Me viene a la cabeza esa imagen que veíamos —aún vemos — en las películas americanas del mendigo que bebe de una botella escondida dentro de una bolsa de papel.
Hace años no sabíamos que allí, en aquel lugar donde hacían todas las películas y series que veíamos por la tele, estaba prohibido beber en la calle. Aquí veíamos anuncios de Soberano, “que es cosa de hombres” y de “Pilé 43”. Había otra cosa que nos sorprendía, por cierto, a parte del hecho de esconder la botella. Y era que la bolsa fuese de papel. En estas latitudes nuestras, las bolsas, si las había (porque todo el mundo iba a la compra con un cesto), eran de plástico.
Recuerdo la serie Con ocho basta, con Dick Van Patten, que era periodista en Sacramento. Como tenía muchos hijos y era viudo (después se emparejó con Laurie Waters, que era la niñera), de vez en cuando alguno de los personajes venía de comprar con dos bolsas de papel sin asas, llenas hasta arriba, que cogía como podía. Aquellas bolsas de papel eran sorprendentes. La serie se estrenó en España en el año 79. En los primeros cuatro episodios, por cierto, Dick van Patten no era viudo, estaba casado con Diana Hyland, pero la actriz murió en la vida real.
Si pienso en lo de la bolsa de papel que esconde la bebida, es porque leo que “el levantamiento del toque de queda y las Fiestas de Gràcia han propiciado botellones y reuniones multitudinarias en la vía pública”. Aquí a nadie se le ocurriría tapar la botella con una bolsa, aunque beber en la calle está prohibido. Los Mossos han desalojado, explican, 5.500 personas en Barcelona (4.000 en el barrio de Gràcia, otras 1.000 en la playa…).
Si hubiese bares abiertos ¿esta gente dejaría de beber en la calle? Pues depende del tiempo que se tarde en abrirlos. Beber en la calle es más barato. Hoy en día puedes, tú mismo, con un pequeño altavoz del tamaño de un vaso conectado al móvil, oír la música que decidas.
Quien va a beber en la calle no quiere que le hagan un Manhattan bien hecho, ni quiere un Principia Mathematica en copa Riedel (el maravilloso vino de Alemany i Corrió que dice The Independent que es el mejor blanco del estado). No quiere una banda de jazz tocando en directo. Las dos cosas que digo (la copa bien hecha y la banda) son cultura. Si tardamos demasiado, habrá toda una generación, la que sube, que nunca habrá visto música en directo, ni nunca se habrá sentado en la barra de un bar a leer la carta de vinos o de gintonics.