cimera Future of tourism World Summit
La cumbre mundial sobre el futuro del turismo ha contado con el respado de la OMT.

El sector turístico pacta en Barcelona velar por las personas, el planeta y la prosperidad

La cumbre mundial Future of Tourism World Summit ha concluido con la declaración Barcelona Call-to-Action for the Future of Tourism, un documento internacional suscrito por el conjunto del sector turístico que se compromete a trabajar para las personas, el planeta y la prosperidad y avanzar hacia un nuevo modelo de turismo más innovador, ético y sostenible

El sector turístico internacional, reunido esta semana en Barcelona, ha suscrito el manifiesto Barcelona Call-to-Action for the Future of Tourism que será una de las herramientas para afrontar el futuro tras la covid-19. El documento plantea un conjunto de actuaciones con el foco puesto en las personas, el planeta y la prosperidad y parte de la necesidad de avanzar como actividad económica hacia un nuevo modelo de turismo más innovador, ético y sostenible.

La declaración recoge las conclusiones derivadas de los debates que durante los dos últimos días se han planteado en el marco de la cumbre mundial Future of Tourism World Summit, que organizada por la Fundación Advanced Leadership, la Fundación INCYDE de las Cámaras de Comercio Españolas, que preside José Luis Bonet, y la Organización Mundial del Turismo (OMT), se ha desarrollado en la Casa Llotja de Mar de Barcelona.

Barcelona Call-to-Action for the Future of Tourism asume que la recuperación tras la pandemia del coronavirus es “el mayor desafío” de la historia del sector del turismo, e incide en que el crecimiento tiene que basarse en la inclusión y la responsabilidad. Por ello, determina que el turismo debe prestar atención a las necesidades de las comunidades y proporcionar trabajo decente, preservar las culturas, asumir sus responsabilidades en materia de preservación del medio ambiente y ser, en definitiva, un pilar fundamental del crecimiento económico y el bienestar, uno de los mayores empleadores del mundo y un generador importante de oportunidades y empoderamiento.

Con la vista puesta en las personas, el planeta y la prosperidad, más de un centenar de ponentes internacionales han elaborado un decálogo de medidas que consideran imprescindibles para que el turismo pueda abordar el futuro más inmediato. Se trata de aspectos como el apoyo a las empresas para superar la crisis de la covid-19, promover políticas y estrategias turísticas que garanticen el uso sostenible de los recursos y ahondar en la implicación del sector a la hora de abordar sus efectos en términos de vivienda, utilización del espacio público, calidad del empleo y salarios, exclusión social, segregación espacial, problemas ambientales o saturación de infraestructuras.

La digitalización, la financiación o la formación son otros objetivos

También proponen impulsar iniciativas que promuevan el progreso, la integración regional y la cohesión social y estimulen el compromiso de las empresas con el planeta, los lugares y las personas, ya sean ciudadanos, visitantes o trabajadores. La sostenibilidad es otro de los ejes en los que profundizar mediante, entre otras medidas, la digitalización del turismo, la aplicación de las tecnologías de la información y la comunicación y la aplicación de programas inteligentes para los destinos, que generen valor e impulsen la sostenibilidad. Otras áreas de innovación vendrán dadas por mejorar la formación, la educación, el conocimiento y la investigación.

Entre las conclusiones más globales: fomentar la colaboración entre países impulsando un mecanismo de cooperación internacional para preparase frente a crisis y gestionarlas, de modo que se apuntale la resiliencia del sector y se reduzca su vulnerabilidad a futuras situaciones de crisis.

El manifiesto se ha hecho público este miércoles en Barcelona con la presencia del secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT) de las Naciones Unidas, Zurab Pololikashvili, quien ha instado a “construir un liderazgo más sostenible” y a apostar por “vías de financiación seguras” y garantizar la colaboración entre gobiernos y el sector privado.