Cuando las empresas deciden entrar en nuevos mercados, se encuentran con múltiples barreras, como la necesidad de adaptarse a una nueva regulación, encontrar proveedores fiables, llegar a los consumidores, aprender su lengua y entender su cultura… “La mayoría de los proyectos caen en la última milla”, explica Lourdes Cuevas, consejera delegada y fundadora de GüipUP, una startup barcelonesa que quiere facilitar el proceso de internacionalización de las empresas.
Cuevas tiene mucha experiencia en hacerlo, después de haberse dedicado durante décadas a expandir en países extranjeros a las empresas para las que había trabajado en Estados Unidos. La última compañía la había enviado a Barcelona para abrir Europa, pero el Brexit y el crecimiento del mercado interno les hicieron desistir. La empresaria decidió quedarse en la capital catalana y emprender aquí con GüipUP, nombre que quiere españolizar la expresión inglesa “We pop” como metáfora del crecimiento rápido y decidido que tienen que afrontar las empresas cuando se expanden.
GüipUP ha analizado todos los pasos que hay que seguir para abrir un nuevo mercado y ha estandarizado los procesos para que estén al alcance de cualquier compañía. Toda esta información queda recogida en una plataforma desde la que se puede controlar y gestionar los negocios internacionales de manera autónoma y controlando todas las fases de la cadena. “Ofrecemos un acompañamiento desde el principio hasta el final”, remarca Cuevas. Se empieza valorando si la empresa está preparada para dar el salto a un país, para luego ayudarla con la expansión proporcionando socios locales que se pueden encargar del día a día.
Fundada en 2018, la startup acaba de abrir una ronda de financiación con la que quiere captar 300.000 euros y dar entrada a capital de riesgo. Se trata de su segunda ronda, después de una por 400.000 euros que le permitió incorporar a un nuevo socio que ha aportado la tecnología para poner en marcha su plataforma.
Los recursos que ahora espera captar tienen que permitir acelerar su crecimiento, con el foco puesto en llegar a nuevos mercados. Actualmente, está presente en Estados Unidos, Canadá, México, Colombia, Chile, Holanda y Emiratos Árabes Unidos. Con una plantilla de diez empleados, el equipo más grande está ubicado en Estados Unidos, el mercado más grande y el más complejo al que se expanden sus clientes. El año pasado facturaron 500.000 euros y prevén una cifra similar para este año, teniendo en cuenta que se han concentrado en desarrollar su plataforma y han priorizado los clientes más grandes, desistiendo de los pequeños. Aún no han registrado beneficios.
Cuentan con una decena de clientes, a los que gestionan 150 proyectos y facturan entre 15 y 80 millones de euros. Algunos ejemplos son Jamones Andrés Izquierdo, que ya operaba en países europeos como Dinamarca, Finlandia y Grecia, y con GüipUP ha dado el salto a Paraguay y Brasil; Mun Kombucha, que empezará su comercialización en Países Bajos, o Laboratorio Boniquet, que tenía una filial en México y ahora lanzará su marca blanca en Estados Unidos. El perfil de compañía que buscan son aquellas con cierta envergadura que quieran dar el salto a mercados más complejos y grandes, como el norteamericano.