Nora Real Food empezó a preparar sus platos para oficinas en una pequeña cocina en el 22@, sabiendo que ahí había muchas multinacionales que las podrían contratar. Nora Vallcorba y su madre, Nora Barata, se pusieron a hacerlo en 2019, después de ver un modelo similar de negocio en Francia. Formada en Esade, Vallcorba planteó esta propuesta como proyecto de fin de grado, detectando que había muchas opciones de delivery para cuando estás en casa, pero no en el trabajo. Creyó haber dado con un ámbito poco modernizado, con empresas que se dividían entre las que daban tíquet restaurante, tenían un comedor o dejaban que sus empleados se trajeran un tupper, además de ver que había pocas opciones para las que estaban a las afueras de la ciudad.
La primera cocina en el 22@ pronto se les quedó pequeña y se quedaron con la de un restaurante cercano al que iban a comer y tomar cafés, ya más grande, con 150 metros cuadrados en comparación con los 25 metros cuadrados iniciales. A través de una plataforma online, les pedían platos particulares y empresas, hasta que dieron con ellas los departamentos de recursos humanos. Nora Real Food se adaptó siempre a sus necesidades, “hacemos traje a medida”, remarca Vallcorba. Se ofrecen opciones variadas, pensando en las intolerancias e incluyendo platos vegetarianos y veganos, por un precio que va de los 8 euros a los 12 euros, dependiendo de si se hace un solo plato o un menú completo, con el tíquet medio situándose en los casi 9 euros. El precio ha subido recientemente por la inflación, con especial afectación en las cocinas el encarecimiento de la electricidad.
Al final, también les empezó a faltar espacio con su primera expansión, así que se plantearon escalar el proyecto, por lo que se fijaron en unas naves industriales vacías, por encima de la Diagonal, en el 22@ norte, donde podrían ubicar una gran cocina y un almacén para dar respuesta a la creciente demanda. Con las obras empezadas, llegó la pandemia. Por prudencia, decidieron quedarse solo con una nave, de 800 metros cuadrados, y liberar la vecina, de 400 metros cuadrados.
Sortearon los meses de covid y, aunque muchos vaticinaron la muerte de las oficinas por el teletrabajo, vieron como las compañías reformaban sus sedes para hacer espacios diáfanos y amplios, eliminando muchas de las cantinas que tenían hasta el momento. Acabaron captando nuevos clientes, aprovechando también cambios de contrato en los comedores. También pusieron el foco en las empresas de ciudades vecinas de Barcelona, especialmente las ubicadas en polígonos, sabiendo que tenían pocas opciones entre las que escoger.
Tras el bache de 2020, ingresaron 1,3 millones de euros en 2021, cifra que más que duplicaron en 2022, con 2,9 millones de euros. Este 2023, prevén situarse en una facturación de 4,5 millones de euros y registrar beneficios por primera vez. La compañía arrancó con un capital inicial de 300.000 euros y solo ha cerrado una ronda de financiación, en 2020, por un importe de 455.000 euros, pero no descartan volverlo a hacer en el futuro. Al equipo fundador, se sumó Albert Solé, actual director de Operaciones. Cuentan con una total de 65 trabajadores, con la mayoría en cocina y solo 20 en oficinas, desde donde se gestiona la plataforma a través de la que se hacen los pedidos.
La incorporación de una nueva línea de negocio, pasando a gestionar el comedor de Mango, ha sido clave en este salto hacia la rentabilidad. Nora Real Food se ha convertido en el operador de la cantina de la sede la firma de moda en Palau-Solità i Plegamans, incorporando a su plantilla sus 20 trabajadores. A pesar de que su foco seguirá estando en lo que la fundadora define como cantina digital, es decir, el envío de platos a empresas que no tienen comedor, no descartan nuevos clientes similares a Mango.
La incorporación de una nueva línea de negocio, pasando a gestionar el comedor de Mango, ha sido clave en este salto hacia los beneficios
En total, cuentan con una cartera de 120 clientes y sirven 2.500 menús diarios, entre los que se encuentran la farmacéutica Ferrer, el astillero MB92, el mercado digital de segunda mano Wallapop, la empresa de reparto Glovo y el despacho de abogados Osborne Clarke. También envían platos fuera de Barcelona, hasta una hora y cuarto de distancia, a ciudades del Baix Llobregat y el Vallès. El reparto está subcontratado a empresas de reparto como Paack y Shargo. Se intenta siempre que se puede que los proveedores sean de proximidad y sostenibles.
Comprobada la viabilidad de la propuesta que Vallcorba pensó para un trabajo en Esade, el año que viene Nora Real Food volverá a expandirse. Prevén ocupar la nave que no pudieron quedarse con la covid, llegando a una superficie total de 1.200 metros cuadrados, pudiendo espaciar la cocina y la zona destinada a logística, desde el emplatado a la recogida, así como el almacén de todos los productos que usan para cocinar más de 40 tipos de platos.
Más a largo plazo, la empresa contempla la opción de expandirse a Madrid. También quieren ir mejorando su tecnología, para incorporar, por ejemplo, la predicción de menús o los pedidos por WhatsApp. Eso sí, remarca Vallcorba, “creciendo de manera sostenida y sin perder la calidad”. Para eso está su madre, revisando siempre que no se desvían del negocio que empezaron a probar en una pequeña cocina hace ya cuatro años.