Alfons Foriscot banda
Alfons Foriscot junto a su grupo, The Wall-o-Matics.
EL BAR DEL POST

Alfons Foriscot: Cuando el rock & roll acompasa tu vida

La mañana apura sus últimos compases antes de dar paso al mediodía, momento en el que Alfons Foriscot entra en el Bar con su semblante tranquilo, ojos de un azul límpido que se han cerrado suavemente, o abierto como faros, al ritmo de toneladas de sonidos trepidantes. Pelo tirado para atrás, tejanos arremangados y elocuente camiseta de los Stray Cats.

Soy un ciudadano barcelonés apasionado por el rock & roll. Buen padre de familia y con trabajos diversos que van desde chófer, hasta figurante en series y publicidad. He vivido en Ibiza, Canarias y Londres, y he viajado dos veces al sur de los Estados Unidos para conocer de dónde viene la música que amo”, explica antes de acodarse a la barra y pedir un café.

— También eres músico.

— Sí, tengo dos grupos, The Wall-O-Matics y The Tacoma Kids.

The Wall-O-Matics practican un rock & roll clásico y acelerado, mientras que Tacoma Kids son una novísima banda homenaje a The Sonics, cuyos conciertos de debut programados para estas fechas se tuvieron que ver anulados “por el maldito Covid”. Alfons clava su mirada en la taza de la que sorbe el café, antes de volverla a levantar y, con una sonrisa ladeada, proferir: “¡Espero que vengáis todos a vernos!”.

El rock & roll que vibró en Gràcia

Antes de subirse a escenarios con su contrabajo o su bajo eléctrico, Alfons Foriscot fue el propietario del Café 1954, un recordado bar instalado en el corazón del barrio de Gràcia donde ir a escuchar sonidos clásicos de los 50 y sus derivados, desde Clyde MacPhatter hasta Elvis, pasando por Wanda Jackson, Brian Setzer Orchestra o Ruth Brown, y donde incluso algunos DJ, como el mítico y añorado Pepe 7Wheels, alegraron a la concurrencia con sus selecciones.

Por el bar tuvimos a visitantes ilustres, como Glen Matlock de los Sex Pistols, además de muchos músicos de la escena 50s provenientes de todo el mundo y que estaban de paso por la ciudad”, explica Alfons quien rememora que, en aquel entonces, hace ahora unos quince años, también promovió algunos conciertos.

— ¿Y cómo te fue?

— En todos pringué pasta—, ríe, sabedor de los sablazos que todos los que operan en el underground musical de esta ciudad son susceptibles de soportar—.

Alfons Foriscot
Alfons Foriscot, padre de familia, figurante de series y publicidad, y músico.

Barcelona ida y vuelta

“Me encanta Barcelona, pero necesito escaparme cuando puedo, sobre todo a Tossa de Mar. Vivo entre el Born y el Port Olímpic, así que cuando hay muchos turistas es bastante agobiante”, explica el músico que, pese a estos arrebatos de escapismo, no deja nunca de volver a la urbe que le vio nacer.

“El turismo masivo ha cambiado la ciudad para peor —lamenta—. Añoro la época de finales de los años 80, la edad preolímpica, sin cruceros ni Ryanair. Había menos visitantes, pero eran mejores y más educados”, reflexiona, y tras un silencio añade: “¡Aun así, Barna mola mucho!”.

La hora de comer se avecina inexorablemente, así que Alfons Foriscot pide mirar la carta, anticipando que va a pedir un menú “con sus dos platos, postre, bebida y café, como corresponde a un señor de 52 años”.

En la radio suena lo nuevo de Mario Cobo, que el parroquiano parece estar disfrutando en silencio, hombre de pocas palabras como es él.

Alfons Foriscot
Foriscot también fue el propietario del Café 1954, por el que pasó Glen Matlock de los Sex Pistols.

— ¿Dejo la radio puesta? ¿Hay algo específico que quieras escuchar?

— Si puedes, pon La Competència, de RAC1, que no me pierdo nunca. Es mi forma de informarme de la actualidad, ya que evito ver, escuchar o leer las noticias.

— ¿Y eso?

–¡Nos engañan como a chinos!