Clàudia Costas
La actriz y escritora Clàudia Costas.
EL BAR DEL POST

Clàudia Costas Güell: Infinitas primeras veces

Clàudia Costas ha disparado en muchas direcciones y, en contra de lo que suele ser habitual, ha centrado el tiro en la mayoría de objetivos. “He pasado los años explorando diferentes ámbitos y haciendo trabajos diversos como actriz para la televisión, el teatro y el cine; coach de actores, profesora de inglés y de arte dramático. También he montado dos negocios, he estudiado escritura, guion y dos másteres en MBA y Marketing Digital”, explica la actriz que, ahora, debuta como autora literaria con la novela El primer cop de moltes coses (La Campana), “¡algo que ya puedo añadir a la lista de cosas eclécticas que he ido haciendo en mi vida!”, ríe.

El libro narra historia de Maya, una (casi) treintañera antisocial y maniática del orden y las rutinas que vive en compañía de una tortuga y cuyo gran momento de la semana consiste en ir al cine los viernes. “Así, hasta que un día empieza a adquirir los mismos poderes que los protagonistas de las películas que va a ver, y esto la lleva a salvar vidas, a conocer personas y a acabar enamorándose de su nueva vecina. A vivir dejando atrás sus miedos y, con ello, experimentando la primera vez de muchas cosas”, explica Clàudia, acodada a la barra, rodeada de silencio matutino y con una humeante infusión recién servida delante.

—¿Quieres desayunar algo con la infusión? Tenemos buena teca, dulce y salada.

—Generalmente, te diría que salado, pero últimamente tengo mono de dulce, creo que porque no puedo tomarlos. No gluten, no lácteos; se complica la cosa. Y la prohibición me llama, claro. Y si lleva chocolate estoy perdida— vuelve a reír.

–¿Entonces?

—Igual me espero a la hora de comer y pido un menú. ¡Y si puedo partirlo con alguien y así probar más platos, mejor!

Con el futuro abierto en canal

Da la sensación de que las peripecias de Maya tienen, de alguna manera, mucho que ver con la trayectoria vital de su autora. “Creo que los momentos clave de mi vida, los puntos de inflexión, han sido aquellos en los que he dejado cosas atrás. Independizarme, separarme, cambiar de trabajo. Esas situaciones en las que te sientes totalmente perdida, para bien o para mal y con el futuro abierto en canal”. 

Momentos de aprender a volar en distintas direcciones, fijar nuevas coordenadas y andar caminos inéditos. Algunos de estos la han llevado sobre escenarios de teatros a las órdenes de Sergi Belbel, con Poder- Potere- Power; Cristina Clemente, con El test, o Antonio Calvo, con La millor nit de la teva vida. Otros derroteros la han llevado a la gran pantalla, con su inclusión en el reparto de La posesión de Emma Evans, o a la pequeña, con un papel en la famosa serie La riera de TV3.

El primer cop de moltes coses, la primera novela de Clàudia Costas

La cuestión es no haber parado quieta. Nunca o casi nunca. “He viajado, sola y acompañada, por los cinco continentes. A pie, en barco, en coche.  Y le he dado muchas vueltas a la cabeza, también. Intento vivir las cosas en su momento y seguir andando. Creo que me gusta aprender y dudar de todo, y eso amplía mi percepción del mundo”. 

Un mundo en el que, ni que decir tiene, hay millones de cosas para las que hay una primera vez. De eso, tal vez, vaya la vida. Al menos, para esta barcelonesa cosecha de 1989.

Su debut literario refleja momentos de aprender a volar en distintas direcciones, fijar nuevas coordenadas y andar caminos inéditos.

Simplemente de visita

“Barcelona me parece una ciudad preciosa, cautelada entre la montaña y el mar. Me enamoran su oferta gastronómica, sus calles y sus edificios con encanto, los miles de vidas que se esconden detrás de cada ventana, poder atravesarla andando sin miedo”, explica la parroquiana que ya va terminando su infusión.

—Pero tú ya no vives aquí, ¿no?

La actriz y escritora se encoge de hombros. “Barcelona, ahora mismo, es un lugar que me gusta para visitarla de vez en cuando, pero no para vivir en él. Disfruto bajando a comer con alguna amiga o hacer alguna actividad o simplemente pasear. Pero para vivir he escogido un lugar más tranquilo, sin esa nube sucia encima. A mí esta ciudad me aturulla. Demasiado de todo. Ruido, estímulos, personas”.

—¡Todavía eres joven! ¿No te atrae también la nocturnidad de la ciudad?

A Clàudia Costas Güell se le escapa una colorida carcajada ante la pregunta.

—¡Si yo soy de madrugar! —responde— ¡Por la noche no veo tres en un burro!

 Y sigue riendo, dando cuenta de su bebida mientras, probablemente, se dispone a dar algún paso en alguna dirección vital que a todos acabe sorprendiendo.

Costas ha trabajado como actriz para la televisión, el teatro y el cine.