Corría el año 1932 cuando Antonio Riera Clariana fundó su taller de metalistería llamado Metal Artes ubicado en la calle Madrazo de Barcelona. Diez años después y bajo el nombre de Metalarte, el taller comenzó con la fabricación de lámparas siendo su primer diseño nombrado como `Nº1´ y el cual marcaría el inicio de un próspera carrera en el sector de la iluminación decorativa.
El gran cambio para Metalarte fue a principios de los años setenta con la entrada del prestigioso diseñador André Ricard. “Hasta esa fecha, Metalarte editaba sus propios diseños pero con la entrada de Ricard, la firma se convirtió en una verdadera editora de diseño”, explica Tomeu Gomila, brand manager de Metalarte.
Una de las colecciones más emblemáticas de la firma es Josephine, diseñada por el madrileño Jaime Hayón, sus modelos se componen de una estructura en porcelana y pantallas en tejido de chinz.
A este gran pionero del diseño industrial de España, “lo acompañaron otros nombres como Josep Lluscà o Jaume Tresserra que también contribuyeron a transformar una España en blanco y negro en uno de los polos mundiales más importantes del diseño”, continúa Gomilla.
La relación de la firma con los diseñadores y el diseño ha sido clave en su desarrollo permitiendo consolidar un ADN que se enriquece y afirma constantemente.”Los diseñadores son el principal atractivo para Metalarte, establecer una relación de confianza con ellos es clave”, añade.
Metalarte cuenta en su catálogo con la colaboración de siete Premios Nacionales del Diseño como el mismo André Ricard o Josep Lluscá, además de Miguel Milà, Antoni Arola, Alberto Liévore, Pepe Cortés o Mario Ruiz. Y, estos últimos años, con la participación de diseñadores de talla como Jaime Hayón o Lázaro Rosa-Violán.
Dedicada al sector de la iluminación decorativa, Metalarte posee un amplio abanico de propuestas que abarcan desde lámparas de pie, colgantes, de pared o de sobremesa, hasta lámparas de gran tamaño y para exterior.
En un repaso por su carrera y principios, Gomila explica que lo más importante durante todo este tiempo ha sido mantenerse fiel a sus valores, a la calidad de sus productos e innovar en la creación de nuevos conceptos y generar un estilo propio. De vital importancia ha sido también evitar modas y tendencias. Por el contrario, centrarse en piezas que puedan convertirse en clásicos del diseño como la lámpara de mesa Calder diseñada en la década de los setenta por el catalán Enric Franch; la elegante Alta Costura nacida durante los Juegos Olímpicos de Barcelona y un diseño de Josep Aregall o la lámpara de pie L’Escala diseñada en 1983 por Estudi Blanc.
Además de su compromiso con el diseño, la empresa ha debido adaptarse a los cambios y contextos, viendo en cada uno de ellos una nueva oportunidad para crecer y evolucionar. Desde el 2002 forma parte del grupo Luxiona cuyo concejero delegado es Javier Tey y la dirección general está a cargo de Javier Santafe. Además de Metalarte, Luxiona agrupa las firmas Troll dedicada al sector técnico; Sagelux para el alumbrado de emergencia y Josfel para el mercado peruano. Fruto de este cambio, en 2013 Metalarte cambió su sede en Sant Joan Despí para trasladarse a la de Luxiona en Canovelles, Barcelona.
La lámpara Eva, diseño de Lázaro Rosa-Violán para Metalarte acaba de recibir el premio ‘Light Middle East Awards 2018’ como “lámpara decorativa del año” durante la 13ª edición de esta feria de iluminación celebrada en Dubái.
Pero no sólo la empresa ha evolucionado, también “el cliente ha cambiado”, explica Tomeu Gomila. Hasta finales de los noventa, el principal cliente de la firma era el particular quien buscaba una pieza de iluminación para su vivienda. Tras el año 2000 y, posteriormente durante los años 2008 y 2013 en el período de crisis económica, la marca dio un giro estratégico enfocándose en el sector contract, hoteles, restaurantes… Ámbitos donde, además “encuentra una gran sinergia con otras marcas del grupo como Troll y Sagelux”, añade Gomila.
Con siete fábricas en todo el mundo y distribuidores en diferentes países, un 70 por ciento del mercado de Metalarte corresponde a fuera de España. En lo que respecta hacia dónde se dirige el sector, Gomilla dice que, “cada vez es más importante la personalización y trabajar en proyectos desde el inicio con el interiorista”. Para lo que viene, el director de marca lo tiene claro “nuevos productos en colaboración con diseñadores nacionales e internacionales, una nueva página web y renovar y hacer crecer los acuerdos con importantes distribuidores internacionales para potenciar la presencia en el extranjero”.