseos como el de la Nova Bocana a nuevos espacios para startups, en iniciativas que “estarán acabadas cuando empiece la Copa del América”.
Este primer semestre de 2024 ha estado marcado también por la crisis del Mar Rojo, que ha detenido el tránsito por el Canal de Suez y ha obligado a desviar barcos hasta rodear África, alargando los trayectos entre diez y doce días. Según Carbonell, esta situación ha desembocado en que otros puertos, como el de Barcelona, hayan adquirido un repentino papel de plataforma de distribución de la carga que ha tenido que buscar alternativas por la crisis.
El Port ha registrado un aumento del 24% del tráfico de contenedores y prevé mantener esta tendencia, apuntando a un 2024 de récord
A raíz de esta situación, el Port de Barcelona ha registrado un aumento del 24% del tráfico de contenedores. Este cambio de rol sobrevenido como plataforma de distribución ha llegado a provocar problemas puntuales de congestión, motivo por el que incluso “se han tenido que abrir terminales por las noches”, como ha detallado el director general. Pese a la previsión de que se alargue esta situación, el Port tiene en el horizonte un elemento que permitirá absorber aumentos de demanda como estos: la habilitación de más espacio de la terminal Best, que se desplegará a partir de septiembre. “Nos dará más capacidad de servicio para poder hacer frente a esta situación”, ha asegurado Salvadó.
Este aumento del tráfico de contenedores, motivado también por “razones comerciales y de competitividad” al margen de la crisis del Mar Rojo, han llevado a la infraestructura a mover 35,8 millones de toneladas en el primer semestre, lo que representa un 10,2% más que en el mismo periodo del año anterior.
Este incremento de la actividad se ha traducido también en un aumento de los ingresos del Port respecto al año anterior, con un 2% más hasta alcanzar los 79 millones de enero a mayo. El resultado de explotación ha crecido otro 3%, hasta los 20,8 millones en estos cinco meses, mientras que el resultado del ejercicio se situó en 21 millones, un 13% más, con una subida vinculada a “la situación de los tipos de interés”, según Carbonell.
La previsión del Port es que el tráfico de contenedores mantenga esta tendencia lo que queda del año. Después de un primer semestre en el que se han superado el equivalente a dos millones de contenedores del tipo TEU, el Port augura que el ritmo se mantendrá hasta rondar los cuatro millones al terminar el año, apuntando a un récord histórico para la infraestructura portuaria barcelonesa.