Del online al offline en Barcelona

Las marcas más populares están abriendo tiendas físicas en la ciudad, una apuesta acertada

Un error que cometen muchos negocios cuando planifican su estrategia poscoronavirus es enfocarse en el online para poder sobrevivir en este entorno tan cambiante, cuando la tienda física es imprescindible, y además, una apuesta de futuro. La omnicanalidad ha venido para quedarse y, prueba de ello, es que los negocios online más punteros han acabado por abrir su punto de venta físico en diferentes ciudades como Barcelona.

Uno de los casos más conocidos en retail es Warby Parker, quien inició toda una revolución en el mundo de la óptica en 2010, ofreciendo gafas graduadas por 95 dólares, cuando el estándar, eran 500 dólares. Su receta de éxito fue trabajar su proceso de ventas, acompañado de una buena estrategia de márketing digital. Los clientes pedían a gritos la apertura de tiendas físicas y el popular barrio del SoHo de Nueva York se convirtió en su primera ubicación diez años más tarde, cuando ya estaban facturando 200 millones de dólares, pasando del online al offline.

Esta tendencia se está haciendo eco en Barcelona y vemos como la ciudad está acogiendo diferentes aperturas que merece la pena visitar, como clientes o como curiosos, para disfrutar de su puesta en escena.

P de Paola es un buen ejemplo, una firma de joyería que nació en 2014 y que, gracias a sus piezas inspiradas en la naturaleza, conquistaron a la mayoría de los millennials. En un primer momento, apostó por la tienda online, realizando una gran estrategia en redes sociales y colaboraciones con influencers que potenciaron su marca. Con el tiempo las ventas se han internacionalizado y el 90% ya se realizan fuera de España.

La gran mayoría de sus ingresos provienen de su propio e-commerce y P de Paola no se vio especialmente afectada por la crisis del coronavirus. No obstante, aunque tienen muchos puntos de venta físicos en toda España, han preferido esperar a la vuelta a la normalidad para abrir su primera flagship store, en la Avenida Diagonal 572 de Barcelona. El local cuenta con 230 metros cuadrados y en su interior están expuestas todas sus colecciones, incluida su línea de alta joyería. La tienda es minimalista al igual que sus joyas y ha llevado su filosofía al punto de venta con éxito. Para darle un valor diferencial al espacio, P de Paola ha creado una zona donde el cliente puede personalizar sus joyas al instante, todo un acierto. La presentación de los productos está bien cuidada, con un mueble pensado para exponer cada colección, para centrar la atención del cliente y que pueda probar cada joya con atención personalizada.

La óptica Project Lobster es otro ejemplo destacable del paso acertado del online al offline. Nació en 2018 en un estudio de Barcelona con el objetivo de salir de lo convencional y anticuado, apostando por crear diferentes espacios, donde poder resolver las necesidades de cada uno de los clientes de manera personal y distendida. Los clientes son atendidos en un espacio privado donde el profesional asesora al consumidor sobre cómo aplicar las lentillas. Cuentan con una bonita y cómoda sala de espera, además de un taller abierto al público donde el cliente puede conocer el proceso de adaptación o reparación de sus gafas. Su flagship está en la calle Consell de Cent, 331.

Cabe destacar también el caso de Vasquiat Room, firma nacida hace cuatro años de la mano de Rafa Blanc y Blanca Miró como un marketplace digital de moda de lujo. El pasado diciembre abrió en la calle Provença, 243 su primera tienda física. Un espacio con mucha personalidad que combina materiales como el hierro, la madera y el terciopelo, para que visitar la tienda, sea toda una experiencia.

Otros muchos proyectos se están sumando a la moda del online al offline, como la tienda de accesorios Muk Barcelona, y en el sector de la restauración, Vicio, Goxo, y otros más que vendrán, porque es una apuesta que se ha demostrado que funciona.

El retail es una forma de dar vida a las ciudades y en la era digital las empresas punteras siguen dando la oportunidad a los clientes de vivir una experiencia tangible. Una manera de mantenernos en contacto con ellos y mejorar el posicionamiento de marca.