Acaba prácticamente de iniciar su andadura, pero Yumminn ha recibido ya dos premios al haber sido identificada por los expertos del sector de la hostelería como una empresa emergente con potencial para revolucionar el pago de las cuentas de los restaurantes. No se trata de una aplicación móvil que haya que descargar, pero sí de un sistema que permite revisar y pagar desde el teléfono la cuenta en cuestión de segundos, sin tener que esperar a que el camarero nos la traiga. Además de reducir la carga de trabajo de los camareros o evitar tener que hacer cola en la caja, esta metodología cuenta con otras grandes ventajas: incentiva las propinas y permite dividir y gestionar de forma automatizada el pago en el caso de que los comensales quieran pagar de uno a uno, evitando los habituales líos que se producen en estas situaciones.
El artífice de esta especie de Bizum para la hostelería es Christian Campillo, un ejecutivo barcelonés que hasta ahora había desarrollado su carrera en el sector del lujo, al que ha estado vinculado quince años como directivo de L’Oréal. Campillo, licenciado y MBA por Esade, trabajó para el conglomerado francés de la cosmética y perfumería en Miami, en la unidad de travel retail, es decir, en el canal de ventas en aeropuertos. Posteriormente, fue expatriado a Brasil, donde estaba al frente de ocho departamentos de L’Oréal en el país, con 180 empleados a su cargo.
Fue en Brasil donde Campillo se dio cuenta de la oportunidad de transformar algunas dinámicas del sector de la restauración que veía poco eficientes y nada satisfactorias para los usuarios. Después de trabajar simultáneamente en L’Oréal y en la concepción de su idea de negocio, finalmente se tiró a la piscina: dejó su cargo y su carrera en la multinacional para trasladarse a Barcelona, donde creó Yumminn con otros cuatro socios y con el apoyo de la aceleradora Oryon Universal, liderada por Victor Giné.
En 2021, Yumminn lanzó una plataforma que además de permitir el pago de la cuenta, estaba muy centrada en la digitalización de las cartas de los restaurantes, una necesidad que se había generalizado como consecuencia de la pandemia. Su estrategia en sus inicios era que Yumminn sirviera también para elegir los platos, de forma que desde la mesa del restaurante la orden llegaba directamente a la cocina, reduciendo a la mínima expresión el rol del camarero. Sin embargo, se dieron cuenta de que esta propuesta de valor era poco aceptada y valorada por los profesionales de la hostelería, por lo que Yumminn pivotó rápidamente para centrarse exclusivamente en ser una plataforma para simplificar los pagos y fidelizar a la clientela.
Con este nuevo modelo, a finales de 2021, Yumminn levantó una ronda pre-semilla de 420.000 euros, con el apoyo de Enisa, de Oryon Universal, de varios business angels del sector y de Antai Venture Builder, la factoría de startups liderada por Miguel Vicente y Gerard Olivé. Según Campillo, después del verano Yumminn pondrá en marcha una ronda de capital semilla, por un importe todavía no definido, que permitirá escalar su sistema.
De hecho, la compañía con sede en el 22@ se encuentra en plena fase de aceleración y está contratando a comerciales para extenderse al resto de España, comenzando por Navarra, Valencia, País Vasco y Andalucía. Actualmente, Yumminn emplea a quince personas, en breve serán veinte y a finales de junio el equipo se habrá incrementado a treinta colaboradores. El objetivo es iniciar la internacionalización en el segundo semestre del año, por lo que ya están analizando diversos países.
“Hoy el 80% de los pagos en los restaurantes ya son con tarjeta; en dos años estoy convencido de que en todos los restaurantes se pagará a través de sistemas como el desarrollado por Yumminn porque ayudan a los restaurantes a mejorar su servicio e incrementa la satisfacción del comensal”, explica Campillo, que acaba de participar por primera vez en el salón Alimentaria & Hostelco con un stand propio.
Según Campillo, con el uso generalizado de la tarjeta son cada vez menos las personas que dejan propinas. “Yumminn permite digitalizar las propinas, ya que antes de formalizar el pago preguntamos si quieres donar una cantidad para los camareros, elemento que permite incrementar en un 55% las propinas del restaurante, con el consecuente aumento de la motivación de su personal”, asegura.
Para acceder a Yumminn y pagar la cuenta en 13 segundos sólo hay que escanear un código QR dibujado en la mesa. La plataforma se integra en el sistema de gestión del restaurante, por lo que inmediatamente puedes ver la cuenta, decidir si la pagas entera o solo una parte, dejar o no propina y pagar con una tarjeta de crédito instalada en el propio móvil o con los sistemas Apple Pay y Google Pay. Yumminn, que no es una entidad de crédito, gestiona la transacción a través de la plataforma de pagos Adyen, que es quien realmente cobra y, en el plazo de uno o dos días, abona el dinero a la cuenta del establecimiento.
Por cada pago realizado a través de Yumminn el restaurante debe pagar una comisión del 0,9%, un importe que es superior al actual sistema de cobro con los datáfonos bancarios. “El fee es más alto, pero simplificamos la gestión del restaurante, que se ahorra los datáfonos físicos y estar pendiente de si tienen batería, tinta o papel. Pero la gran ventaja es la facilidad y la rapidez con la que pueden saldarse las cuentas y el hecho de que a los camareros se les libera de la tediosa tarea de ir a por la cuenta y cobrar en cada mesa. Pueden dedicar ese tiempo a mejorar el servicio de la sala y a recomendar mejor algunos platos o sugerencias de la carta, por lo que se incrementa el tíquet medio por mesa”, argumenta Campillo.
Yumminn ha sido uno de los ganadores de la segunda edición del Horeca Challenge —que impulsan Mediapro, Damm, Familia Torres y PepsiCo— y ha sido proclamada mejor startup en la reciente edición del Fòrum Gastronòmic de Girona. Además de ser un método de pago también quiere operar como una herramienta de fidelización para los establecimientos, ofreciendo descuentos (cashback) en función del gasto realizada para las próximas visitas al restaurante.