Barcelona ha perdido a uno de los grandes referentes de la moda, Toni Miró. El modisto, diseñador y empresario, que ha fallecido este jueves a los 74 años de edad, contribuyó a la proyección de la ciudad desde el mundo de la moda y a través de su marca de ropa y complementos Antonio Miró.
Sus diseños desfilaron durante años por las principales pasarelas de la moda internacional, en Milán, Tokio, Nueva York, y especialmente en París, donde triunfó con sus colecciones de ropa masculina. Desde todos estos escenarios difundió la imagen de la ciudad como capital del diseño, a la que también contribuyó reiteradamente. Son de destacar sus colaboraciones en eventos de trascendencia internacional, con el diseño del vestuario de las ceremonias olímpicas del COO´92 y la indumentaria de las celebraciones del Fórum de las Culturas, en 2004. Fue también uno de los impulsores y pioneros de la desaparecida Pasarela Gaudí, que años más tarde conformó el actual 080 Barcelona Fashion.
Hijo de sastre y nacido en Sabadell, una de las ciudades de Catalunya donde el sector textil lleva décadas arraigado, Miró abrió su primera tienda con sólo veinte años, Groc, en la Rambla Catalunya de Barcelona. Su vocación para el diseño ya le llevó a hacer un establecimiento diferente y encargó su interiorismo a Xavier Regàs i Pagès, autor también de la decoración de la discoteca Bocaccio.
El éxito conseguido con la tienda le llevó a crear en 1979 la marca Antonio Miró, para hombre y mujer, y a constituir la compañía del mismo nombre. Desde ese primer enclave, ya con marca propia, en la década de los ochenta y los noventa del siglo pasado se posicionó entre los principales diseñadores de la moda española, aportando su impronta, y el sello de cosmopolitismo y modernidad de Barcelona.
Unos aspectos que trasladaba a su ropa con un diseño urbano, con el que reinterpretó el traje sastre para hombre. También realizó colecciones para obras de teatro, cine y televisión. Y vistió a importantes celebrities, entre ellas, el actor John Malkovick, al que le unía además una buena amistad, o George Harrison. También ha vestido a personalidades de la sociedad catalana y española, como Ricardo Bofill, Miquel Barceló u Óscar Tusquets. En 1990, el modisto firmó un acuerdo con Ermenegildo Zegna para el lanzamiento internacional de sus diseños.
La marca se convirtió en un gran referente en el sector de la moda y se expandió de tal modo que creó su línea de muebles, artículos de escritorio, marroquinería, ropa para el hogar, complementos del vestir…
El éxito perduró durante años, hasta entrar en el siglo XXI, pero la crisis económica de 2008 hizo tambalear el negocio y Toni Miró decidió vender el 70% de su empresa a la sociedad Nuevos Valores Textiles, controlada por las familias Nassia y Arquero. El bache económico de la covid terminó de castigar a la firma, ya sólo en manos de Toni Miró (30%) y Andrea Arquero (70%), y tuvo que presentar concurso de acreedores y su definitiva liquidación a finales del año pasado.
A lo largo de su trayectoria, Miró recibió muchos reconocimientos. En 1988, fue galardonado con el premio Cristóbal Balenciaga, al mejor diseñador español y en 2000 recibió la medalla FAD, otorgada por la Asociación de Diseño Industrial del Fomento de las Artes Decorativas por su trayectoria profesional. También recibió en 2003 la medalla Antoni Gaudí, Moda Barcelona, de la Pasarela Gaudí.