Cada 29 de abril se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Danza desde que, en 1982, la UNESCO aceptase la propuesta del Comité Internacional de Danza de escoger una fecha para fomentar la participación y la atención del público sobre la importancia del arte y la cultura de la danza. Se tomó así el natalicio de Jean-Georges Noverre, un bailarín y escritor francés del siglo XVIII, considerado el creador del ballet moderno debido a la cantidad de coreografías y publicaciones relacionadas con esta disciplina que legó.
Cada año, se encarga a una personalidad relevante dentro del mundo de la danza, que escriba un mensaje que es leído en todas las partes del globo en donde se celebra la efeméride. Este año, ese honor ha recaído en Friedmann Vogel, bailarín principal del Stuttgart Ballet, quién además de haber sido nombrado cuatro veces “Bailarín del Año”, ostenta el título de Kammertänzer, el máximo reconocimiento alemán para un bailarín.
También el Presidente del Consejo Internacional de la Danza (CID)-UNESCO, Alkis Raftis, ha publicado un texto trazando un paralelismo entre la Europa de 1941 y el momento actual por el que estamos transitando, para lanzar un mensaje de esperanza: “como profesionales de la Danza, piensen en su papel en la situación actual de pandemia, encierro y toque de queda. La gente les necesita ahora y les necesitará después de esta crisis. Produzcan una vacuna contra el virus del alma: ustedes saben cómo hacer bailar a la gente. ¡Escuchen la llamada: respóndanla!”
“Produzcan una vacuna contra el virus del alma: ustedes saben cómo hacer bailar a la gente” (Alkis Raftis)
En Barcelona, todos los años se ha llevado a cabo una celebración importante, no sólo a nivel de grandes centros, como el Mercat de les Flors o l’Institut del Teatre, sino también a nivel de barrio, donde los Centros Cívicos jugaban un papel importante y programaban diversas propuestas. Debido a la situación actual, l’Associació de Professionals de la Dansa de Catalunya, ha reinventado su propuesta a un formato audiovisual, de la mano del bailarín y coreógrafo Pere Faura y el realizador Ignacio Castañé, quienes han producido diez piezas de vídeo-danza, con una importante intención reivindicativa cada una.
Serán dos álbums con cinco temas cada uno, que abordarán temas como la cronificación de la precariedad, la sobreproducción de baja calidad, la fulminación de los circuitos de exhibición, la híper-burocratización de la gestión, la corrupción en ciertos espacios de programación, la ausencia de la danza en la educación, la baja calidad de la educación superior, los interminables abusos de poder, el machismo, el racismo y el fuerte arraigo de las viejas discriminaciones, y un largo etcétera. Si algo se pretende con la celebración del Día de la Danza es reunir a todos los que han elegido esta forma de expresión para superar todo tipo de barreras culturales, políticas y éticas y celebrar la danza y su diversidad.
15 bailarines encarnarán la pasión y las ganas de volver al escenario, a compartir con el público
Serán 15 bailarines los que veremos en estas producciones, representando la diversidad de género, edad, estilos y procedencias de los y las profesionales de la danza en Catalunya, y llenando con sus movimientos espacios estrechamente vinculados a la cultura. Desde las 11 fábricas de creación de Barcelona (Sala Beckett, La Central del Circ, l’Espai Brossa, Nou Barris, Hangar, Graner, La Escocesa, el Tantarantana, la Nau Ivanov, la Fabra i Coats y la Caldera), hasta el Mercat de les Flors, y espacios culturales clave de las provincias de Lleida, Girona y Tarragona, estos bailarines encarnarán la pasión y las ganas de volver al escenario, a compartir con el público, después de tanto tiempo parados sin la posibilidad de desarrollar su arte.
Estas piezas de videodanza, pueden visionarse en el portal web de l’Associació de Professionals de la Dansa de Catalunya y en sus redes sociales.
Habrá quien crea que la danza es algo sólo apto para iniciados, pero es todo lo contrario, ya que cualquier persona puede con su movimiento crear algo bello. Así opinaba la gran bailarina y coreógrafa Pina Bausch, quien daba la libertad a sus bailarines de mostrarle movimientos que luego ella incorporaba de un modo poético. Por ello, no quiero dejar de recomendaros el maravilloso documental en su honor que dirigió Wim Wenders, llamado Pina. Y como ella decía “¡danzad, danzad! De lo contrario, estaréis perdidos”.
El mensaje de Friedmann Vogel de este año dice así:
“Todo comienza con movimiento, un instinto que todos tenemos y con el que buscamos comunicarnos. Así como una técnica perfecta es fundamental e impresionante, en última instancia lo que el bailarín expresa con el movimiento es la esencia.
Como bailarines, estamos en constante movimiento aspirando a crear inolvidables momentos. Así que cuando de pronto no se nos permite bailar, con teatros cerrados y con festivales cancelados, nuestro mundo llega a pararse. Sin contacto físico. Sin actuación. Sin espectadores. Jamás en la historia reciente la comunidad dancística se había visto desafiada de tal forma para permanecer motivada y encontrar su razón de ser.
Es precisamente cuando algo precioso se nos ha quitado cuando verdaderamente apreciamos hasta qué punto es vital lo que hacemos y cuánto significa la danza para la sociedad en su conjunto.
Los bailarines son reconocidos continuamente por sus proezas físicas, cuando en realidad nos sostenemos más por nuestra fuerza mental. Creo que es justamente esta combinación única de agilidad de lo físico y lo psicológico lo que nos ayudará a sobreponernos, a reinventarnos para seguir bailando y seguir inspirando”
