A partir de este octubre podremos disfrutar de música jazz en directo. ©Jordi Vidal

El sueño eterno de la música: arranca el 53º Barcelona Jazz Festival

Con una propuesta de artistas polivalentes y con trayectorias contrastadas, hoy comienza un festival de jazz que se mueve entre la tradición y la innovación, aproximándonos a propuestas estimulantes y largamente deseadas, como lo son Sílvia Pérez Cruz, Chucho Valdés, La Locomotora Negra o Antonio Carmona

Ahora que aminoran las restricciones pandémicas la ciudad va recuperando lentamente su ritmo cultural habitual. Nos damos cuenta, poco a poco, que por muchas pandemias que lleguen hay cosas que nunca nos abandonarán. El Festival de Jazz de Barcelona podría ser ejemplo de ello. Los responsables del 53º Voll-Damm Jazz Festival han reunido un cartel definitivo de lujo, “lleno de grandes nombres internacionales, para todos los públicos, con actuaciones por toda la ciudad y una fuerte apuesta por la escena de nuestra tierra”, según afirma el director artístico del acontecimiento, Joan Antoni Cararach.

La programación comienza este miércoles y se prolongará hasta el 10 de marzo de 2022. Maria del Mar Bonet abre el festival el primer día en el Palau de la Música al frente de la Big Band Begues. La cantante mallorquina presenta su proyecto jazzístico e inaugura así un festival lleno de eventos excitantes. A los grandes nombres que llegarán a nuestra ciudad, se han añadido recientemente los del sexteto que encabezan Richard Bona y Alfredo Rodríguez, el del versátil vocalista José James o el explosivo Cimafunk, una de las sensaciones musicales de los últimos años.

La presencia de mujeres tendrá este año un mayor peso dentro del cartel, y como figuras más destacadas podemos encontrar, por ejemplo, a la compositora catalana Sílvia Pérez Cruz, quien junto a Javier Colina Trio conmemoran el décimo aniversario de su disco En la imaginación. Maria Schneider —quien ha presentado siempre todos sus trabajos en el Festival—, Andrea Motis, Estrella Morente, Melissa Aldana, Madeleine Peyroux, Cécile Mclorin o la ya mencionada Maria del Mar Bonet son algunas de las figuras femeninas que aparecen en el cartel de este año.

El Festival, de forma excepcional, se alargará de octubre a marzo y “estará lleno de grandes nombres internacionales, para todos los públicos y con actuaciones por toda la ciudad” según Joan Antoni Cararach

La Locomotora Negra —emblemática big band barcelonesa— dirá adiós a los escenarios después de más de 50 años de carrera con un último concierto en el Palau de la Música. Por su parte, el joven pianista menorquín Marco Mezquida cerrará el Festival con la presentación de su último disco de título aún desconocido.

Todos estos nombres se suman al resto de artistas que ya fueron anunciados antes de verano, entre los cuales se encuentran personalidades de la música tales como el Chucho Valdés —quien según Cararach ha preparado una selección musical con algunas de sus obras maestras—, el genio del saxo Kenny Garrett, la guitarrista Mary Halvorson, Vijay Iyer, María José Llergo, el israelí Avishai Cohen y un largo etcétera.

El Festival, que estará dedicado a la memoria de George Wein —pianista y promotor de jazz estadounidense fallecido recientemente—, desea “transmitir ganas de vivir con la música”, según explica Tito Ramoneda, director del Barcelona Jazz y de la empresa organizadora, The Project.

Maria del Mar Bonet
Maria del Mar Bonet da inicio al festival este miércoles. © Juan Miguel Morales

Una de las atracciones más notables será, como cada año, la serie dedicada al flamenco, que se titula De Cajón! y que cuenta con nombres extraordinarios dentro del panorama de la música nacional. Algunos de los participantes van a ser, entre otros, el cantante Tomatito, quien rendirá homenaje a Camarón en un espectáculo llamado Viviré —realizado junto a Duquende, Antonio Reyes y Miguel Poveda, invitados de honor—, la ya anteriormente comentada Estrella Morente, el pianista Dorantes, el guitarrista Rafael Riqueni, los pianistas Diego Amador y Chano Domínguez o el inefable Antonio Carmona, que nos brindará una nueva propuesta en la que va a contar con su familia encima del escenario. Además de todo esto, nos encontraremos la producción propia llamada Una nit amb Solera un proyecto único y original imaginado por Jordi Franco, copropietario de la Solera Flamenca

Más allá de los artistas invitados, en la presentación se habló también de lo importante que ha sido el Liceu para el Festival de Jazz de Barcelona, que acumula ya diez años de participación en este proyecto. Como muestra de agradecimiento, se ha decidido otorgar la medalla de oro del Festival de este año a María Serrat, directora del Conservatorio Superior. Derivado de un acuerdo común entre las dos partes, este año en el Liceu no solo se harán 27 conciertos, sino que se van a ofrecer clases magistrales con muchos artistas como profesores. Podrá asistir todo aquel que tenga una entrada de alguno de los conciertos que veremos durante el Festival, de tal manera que el gran público podrá disfrutar de la enseñanza musical que nos puedan ofrecer algunos de los grandes maestros que participan, como los ya mencionados Chucho Valdés, Tomatito o Maria Schneider.

Marco Mezquida
Marco Mezquida es una de las propuestas más deslumbrantes de este Barcelona Jazz Festival. © Josep Echaburu (Efecte Collins)

Una de las ofertas más atractivas de esta edición la encontramos con el abono Descoberta, el cual ofrece cinco conciertos pactados por 50 euros, permitiendo así descubrir y disfrutar de artistas que además son profesores del Liceu, como Carme Canela (quien forma dúo con Jurandir Santana), Gonzalo del Val Trío con Benet Palet, Kevin Díaz Double Trio, Òscar Latorre y Marco Mezquida.

El Festival también colaborará este año con la Fundación Mapfre, preparando una exposición dedicada al legendario fotógrafo norteamericano Lee Friedlander. Este autor expuso retratos de figuras históricas del jazz en la segunda mitad del siglo XX, como John Coltrane, Miles Davis, Duke Ellington o Aretha Franklin. Friendlander se especializó sobre todo en la ilustración de las portadas de los discos de jazz, hasta convertirse en una verdadera celebridad de la fotografía.

Propuestas como las clases magistrales de música en el Liceu o abonos de cinco conciertos por 50 euros tienen el objetivo de hacer llegar este proyecto musical y cultural

El jazz es una celebración de la vida y de las diversas formas que tiene la música de herirnos o de emocionarnos, de conectarnos con aquello que es íntimo, pero también con aquello que es universal. Si algo nos enseña este festival es que estamos necesitados, ahora más que nunca, de sentimientos comunes y de alegrías colectivas. No se me ocurre nada mejor para ello que un concierto de buen jazz.