Imagen que ilustra el libro Alliberem-nos de l’amor, de Suzanne Brøgger.

Por Sant Jordi, liberémonos del amor

La editora Diana Coromines (BonPort) nos regala el placer de leer la obra fundamental y más popular de la escritora danesa Suzanne Brøgger

Como la inmensa mayoría de lectores en lengua catalana, desconocía completamente la existencia de la escritora danesa Suzanne Brøgger antes de que la editora Diana Coromines publicara Alliberem-nos de l’amor en BonPort. Diana me había enviado hacía meses este libro extraordinario, traducido a más de veinte lenguas de todo el mundo, pero como vivo demasiado ocupado zampándome novelitas de tres al cuarto lo había dejado medio muerto en el océano de lecturas pendientes. Volví al texto recientemente, porque la editora tuvo la generosidad de invitarme a charlar un rato con Brøgger en un acto conjunto entre la librería Calders y la sede de la editorial Gyldendal en Copenhague. Es hora de agradecer la insistencia a esta editora, quien ha defendido a Brøgger de la mejor forma posible (traduciéndola en una versión catalana impoluta) para ponernos así en contacto con un texto de inteligencia descomunal, fruto de una voz potentísima.

La cosa resulta todavía más bestia cuando piensas que Brøgger (que ahora se acerca a los ochenta) escribió este libro de ambición desmedida con sólo veintisiete años. De hecho, sorprende que en 1973 una autora optimizase así los recursos de la nouveau roman con tal de parir un dispositivo literario donde el lector no sabe exactamente si lee una novela, una crónica, un ensayo de filosofía política o incluso un texto dramatúrgico. Brøgger tiene la habilidad de Svetlana Aleksiévich en el arte de crear artefactos narrativos con una gran multiplicidad de voces, pero que nunca se dispersan, porque la autora las controla con el poder de la propia música. Sé que recomendar un libro donde se habla de liberarse del amor por Sant Jordi puede resultar extraño o forzado, pero diría que justamente hoy (jornada en la que el chovinismo del libro enmascara la literatura) resulta más adecuado que nunca hablar de un texto que nos obliga a pensar de otra forma.

La existencia de una obra crítica con aspectos fundamentales de la antropología emocional europea como la familia prototípica, la sexualidad en monogamia o la sobreprotección de los niños no configuraría noticia alguna. Pero la clave del tema se halla en comprobar la metódica con la que Alliberem-nos de l’amor dinamita estas formas de vida, emparentándolas con la economía del consumo y el progresivo ensimismamiento del individuo occidental. Éste es un libro de curiosa actualidad post-pandémica, porque Brøgger es una analista muy pormenorizada a la hora de recordarnos que la familia y la pareja son unas formas cobardes de enajenarnos del mundo para así evitar que nos ensuciemos con las experiencias perturbadoras que nos regala. Si esto lo hubiera escrito una académica progre desde su trona, éste sería un recetario foucaultiano más; pero, como recuerda Diana en el prólogo, Brøgger se ha dedicado a vivir muchísimas existencias.

Alliberem-nos de l’amor, de la editorial BonPort.

Lo extraordinario de Alliberem-nos de l’amor se encuentra en la hilaridad genial con la que Brøgger provoca que el lector acabe partiéndose el culo ante las vejaciones sexuales más bestias que sufren sus protagonistas, y es así como nos sorprende el hecho de troncharnos mientras la autora nos narra una violación en masa por parte de unos policías o las fantasías sexuales de un abusador de menores psicopático. La autora se sitúa en los límites de la sordidez para poner cualquier convicción entre paréntesis y expone su propio cuerpo porque prefiere vivir en peligro constante y asomarse a la crudeza bestial que tener que comprar un bienestar alienantemente tedioso. Leer este libro resulta una necesidad más urgente que nunca en un país como el nuestro, en el que el feminismo se ha convertido en un recetario de monjas y la provocación ha quedado secuestrada por los humoristas malotes de TV3. Leerlo es sufrir de disfrute.

Si esperáis una lectura para fortificar vuestras convicciones o para continuar formando parte del sindicato nacional de la ofensa, no os acerquéis a la prosa de esta corresponsal de guerra de nuestra vida cotidiana de aparente clase media y limitaros a comprar la masa de novelitas de este Sant Jordi (unos libros que caerán en el olvido en pocas semanas). Si deseáis, por el contrario, asomaros a la literatura de verdad, leed a esta bestia de señora. Y a partir del día después de otra previsible diada, ya que estamos, incluso podríamos empezar a ejercitarnos en el arte de ahuyentar el amor de nuestras aburridísimas vidas.