Sala Oval MNAC
Instalación del artista Francesc Torres en la Sala Oval del MNAC.
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El MNAC en guerra

El museo se vuelca en la contienda civil con una muestra sobre la evacuación de obras de arte a París, aviones soviéticos en la Sala Oval y nuevas salas

Un agujero de bala en la cabeza de un San José en un lienzo barroco del siglo XVII recibe al visitante de la exposición El Museu en perill, que el MNAC inauguró hace un par de semanas.

El balazo se produjo al principio de la Guerra Civil, cuando un grupo de anarquistas irrumpió en la casa de los propietarios del cuadro. Fue uno de los múltiples ataques contra el patrimonio artístico en Catalunya, que no solo se enfrentó al peligro de los bombardeos franquistas, sino también a la furia de los diversos movimientos revolucionarios y anticlericales.

La muestra del MNAC narra un capítulo épico, no bélico pero no menos trascendente, que fue el esfuerzo titánico por parte de las autoridades de la Generalitat de poner a salvo cientos de obras de arte.

Cuadro de la bala MNAC
Lienzo barroco del siglo XVII, de la exposición El Museu en perill del MNAC.

Liderado por Joaquim Folch i Torres, primero se concentraron las obras en el MNAC, más tarde se evacuaron a Olot y la mayor parte acabó en 1937 en París en la exposición L’art catalán du Xème au XVème siecle, una operación también propagandística para reforzar los apoyos a la República.

El cuadro del balazo da inicio al relato de aquella operación, con la exposición de algunas de las obras del MNAC que fueron evacuadas y fotografías que lo documentan. Una de las historias de aquella salvaguarda de patrimonio no forma parte de la exposición, pero vale la pena explicarla por su singularidad.

Una de las obras evacuadas y que formaron parte de la muestra de París es la silla del rey Martí l’Humà, un asiento de oro plegable que el monarca hacía llevar siempre con él para poder descansar cuando su condición física lo requería. Al morir el rey Martí sin descendencia, estipuló legar la silla y otros bienes a Jesucristo como rey de reyes.

Este hecho generó siglos después el interés de Hitler por el trono para que formara parte del museo de reliquias de poder que el líder nazi tenía planeado. Esta peculiar colección había comenzado con una presunta Lanza del Destino —con la que el soldado romano Longinos habría dado muerte a Jesús en la cruz— que se guardaba en un museo de Viena.

Una de las obras evacuadas y que formaron parte de la muestra de París es la silla del rey Martí l’Humà, que generó siglos después el interés de Hitler

Los nazis dedicaron muchos esfuerzos en esta empresa y especialmente en la búsqueda del Santo Grial, la gran reliquia. Incluso Himmler lo buscó en el monasterio de Montserrat. También hubo un intento de robo en la abadía londinense de Westminster de la piedra Scone, sobre la que se coronan los reyes británicos.

Hoy, el trono de oro del rey Martí se expone en el museo de la catedral de Barcelona junto con la custodia. La pieza, con el resto de obras de la muestra de París, regresaron a España en 1940.

El Museu en perill es una de las actividades en los últimos meses del MNAC relacionadas con la Guerra Civil. Hace unas semanas, en esta misma sección hablábamos de La guerra infinita, una muestra sobre las imágenes de la contienda en Barcelona que el fotógrafo Antoni Campañà mantuvo oculta durante décadas.

Exposició Guerra MNAC
La mayor parte de las piezas de El Museu en perill fueron evacuadas el 1937 a París.

En paralelo, en la Sala Oval del MNAC, puede contemplarse hasta el próximo mes de septiembre una instalación del artista Francesc Torres en la que recrea la participación de la aviación soviética en la Guerra Civil.

Réplicas de dos aparatos que participaron en la contienda convierten de forma espectacular el emblemático espacio del museo en uno de los escenarios de aquellos hechos, cuya base fue el campo de aviación de La Sènia, que más tarde sería también utilizado por la Legión Cóndor alemana.

Los dos aviones expuestos son un bombardero Tupolev SB-2 Katiuska en posición vertical de picado, como si estuviera a centímetros de estrellarse contra el suelo. El otro es un caza Polikarpov I-16 Mosca.

En la Sala Oval puede contemplarse hasta septiembre una instalación de Francesc Torres sobre la participación de la aviación soviética en la Guerra Civil

Para completar la oferta temática del MNAC con la Guerra Civil, desde el pasado 1 de julio se han abierto nuevas salas dedicadas al arte en este periodo histórico. Un arte de vanguardia que plasmó la influencia de la propaganda en uno y otro bando y en el que los artistas expresaron sus compromisos ideológicos en la pintura, la escultura y el grabado, pero también con nuevos soportes como los carteles, la fotografía y el cine.

En su conjunto, se trata de una buena oportunidad para visitar el museo de Montjuïc y hacer activismo de la cultura como medio para la reactivación económica y social de la Barcelona pospandemia.

Exposición MNAC Guerra
La muestra del MNAC narra el esfuerzo de la Generalitat de salvar cientos de obras de arte.
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