El sector del vino se recupera lentamente de una vendimia difícil, insólita y sin precedentes como consecuencia de la angustia que han sufrido los viticultores ante la escasez de lluvias y los golpes de calor. Es el momento de celebrar que la uva fruto de esta hazaña ya está en la bodega, por lo que, los once elaboradores de vinos espumosos que integran la marca Corpinnat han organizado este jueves en los jardines de la bodega Llopart en Subirats (Alt Penedès) la segunda Nit de Verema, una fiesta que este año se ha convertido en un auténtico homenaje al empresario Xavier Gramona, que murió de forma inesperada el pasado 4 de agosto.
“Xavier nos dejó después de un fatídico accidente este verano; pero estoy convencido que él hubiera querido que le hiciéramos un homenaje alegre, como el de esta noche”, afirmó durante la celebración Ton Mata, presidente de Corpinnat y líder de la bodega Recaredo. Según recordó, Gramona “era una persona distinta”, que cuando llegó al mundo del vino después de haber encauzado su carrera profesional en otros ámbitos provocó “una pequeña revolución en el sector”. Una revolución que no sólo fue “un éxito absoluto para la bodega Gramona”, sino que “de rebote benefició a todo el territorio”. “Xavier Gramona trazó un camino de apertura, nada reñido con la tradición”, explicó Mata, añadiendo que su gran aportación fue poner al viticultor en el centro de la cadena de valor del sector del vino.
“Era una persona muy inteligente —continuó Mata en su glosa— e, intencionadamente, ingenuo. Siempre pensaba que todo era posible y que todo se podía hacer”, como demostró siendo el primer presidente y precursor del nacimiento de Corpinnat. “Hace cinco años y medio que Corpinnat es una realidad y lo es, en buena parte, gracias a ese carácter que tenía Xavier de pensar que todo era posible y de su generosidad con el conjunto del territorio y a favor del grupo. Tenía la cabeza en las estrellas, pero los pies en el suelo”, constató.
Mata recordó las “reuniones interminables” que Gramona lideró cuando se fraguaba esta marca colectiva de la Unión Europea fruto de la decisión de un grupo de elaboradores de abandonar la DO Cava. “Xavier pensaba en voz alta; hablaba mucho, y siempre quería tener al lado una pizarra donde dibujar sus ideas, que defendía con muchísima convicción y vehemencia. Nos conseguía convencer con argumentos que nadie más había visto, aunque muchas veces también había tensiones, que acabábamos resolviendo con un sentido abrazo”, rememoró emotivo.
Para reconocer la labor, el compromiso y la fidelidad de Xavier Gramona, los socios de Corpinnat, han acordado unánimemente concederle a título póstumo la distinción de Presidente Honorífico de la marca. Su hijo, Leo Gramona, fue el encargado de recoger esta distinción, concretada en una pieza de cerámica, obra de la artista local María José Torres, que representa a las dos almas de Xavier Gramona, la más terrenal, ligada a la tierra y al viticultor, y la más espiritual y rebelde, a la vez.
Visiblemente emocionado, Leo Gramona recordó el amor que su padre tenía por el Penedès y reivindicó que “es responsabilidad de todos seguir defendiendo los valores que nos hacen únicos”. “Mi padre nos enseñó que debemos presentarnos al mundo tal y como somos”, destacó, adquiriendo el compromiso de “continuar” con la labor de su progenitor y “de saber aparcar las ambiciones personales” en favor del conjunto del sector, del territorio y de una cultura diferenciada.
La vendimia más corta de la historia
Antes de la cena-homenaje, a la que asistieron unas 150 personas que pudieron disfrutar de una treintena de espumosos Corpinnat, Ton Mata mantuvo un encuentro con la prensa donde constató la gravedad de la sequía, los golpes de calor y el su impacto en el viñedo. “Es una muerte cruel, lenta, que nos causa mucho sufrimiento”, lamentó, atestiguando que los rendimientos —número de kilos de uva por hectárea— de la última vendimia han sido muy bajos, lo que ha obligado a las bodegas de Corpinnat a comprar más uva a los viticultores con los que tienen acuerdos de producción. “Creo que conseguir sacar adelante una vendimia como ésta, ha sido una hazaña épica”, sentenció.
La principal consecuencia de la que ya se recordará “como la vendimia más corta de la historia” es que se ha disparado el importe del precio de la uva. Por normativa interna, este año las bodegas de Corpinnat debían pagar las uvas que compran a terceros a un precio mínimo de 0,80 euros por kilo, pero, finalmente, han acabado pagando a los viticultores una media de un euro por kilo, un precio insólito en el sector del vino del Penedès, históricamente castigado por unos precios excesivamente bajos.
