Una especie de ruta Pasqual Maragall

Pasqual Maragall ha cumplido 80 años esta semana pasada. Los medios de comunicación le han dedicado una serie de artículos unánimemente elogiosos y políticos de diferentes colores han tuiteado cariñosos mensajes de feliz cumpleaños president. Por méritos propios o quizá también porque desde hace años convive con el Alzheimer, Maragall es uno de los pocos políticos vivos que prácticamente ya no es objeto de lucha partidista. Se ha convertido en un referente de ciudad y de país.

Por todo ello he decidido dedicar el artículo de esta semana a quién fue alcalde de Barcelona entre 1982 y 1997. Quince años de alcalde son muchos años y más aún si lo comparamos con lo que duran los liderazgos y las legislaturas en estos tiempos nuestros tan acelerados.

Paseando por Barcelona nadie puede dudar que el alcalde Maragall dejó huella. Por esta razón, ahora que la pandemia nos obliga a pasar los fines de semana en la ciudad, se me ha ocurrido que podría ser interesante escoger algunos de los escenarios barceloneses que han sido importantes en su trayectoria y recomendar su visita. Incluso, unirlos en una especie de itinerario que se pueda hacer, todo o en parte, a pie o en bicicleta. Una especie de ruta Pasqual Maragall, vaya.

¿Empezamos?

Propongo que empecemos la caminata en la montaña de Montjuïc, principal escenario de los Juegos Olímpicos de 1992. Podríamos decir que Barcelona y Maragall apostaron su éxito o fracaso en las olimpiadas y, ciertamente, salieron propulsados ​​hacia delante. El mundo redescubrió la ciudad y se enamoró de ella y los barceloneses votaron Maragall una vez tras otra. Me gusta pensar que el Anillo Olímpico es un poco nuestra Acrópolis moderna. Entre los elementos que la componen está el Palau Sant Jordi y el Estadi Olímpic Lluís Companys, obra original del arquitecto Lluís Abellán Aynès profundamente remodelada por los Juegos, también la Torre de Telecomunicaciones de Santiago Calatrava y las piscinas Bernat Picornell, construidas por Antoni Lozoya y Antoni Ricard, una delicia para los veranos. Es como si la transformación olímpica de la ciudad se hubiera inspirado en aquellos versos de Martí i Pol tan sobados por nuestros políticos: “Tot està per fer i tot és possible”.

Me gusta pensar que el Anillo Olímpico es un poco nuestra Acrópolis moderna.

¿Seguimos?

No quiero ser aguafiestas, pero ahora conoceremos un poco el reverso del sueño olímpico. Es decir, la pesadilla del Fórum de las Culturas. Estamos ante el Edifici Blau del Fòrum. ¿Os acordáis de lo de las maragalladas? Pues tenéis una delante colosal. Me he pasado un poco, ¿verdad? De acuerdo, tal vez no fue tan desastroso aquel acontecimiento y, bien mirado, la ciudad ganó bastante con la transformación del sector de la desembocadura del Besòs, pero es evidente que, en 2004, Barcelona no logró repetir la jugada maestra los JJ.OO. En todo caso, os recomiendo que hagáis una visita al Museu de Ciències Naturals de Barcelona que actualmente ocupa el edificio de Herzog y Meuron.

El Edifici Blau en el Fòrum.

¿Como va el cansancio? Tal vez habrá que hacer parada y fonda en alguna terracita de Diagonal Mar porque ahora tocará sudar. ¡Nos vamos a Collserola!

Aquí, encontramos otro testimonio de la herencia olímpica: la Torre de Collserola, una infraestructura de comunicaciones obra de Norman Foster. En 1998, desde su mirador, situado a 115 metros de altura, Maragall anunció su intención de optar a la presidencia de la Generalitat. Le costaría lo suyo, pero lo conseguiría.

Estamos ante el Edifici Blau del Fòrum. ¿Os acordáis de lo de las maragalladas? Pues tenéis una delante colosal

¿Bajamos?

Nos vamos al centro de la ciudad, a la plaza del Rei. Aquí, encontramos uno de los escenarios más importantes de toda la trayectoria política de Maragall: el Saló del Tinell, donde el 14 de diciembre de 2003 se firmó el Pacto del Tinell entre el PSC, ERC e ICV-EUiA que dio lugar al primer gobierno tripartito, con él como presidente. El Saló del Tinell es un magnífico ejemplo del gótico catalán. Construido por encargo de Pedro III el Ceremonioso, es uno de los tres edificios del Palau Reial Major de Barcelona junto con la Capella de Santa Àgada y el Palau de Lloctinent. Actualmente, el Saló del Tinell forma parte del Museu d’Història de Barcelona (MUHBA). Os recomiendo que aprovechéis que no hay turistas para visitarlo.

En el Saló del Tinell, el 14 de diciembre de 2003 se firmó el Pacto del Tinell entre el PSC, ERC e ICV-EUiA, que dio lugar al primer gobierno tripartito

Se hace tarde y todavía nos queda un último escenario en esta especie de ruta Pasqual Maragall que estamos haciendo.

La Fundació Pasqual Maragall és el darrer gran projecte impulsat per l’exalcalde a la ciutat i possiblement el més ambiciós

Nos dirigimos hacia la Ciutadella, rodeamos el perímetro del parque y en la calle Wellington, a pocos metros del Parlament, encontramos la sede de la Fundació Pasqual Maragall, el último gran proyecto impulsado por el ex alcalde en la ciudad y posiblemente el más ambicioso: vencer el Alzheimer y conseguir un futuro en el que el envejecimiento esté asociado a experiencias positivas. “Quiero ayudar a derrotar esta enfermedad. En ningún lugar está escrito que sea invencible”, dijo Maragall y la valiosa labor que los investigadores y profesionales de la Fundación y de su Barcelonaßeta Brain Research Center (BBRC) están haciendo demuestran que lo está cumpliendo.

La Fundació Maragall, en la Ciutadella.