Muelle de Espanya segunda sede del Liceu
Barcelona se ha posicionado como 'hub' de 'startups'.

La segunda sede del Liceu se encauza tras el fin de la Copa del América

El puerto y el teatro firman el convenio para convocar el concurso de arquitectura que definirá el nuevo equipamiento cultural del Port Vell

La celebración de la Copa del América en Barcelona ha servido para acelerar muchos proyectos en el frente marítimo que llevaban años, incluso décadas, guardados en un cajón, pero también ha supuesto un freno para otros. En este último grupo se encontraba la segunda sede del Liceu en el Port Vell, una necesidad para la institución cultural que se anunció poco antes de la llegada de la regata y que quedó eclipsada, puesta en modo de espera hasta que pasase la competición.

La maquinaria se ha puesto en marcha una vez descartada la posibilidad de una segunda edición de la Copa del América, ante la negativa del Ayuntamiento de aportar más recursos públicos para su organización. Tan solo una semana después de la despedida de la Copa del América, el Puerto de Barcelona y el teatro han firmado el convenio para dar pasos adelante en la concreción del futuro Liceu Mar, pasando de las hasta ahora declaraciones de intenciones a las primeras concreciones, aprovechando también una coyuntura política en la que todos los actores implicados, Ayuntamiento, Generalitat y Gobierno, tienen el mismo color político.

El convenio incluye la convocatoria de un concurso público de arquitectura para seleccionar el anteproyecto y la redacción del proyecto básico. Constituirán la base del nuevo equipamiento cultural y se prevé que el concurso se resuelva de cara a la siguiente temporada.

También se contempla la redacción de toda la documentación para que el puerto promueva y tramite la modificación urbanística necesaria para poderlo construir. Con un presupuesto de 1,2 millones de euros, ambas partes lo financiarán a partes iguales.

La ubicación final, por concretar

El Liceu Mar había quedado en tierra de nadie cuando la que iba a ser su ubicación, el antiguo Imax, se transformó en un centro de divulgación de la Copa del América y se salvó de su derrumbe. Tras una inversión privada para volver a abrir sus puertas, la primera señal que los planes habían cambiado la dio hace unos meses el entonces presidente del Puerto de Barcelona, Lluís Salvadó, quien señaló en una entrevista con The New Barcelona Post que contemplaban que la nueva sede del Liceu fuera compatible con el Imax.

“El puerto había decidido derruir el Imax, pero llega la Copa del América y se le da una segunda vida. Se ha hecho una inversión privada de nueve millones de euros y se ha transformado en un espacio muy interesante donde cada semana se organizan actividades, y entidades y empresas utilizan una sala de cine con una pantalla enorme, de las más grandes que hay en Europa. A partir de aquí, la decisión de derribarlo ya no es tan obvia”, apuntó Salvadó.

Centro de interpretación de la Copa América IMAX Port Vell
El edificio del antiguo Cine Imax del Port Vell, reconvertido en un centro de divulgación de la Copa América.

Así se desprende del acuerdo de intenciones que han firmado ahora el puerto y el Liceu, donde ya no se habla de los antiguos cines ni se concreta dónde estará el futuro equipamiento cultural. Solo se determina que estará en el Muelle de Espanya. Tras el cambio de escenario, una de las opciones que tenía sobre la mesa el puerto era construir el Liceu Mar justo delante del Imax, en la plaza del Ictineu, hoy en día una extensión de hierba en la que muchos se estiran a descansar.

Expandir el Liceu

Con la reactivación del proyecto, el Liceu podrá empezar a encarar la falta de espacios actual que afecta tanto a actividades que ya realiza como impide poder abarcar nuevas. Están ganando peso iniciativas del teatro como su pata educativa y social, con un presupuesto que ha subido hasta el 1,2 millones de euros anuales, con proyectos estrella como Liceu aprèn para acercar la ópera a los más pequeños o Opera prima para tejer relaciones con su entorno más directo. Este último seguirá creando nuevas óperas junto con los vecinos del Raval tras el éxito de La gata perduda. Solo en este caso se requieren espacios donde ensayar con actores no profesionales y hacerlo durante mucho tiempo, algo bastante complicado en un equipamiento que ya está lleno con su programación habitual.

Pero también necesita expandirse el proyecto Òh!pera y sus óperas de pequeño formato que permiten dar voz a nuevos creadores. Ahora se encajan en espacios más reducidos como el Foyer o el Saló dels Miralls, pero el Liceu Mar les puede dar una sala más grande, sin aspirar a llenar el principal escenario del teatro de la Rambla. En los planes del Liceu se incluye que la sede del Port Vell sirva como la casa para un Centro de Ópera de Nueva Creación, además de para potenciar el proyecto social y educativo, y consolidar una programación estable de danza.

Escena La Gata Perduda
Una escena de La gata perduda. © Antoni Bofill Liceu
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