Según Corpinnat, en 2022 sus bodegas pudieron abastecerse en un 58% de uva procedente de viñedos propios, pero en esta última vendimia el porcentaje se ha igualado, es decir, han obtenido un 50% de uva propia y han tenido que comprar el 50% a terceros. De los casi seis millones de kilos que han entrado en bodegas, un 94% corresponden a uvas de variedades autóctonas.
Presentación de enmiendas a la Ley Catalana del Vino
Ton Mata, que se mostró optimista de cara a la campaña de Navidad, hizo un balance muy positivo de estos primeros cinco años de vida de Corpinnat, asociación a la que actualmente pertenecen las marcas Nadal, Torelló, Llopart, Gramona, Recaredo , Júlia Bernet, Can Descregut, Pardas, Sabaté i Coca, Mas Candí y Can Feixes, en su mayoría escindidas de la DO Cava. “Somos catalizadores de muchos cambios en el sector. Hemos visto cómo la DO Cava ha creado ahora subzonas y estamos ayudando al viticultor a subir precios. No vendemos humo. Hacemos lo que decimos y, por eso, nos estamos consolidando como una marca de gran prestigio y de gran valor para el consumidor”, ha subrayado el presidente de Corpinnat.
Mata asegura que existen otras empresas productoras de vinos espumosos en el Penedès interesadas en formar parte de Corpinnat, aunque prefiere no avanzar los nombres, recordando que “las barreras de entrada son potentes”, ya que hay pocas empresas en el sector que puedan cumplir el exigente reglamento que se han autoimpuesto los socios de Corpinnat y que audita la empresa certificadora Bureau Veritas. “Somos una marca abierta, nos gustaría poder acoger a más bodegas, queremos que haya más gente valiente, pero no todo el mundo está dispuesto a pagar la uva a un euro el kilo”, señaló.
El presidente de Corpinnat se ha fijado como gran reto la consolidación internacional de esta marca colectiva, que quieren conseguir que sea “tan reconocida como el champán”. También explicó que la asociación ha presentado tres enmiendas a la Ley Catalana del Vino que ahora se está negociando con el objetivo de que todas las bodegas elaboradoras y comercializadoras de vino sean categorizadas, por razón social, basándose en la calificación del su sistema de trabajo. El reto es conseguir que cada bodega de Catalunya quede incluida o segmentada en una de estas cinco categorías:
1- Viticultor elaborador
100% de vinificación en la propiedad con un mínimo del 95% de la uva procedente de viñedo de titularidad propia, el 5% restante debe ser de la misma zona de proximidad o DO (en su caso) y con contratos de compra de larga duración y que respeten de forma manifiesta el coste mínimo de la uva de terceros. Está totalmente prohibida la entrada de vinos producidos por otros (bodegas, mayoristas, cooperativas, etc.) para su elaboración o embotellado.
2- Vinificador elaborador
100% de vinificación en la propiedad para toda la razón social, con uva procedente de viñedo de titularidad propia o de terceros de la misma zona de proximidad o DO (en su caso) con contratos de compra de larga duración y que respeten de forma manifiesta el coste mínimo de la uva de terceros. Está totalmente prohibida la entrada de vinos producidos por otros (bodegas, mayoristas, cooperativas, etc.) para su elaboración o embotellado.
3- Negociante
Empresa que compra vino a granel y lo embotella ya sea para elaborar espumosos o para vinos tranquilos, aunque sea en un porcentaje siguiendo las pautas de su DO (en su caso).
4- Marquista
Empresa que etiqueta con marcas de terceros, sean empresas individuales o distribuidores. Aunque sea en un porcentaje.
5- Cooperativista
Vinos de cooperativa elaborados en la cooperativa tanto para comercialización propia o de marcas de sus asociados.
La segunda enmienda hace referencia a la exigencia de que se considere que Corpinnat tiene “una categoría igual a la de una DO o una IGP”. “No somos un club de amigos. Somos una marca colectiva europea. Tenemos un reglamento. Queremos tener el rango de una DO, hoy la ley no lo contempla”, lamentó Ton Mata. Por último, Corpinnat pide poder utilizar libremente los topónimos de la comarca y sus municipios. “¿Cómo es posible que se nos cuestione el uso del nombre de nuestros pueblos o del Penedès? ¿Es terriblemente injusto que como Corpinnat no los podamos poner en nuestras botellas. No puede ser. Debemos poder usarlos sin problema” , concluyó.